Un violento episodio ocurrió en un boliche de Mar del Plata a fines de junio, pero tomó estado público en las últimas horas. Sucedió en el local bailable Bruto, de Playa Grande, luego de que el personal de seguridad expulsara a un hombre por intentar robarse un frasco con propinas, actitud frente a la que este último se enojó y adoptó un temperamento impensado: volvió con una pistola de aire comprimido y les disparó a los patovicas, uno de los cuales sufrió un impacto de bala por el que casi pierde un ojo.

De acuerdo con el sitio local La Capital, el hecho se originó en la madrugada del sábado 24, cuando las autoridades del boliche decidieron echar al agresor -cuya identidad no trascendió- luego de que tratara de llevarse un recipiente con el dinero de las propinas de los empleados de una de las barras. En ese momento, el hombre no se resistió y fue retirado sin mayores complicaciones. De hecho, más tarde regresó a la entrada para reclamar una campera que había quedado en el establecimiento, que le fue devuelta.

Sin embargo, la situación dio un giro alrededor de las 4, cuando el sujeto volvió al ingreso del local bailable a bordo de su camioneta, se detuvo, bajó la ventanilla y comenzó a dispararles a los patovicas con una pistola de aire comprimido. En ese marco, uno de los balines de acero de 5 milímetros impactó en el pómulo derecho de una de las víctimas, identificada como Joaquín Bazán; otro golpeó en la cabeza a uno de sus compañeros y un tercero dio en el vidrio de la boletería.

Inmediatamente después del ataque, el agresor escapó en su camioneta modelo Honda CRV, cuyas patentes habían sido tapadas previamente para evitar su identificación. En tanto, Bazán empezó a sangrar y debió recibir asistencia médica. “No perdió el ojo de pura suerte”, aseguraron los profesionales que lo atendieron. También arribaron al lugar efectivos de la comisaría novena, que dieron inicio a la investigación del hecho.

A raíz de los testimonios recabados y del aporte de los datos del sistema informático del boliche, la Policía puso en marcha la búsqueda del principal sospechoso y pudo identificarlo. Así lo informaron voceros del caso y agregaron que para ello también se usaron las imágenes de las cámaras de seguridad del boliche y del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) de la zona de Playa Grande.

Según el citado medio, el agresor todavía no fue imputado penalmente ya que resta determinar qué tipo de lesiones sufrió la víctima para caratular el expediente. Con ese objetivo, la Fiscalía de Composición Temprana de Conflictos Sociales, a cargo de Graciela Trillor, ordenó diversos peritajes médicos. De certificarse que Bazán sufrió “lesiones leves”, el caso seguirá bajo su órbita. No obstante, si se establece que fueron “graves”, podría ser derivada a la fiscalía en turno.

Con relación a la salud de la víctima, se indicó que se espera que sea sometido a una cirugía el próximo lunes, dado que el balín de acero continúa alojado en su rostro y los médicos temen que pueda deteriorar su visión a futuro. “Está cerca de los nervios del ojo y además el acero se puede deteriorar y provocarle problemas de salud”, detallaron.