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Los Pumas se preparan para el partido más lindo y exigente rumbo al Mundial: All Blacks en Mendoza

No puede haber una forma más linda de empezar esta temporada especial. La campaña mundialista, siempre con Francia 2023 como faro, arranca para los Pumas con el duelo contra los All Blacks por el...

No puede haber una forma más linda de empezar esta temporada especial. La campaña mundialista, siempre con Francia 2023 como faro, arranca para los Pumas con el duelo contra los All Blacks por el Rugby Championship. En un escenario idílico, ya que será la primera vez que Mendoza recibirá a los mejores del mundo para un test match. Un encuentro que tiene un enorme significado intrínseco pero que, en definitiva, no deja de ser un primer paso camino al 8 de septiembre, el día del estreno en la Copa del Mundo. El sábado, día del punto de partida, faltarán exactamente dos meses.

Desde que la Argentina perdió ante Inglaterra en Tokio y quedó prematuramente eliminada del Mundial 2019, al que llegó con grandes expectativas, la mente de todo el equipo está puesta en Francia 2023. Todo lo que hicieron los jugadores en ese lapso estuvo condicionado por el hecho de arribar bien al evento cumbre y tomarse revancha de lo ocurrido cuatro años atrás. Muchos resignaron ingresos y competitividad en pos de estar en las mejores condiciones posibles. El Rugby Championship que comenzará este fin de semana se encuadra en el mismo marco: su valor está supeditado a la preparación mundialista.

La primera cita será nada menos que contra Nueva Zelanda, el sábado a las 16.10 en el estadio Malvinas Argentinas. Acostumbrada a albergar a los Pumas en partidos de primer nivel por su impronta rugbística, la ciudad, con inmejorables prestaciones para el turismo (paisaje, gastronomía y vitivinicultura), cobijará una cita potenciada por la llegada de los All Blacks. Desde el inicio del Championship, en 2012, la visita anual de los oceánicos se circunscribía a Buenos Aires. La Plata y Vélez fueron los escenarios elegidos para recibirlos. Algo que entrañaba una ventaja para los visitantes, ya que al largo viaje transpolar no debían añadir una escala más rumbo el interior del país, como sí ocurría con Springboks y Wallabies (que siempre venían de Sudáfrica vía San Pablo). Los neozelandeses intentaron atemperar este condicionamiento viajando en un vuelo chárter. Lujo que puede darse el mejor del mundo.

Como cada vez que los hombres de negro están enfrente, la exigencia será máxima para los argentinos. Esta vez, con el agravante de que no juegan en conjunto desde noviembre y de que comenzaron a entrenarse en grupo recién este lunes. Un contexto que no dista demasiado del de los All Blacks, con la diferencia de que éstos actuaron toda la temporada en franquicias de su país, en un esquema similar al del seleccionado, mientras que los argentinos vienen de distintas partes del globo y con diferentes sistemas de juego. Una concentración en París en marzo y horas de encuentros por video fueron todo el trabajo colectivo que hubo en los últimos siete meses.

Otra circunstancia que condiciona las posibilidades de los Pumas es que el entrenador Michael Cheika optó por fraccionar el plantel. Entre los 48 preseleccionados para encarar la preparación mundialista, dio descanso a varios que recién terminan sus vacaciones luego de una temporada extendida (especialmente los que jugaron instancias decisivas en Francia, como Juan Imhoff, Santiago Chocobares, Juan Cruz Mallía y Joel Sclavi) y a otros que deben cuidar su físico para llegar bien al debut contra Inglaterra en Marsella. Tampoco puede estar Marcos Kremer, suspendido por una expulsión recibida como jugador de Stade Français. Ian Foster, en cambio, excepto por dos lesionados (Will Jordan y Leicester Fainga’anuku), llevó a Mendoza lo mejor que tenía a disposición. Desde el domingo los visitantes están alojados en el Hyatt de esa ciudad.

Todavía está fresca en la memoria la victoria de los Pumas en Christchurch (25-18) en agosto de 2022, la más resonante de las varias que se sucedieron en el corto mandato de Cheika. Pero también lo está la goleada en contra que le propinó Escocia (52-29) en la última presentación. Aunque el equipo elevó su nivel en muchos aspectos del juego y, especialmente, en el costado mental, todavía no pavimentó un piso de rendimiento en algunas cuestiones clave, como las formaciones fijas y la disciplina. Ésas serán las premisas en esta etapa primigenia de la preparación. Según declaró el entrenador australiano, con el correr de los partidos también intentarán tener más variantes y sorpresa en el ataque, algo que comenzó a aparecer de manera auspiciosa, aunque intermitente, en 2022.

Entre los desafíos que tiene el staff de entrenadores, que asumió el año pasado tras la dimisión anticipada de Mario Ledesma, además de terminar de configurar el sistema de juego está el de confeccionar la lista para Francia 2023. De los 48 jugadores convocados quedarán 33. Y si bien en la mayoría de las vacantes la lucha está entre los que a priori son jugadores de recambio, hay puestos importantes que no tienen dueño.

El caso del medio-scrum es paradigmático. Los cuatro convocados tuvieron un año inconsistente por acumulación de lesiones. Para esta ventana no fue convocado Tomás Cubelli y llegó como invitado Ignacio Inchauspe, que se destacó en el Super Rugby Americas. El local Gonzalo Bertranou, que terminó 2022 como titular, tiene la posibilidad de afianzarse.

Tampoco está claro qué ocurrirá con el apertura. La apuesta de Cheika y Felipe Contepomi, el entrenador de backs, es clara por Santiago Carreras. El cordobés tiene en favor una gran capacidad de desequilibrio individual, pero aún no mostró la frialdad que requiere el puesto en momentos críticos. El eterno Nicolás Sánchez, después de recuperar continuidad en su paso por Brive, llega renovado, con ansias de recobrar su lugar. Por último, la ausencia de Juan Cruz Mallía, campeón en Toulouse hace tres semanas, le da la posibilidad a Emiliano Boffelli de mostrarse en su puesto favorito. Aunque hay varios que pueden jugar como 15, todas las alternativas son con jugadores polifuncionales (Santiago Carreras era el titular indiscutido hasta que pasó a ser el 10).

Se abre la incógnita también de hasta dónde se acoplarán los jugadores que provienen de Pumas 7s. Si le toca entrar, Rodrigo Isgró contará con el aliciente de estar ante su público. Como wing no requiere una adaptación tan brusca al rugby de 15, pero compite por un lugar en un puesto en el que sobra talento. Como centro, Luciano González tiene más chances de colarse, ya que ostenta una potencia que escasea en el rugby argentino. Del otro lado, amoldar su forma de jugar es más complejo en esa posición. Además de calidad y destrezas, queden o no en el plantel aportarán nuevos bríos y un empuje desde abajo que potenciará al resto.

No será la primera vez que los All Blacks jugarán en Mendoza, no obstante. Lo hicieron en 1976 y 1991, durante giras por la Argentina que incluyeron enfrentamientos con el seleccionado de Cuyo. La primera incluyó un triunfo visitante por 24-6 en Marista Rugby Club, y la restante, un 47-12 en la cancha de Independiente Rivadavia.

Los neozelandeses llegan con sus propios dilemas. El año pasado perdieron cuatro partidos y empataron uno sobre 13, un registro poco acorde con su historial. La continuidad de su entrenador, Foster, llegó a estar en tela de juicio. La cuestión se resolvió contratando a Scott Robertson, multicampeón del Super Rugby al mano de Crusaders, para luego del Mundial de Francia, lo cual implica una dualidad, no del todo cómoda para Foster. Así y todo, el conjunto negro terminó ganando el Rugby Championship, certamen que se adjudicó en ocho de las diez realizaciones.

Por primera vez no está entre los máximos candidatos a ganar el Mundial. Eso puede traducirse en mayor presión para contradecir a los detractores o bien en un relajamiento que les haga jugar sin ataduras y potencie su peligrosidad. Cualquiera sea el caso, se habla de los All Blacks. El mejor equipo de la historia. Con figuras de primera talla internacional en cada una de sus líneas. Imposible subestimarlo. Ni un poco.

El año de los Pumas comienza repleto de expectativa. Mendoza es la anfitriona, y Nueva Zelanda, el convidado de piedra. Más no se puede pedir.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/rugby/los-pumas-se-preparan-para-el-partido-mas-lindo-y-exigente-rumbo-al-mundial-all-blacks-en-mendoza-nid05072023/

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