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Lionel Messi llega a un Inter Miami de grandes ambiciones en la MLS, pero que aún está en una etapa muy temprana

Cuando Lionel Messi reveló de forma sorpresiva que su próximo club sería Inter Miami, aún faltaban muchas cosas por confirmarse para terminar de cerrar el acuerdo, pero más de un mes después ...

Cuando Lionel Messi reveló de forma sorpresiva que su próximo club sería Inter Miami, aún faltaban muchas cosas por confirmarse para terminar de cerrar el acuerdo, pero más de un mes después de aquella entrevista con Marca y Mundo Deportivo, esas dudas ya están resueltas. El número 10 será presentado el domingo en el estadio DRV PNK, estará de nuevo bajo las órdenes de Gerardo “Tata” Martino, cobrará un salario que oscila entre los 50 y 60 millones de dólares al año que incluyen acciones en el club y será cubierto parcialmente por Adidas y Apple, y debutará el 21 de julio en la Leagues Cup, contra el conjunto mexicano Cruz Azul.

Luego de dos semanas de vacaciones en las Bahamas junto a su mujer, Antonela Roccuzzo, y sus hijos Thiago, Mateo y Ciro, este martes la familia arribó a Fort Lauderdale para ultimar los detalles de su firma. A su llegada se espera que el impacto a nivel cultural y de imagen sea inmediato, pero en términos futbolísticos sí existe una mayor incertidumbre sobre si el capitán argentino podrá mejorar el presente que arrastra la franquicia. Su experiencia reciente en PSG, donde convirtió 21 goles y 20 asistencias en su última temporada pero en la cual no pudo contribuir a apaciguar el entorno tumultuoso que envuelve al campeón francés, sigue muy reciente en el imaginario colectivo. En Miami, aunque con mucha menor presión externa, el escenario es similar.

IMÁGENES EXCLUSIVAS: ¡MESSI ATERRIZÓ EN MIAMI! 🛬🇺🇸

El CAPITÁN de la #SelecciónArgentina arribó a tierras estadounidenses para dar inicio a su ciclo en Inter Miami. pic.twitter.com/LjCCJI5iQv

— TyC Sports (@TyCSports) July 11, 2023

En las veces que Messi visitó Miami, en particular durante la última gira de la selección argentina antes del Mundial de Qatar, quedó en claro la masiva popularidad que la Pulga goza entre una población que expresa mucha pasión por el fútbol internacional. Esa pasión, no obstante, no se ha trasladado todavía al fútbol local. La MLS lleva intentando aumentar el interés por el fútbol en Miami desde hace al menos 25 años, cuando Miami Fusion se convirtió en la primera franquicia de expansión de la liga, pero a pesar de que contó con una estrella mundial como Carlos Valderrama en su plantel, la asistencia al estadio Lockhart fue siempre pobre, y desapareció en 2002, cuatro años después de su fundación.

Casi dos décadas pasaron hasta que se reavivara el interés por tener un club en la región. Al aprovechar su cláusula para fundar una nueva franquicia estadounidense por un precio reducido, David Beckham eligió ubicarla de vuelta en el sur de Florida, y en 2020 Inter Miami salió a la cancha en el mismo lugar donde se había radicado Fusion, pero bajo el nombre de DRV PNK. El potencial a explotar era aparente: un club que representara la cultura de la ciudad, con gran aporte latinoamericano en las tribunas, y a su vez otorgarle el prestigio y glamour relacionados con ella, con jugadores de alto perfil en el equipo. Pero su visión se enfrentó a un sinfín de problemas en los primeros años de actividad.

Las primeras incorporaciones de renombre que vistieron el negro y rosa de la camiseta generaron mucha ilusión. Gonzalo Higuaín y Blaise Matuidi venían de años de éxito en Juventus, el francés había salido campeón mundial dos años antes de su arribo y el argentino dejaba atrás una brillante carrera en el fútbol europeo. A grandes rasgos, ninguno estuvo a la altura de las expectativas; Higuaín fue resistido por los hinchas tras denostar el nivel de la MLS, a pesar de convertir 29 goles en 70 partidos, mientras que el impacto de Matuidi fue aún más negativo. El sueldo del volante había sido registrado como parte de las limitaciones de la liga, pero una investigación reveló que en realidad superaba los límites salariales; como consecuencia, el club recibió una multa de 2 millones de dólares, la más alta en la historia de la competición.

La presencia de las dos estrellas tampoco aseguró un rendimiento positivo en la cancha. Bajo el mando del uruguayo Diego Alonso primero y el inglés Phil Neville después (este último, acusado de nepotismo por la inclusión de su hijo Harvey), Inter Miami jamás amenazó con competir por los puestos altos en la MLS. En las tres temporadas en las que compitió finalizó 10°, 11° y 6° en la conferencia Este (19°, 20° y 11° en la tabla general) y solo alcanzó los playoffs en 2022, donde perdió en la primera etapa contra New York City. La actual campaña encuentra a la franquicia de Florida en su peor momento: marcha última en su grupo y anteúltima en general, a 16 unidades de entrar en la etapa definitoria. Como consecuencia, los niveles de asistencia al estadio DRV PNK se acercan a los del viejo Miami Fusion como uno de los más flojos de la liga.

Por si fuera poco, Beckham también enfrentó constantes trabas en su plan para construir su propio estadio para el equipo en Miami, a diferencia del actual, ubicado en Fort Lauderdale. Ya por 2014, el ex jugador de Manchester United y Real Madrid pretendía levantar un nuevo campo de juego ubicado junto a las lujosas lanchas de South Beach, pero aquellos planes fueron rechazados enérgicamente por las autoridades de la ciudad. Tras cinco años de disputa, finalmente el club consiguió el permiso para iniciar obras en una zona mucho más céntrica, en un country club al lado del aeropuerto, que comenzarían en 2022. Pero eso no impidió que el alcalde Francis Suarez expresara su preocupación por los niveles de contaminación del suelo donde se erigirá el llamado Miami Freedom Park, que pasaría a ser un parque público. De todos modos, todas las trabas fueron sorteadas, y la fecha para inaugurar el estadio está puesta en 2025, teóricamente durante el último año de contrato de Messi.

En lo futbolístico, el trabajo de Martino para revertir la situación en un plantel que hoy tiene como figuras a Leonardo Campana y Rodolfo Pizarro llevará tiempo, pero Jorge Mas, uno de los dueños de la franquicia, planea acelerarlo en este mercado de pases. Poco después de anunciar a Messi, el club oficializó la incorporación de Sergio Busquets, compañero del número 10 durante 13 años en Barcelona. Pero se espera que no sea la última; el viernes, el diario estadounidense Miami Herald confirmó que se llegó a un acuerdo para que otro ex culé, Jordi Alba, también finalice su llegada a Inter Miami. Su arribo tendrá una particularidad: no lo hará como Jugador Designado (DP), la figura que utilizaron sus predecesores para cobrar por fuera de los límites salariales asignados por la MLS, sino que ajustará su sueldo a estos límites, lo que significará una rebaja considerable de lo que percibía en Barcelona y podría otorgar espacio a más llegadas estelares.

El club al que llegará Messi en los próximos días es uno que está muy lejos de sus dos anteriores en materia de gloria deportiva. Inter Miami no tiene la rica historia de Barcelona, ni la obligación de pelear por todos los frentes como en PSG, sino uno en su infancia, con mucha promesa, pero cuyos primeros años de existencia fueron dominados por el caos y la mediocridad.

Quienes conocen al capitán argentino, no obstante, saben que no arribará a Estados Unidos con la intención de descansar y bajar la guardia de cara a los últimos años de su carrera, sino que buscará mantener el nivel y el gen competitivo. El desafío será sacar a la franquicia de su actual estado y exprimir un potencial que, por ahora, apenas insinúa.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/lionel-messi-llega-a-un-inter-miami-de-grandes-ambiciones-en-la-mls-pero-que-aun-esta-en-una-etapa-nid12072023/

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