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Los Pumas vuelven a la calidez de La Baule y preparan cambios para enfrentarse con Chile

SAINT-ÉTIENNE (Francia).– Música al palo, gritos de aliento, golpes de percusión contra lo que encontraran que hiciera ruido. Los jugadores argentinos salieron exultantes del vestuario en el e...

SAINT-ÉTIENNE (Francia).– Música al palo, gritos de aliento, golpes de percusión contra lo que encontraran que hiciera ruido. Los jugadores argentinos salieron exultantes del vestuario en el estadio Geoffroy Guillard de Saint-Étienne. Se festejó como si hubiera sido una final. Incluso se enojaron cuando algún periodista minimizó el resultado en función de la debilidad del rival. Un desahogo después de lo que fue la derrota con Inglaterra y 12 días difíciles. El triunfo resultó vital para seguir en carrera, pero no para disimular otro desempeño muy por debajo de sus capacidades individuales y colectiva. Acaso el estridente festejo sirva para exorcizar esos demonios que parecen atarlos y, al fin, recuperar el aura que caracteriza al seleccionado de los Pumas.

Tras unos días en esta ciudad, los Pumas vuelven a la calma de La Baule, la coqueta ciudad balnearia que se ha convertido en su hogar por los primeros cuarenta días del Mundial de Francia 2023. Del frío y la lluvia, al abrazo del sol y la playa. Ya no habrá traslados cansadores. Desde ahora hasta el fin de la primera rueda, serán locales. El regreso a las costumbres puede ser un bálsamo para que, al mismo tiempo, el equipo recupere la memoria rugbística, ausente durante los primeros dos partidos.

Las dos próximas escalas serán Nantes, a sólo 50 minutos por autopista desde La Baule. Es decir, los Pumas seguirán sintiéndose en casa. El próximo sábado, ante Chile; el domingo 8 de octubre, ante Japón. Salvo que Samoa le gane a los nipones y se abra así un abanico de posibilidades, son dos partidos que deben ganar sí o sí para clasificarse a los cuartos de final. Dos partidos que, independientemente de otros resultados, los argentinos deberían superar. Dos partidos, no obstante, disímiles uno del otro. El próximo, mucho más accesible, pero que entraña otros desafíos más allá del resultado y puede servir como plataforma para el segundo y decisivo.

Los Pumas tienen siete días por delante para preparar el clásico sudamericano, uno más que los chilenos. El trabajo en la semana será determinante, no tanto para afinar el sistema de juego y la estrategia (un poco sí) como para terminar de absorber la inyección anímica que significó la victoria y convertirla en un incentivo para recuperar la confianza y llevarlo a la cancha.

Después de viajar el sábado y hacer ejercicios regenerativos, los Pumas descansan el domingo y retomarán los entrenamientos el lunes. El miércoles es el día del ensayo doble turno de alta intensidad y el jueves vuelven a tener el día libre. Esta vez, por el hecho de jugar en Nantes, no tendrán que perder un día viajando. Se trasladarán sólo al Stade de la Beaujoire para el día del partido y para el captain’s run del viernes.

El encuentro ante Chile (a las 10 de la Argentina) representa una gran oportunidad para aquellos que están en competencia por un puesto y, quizás por escaso margen, todavía no vieron acción o lo hicieron durante minutos escasos. Cualquiera que esté con alguna molestia física será preservado. Es posible que Joel Sclavi y Tomás Lavanini estén en condiciones de reaparecer, pero si eso implica algún riesgo, van a descansar. Al mismo tiempo, hay titulares que necesitan ritmo de juego para estar al ciento por ciento y no saldrán del equipo.

Recordemos: Chile es un seleccionado que en la preparación cayó ante Argentina XV. Esto no significa que el partido va a ser fácil, pero sí que los Pumas tienen jugadores en el plantel que están en un nivel superior y un cambio de nombres no pone en cuestión su superioridad.

“Vamos a hacer un mix entre jugadores que necesitan tener ritmo de juego y otros que necesitan tener la oportunidad de jugar un partido, porque vienen demostrando en los entrenamientos que están en el mismo nivel que los que jugaron hoy”, dijo el entrenador Michael Cheika tras el encuentro ante Samoa. “Vamos a ver también cómo están físicamente, lo que necesitamos para encarar ese partido. El próximo partido es muy importante para nosotros. Sabemos que Chile va a poner todo, va a dar una batalla porque es un clásico de Sudamérica. Eso es bueno para nosotros. Cada partido es una guerra en un Mundial.”

Entre los jugadores que pueden tener la oportunidad de estar entre los 23 aparecen Jerónimo de la Fuente, Facundo Isa, Lautaro Bazán Vélez, Juan Imhoff, Rodrigo Isgró e Ignacio Ruiz. Su desempeño en la semana será importante para ganarse minutos de acción y, una vez adentro, llamar la atención de los entrenadores para ser considerados en el decisivo partido ante Japón.

“Todavía no tuvimos el informe del médico, porque fue un partido muy físico, pero a primera vista no hay nada más grande que los típicos golpes de un partido muy duro de rugby”, dijo Juan Martín Fernández Lobbe, entrenador asistente. “El domingo empezaremos a pensar en Chile. El plantel se entrena y compite de una manera en la que todos quieren estar entre los 23. Emociona ver cómo los que se quedan afuera siguen compitiendo y levantando la mano.”

El tema de la pareja de medios sigue siendo un dilema. Ante Samoa, Gonzalo Bertranou y Santiago Carreras jugaron uno de sus peores partidos desde que están en los Pumas. Tomás Cubelli y Nicolás Sánchez ingresaron al mismo tiempo, a falta de 15 minutos. No brillaron, e incluso durante su permanencia llegó el try de Samoa, pero cumplieron con la tarea de preservar la victoria. Entonces, ¿se los pone de titulares en busca de alternativas? ¿Qué pasa si juegan bien de cara al partido con Japón, que demandará otra exigencia? ¿Se mantiene a uno o los dos medios titulares para que, en el marco de un partido accesible, puedan lucirse y ganen en confianza? Bazán Vélez, que ingresó en los últimos minutos ante Inglaterra, también entra en esta ecuación.

Respecto de Carreras, Fernández Lobbe se mostró conforme con su actuación hasta aquí: “Desde el staff tenemos mucha confianza en él. Creemos que con altibajos está cumpliendo con lo que nosotros le pedimos. Si está jugando con la 10 es porque hoy en día es la mejor opción. Sentimos que está haciendo bien las cosas, que no está sintiendo la presión, que está buscando llevar a cabo la estrategia que planteamos en cada partido y tenemos mucha confianza en lo que puede hacer, tanto él como Nicolás Sánchez”.

Los Pumas están de regreso en La Baule, donde vuelve a reinar el status quo. Cuando empiece a rodar la pelota, algunas cosas empezarán a cambiar. Si eso ayuda a que recuperen su aura, bienvenido.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/rugby/los-pumas-vuelven-a-la-calidez-de-la-baule-y-preparan-cambios-para-enfrentarse-con-chile-nid23092023/

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