Sergio Massa arrancó el día con un anuncio que impacta directamente en los bolsillos, con medidas de alivio fiscal, en la previa a la carrera rumbo a las elecciones. Apenas horas después, Eduardo “Wado” de Pedro y Axel Kicillof se mostraron juntos en una inauguración en Tres de Febrero con una foto de alto contenido político: junto a ellos estuvo Malena Galmarini, titular de Aysa y esposa de Massa. Todo se dio a poco más de dos semanas del cierre de listas y apenas horas después de que 13 gobernadores hayan reclamado la designación de un candidato único.

En un escenario interno cada vez más tenso, mientras esto sucedía Daniel Scioli se mostraba en Pilar, y ayer sumó músculo político con la designación de Aníbal Fernández como apoderado. Esta tarde, el exgobernador y actual embajador insistirá en su decisión de participar en las próximas elecciones. Un planteo que tensa aún más el escenario. Al tiempo que Agustín Rossi rechazó la postura que los gobernadores comunicaron tras su encuentro en el CFI.

El primero en aparecer hoy fue Massa en Escobar, al mismo tiempo que Fernández en Pilar. La salida de Massa por los canales de noticias obturó que se transmitiera la del mandatario. Fernández, por su parte, compartió el acto con Scioli, a quien se le asigna un papel central para que la firma Whirpool invierta en Argentina y desde acá exporte a Brasil. Sin embargo, durante su exposición Fernández no nombró a Scioli, una omisión que no pasó inadvertida en las distintas terminales del Frente de Todos.

La relación de Massa y Fernández atraviesa momentos de extrema tensión y, según cuentan en la Casa Rosada, la sola mención del nombre de Scioli pone furioso al titular de Hacienda. Lo que se acrecienta porque el exgobernador y actual embajador está firme en su decisión de participar en las PASO, punto que desestima Massa, que busca evitar las primarias y que haya un candidato único. Este sábado habrá un congreso nacional del Frente Renovador, espacio de Massa y sus alfiles como Cecilia Moreau, quien ya le apuntó a Scioli.

En las horas posteriores a la omisión del nombre de Scioli, quien miraba atento a Fernández desde la primera fila del acto en Pilar, había quienes creían que la falta de mención pudo haber sido un guiño al exgobernador, porque sabe que mencionarlo puede ser más una complicación en el escenario actual, que otra cosa. En medio de las presiones por la posibilidad de una candidatura única, Scioli insistirá esta tarde con su voluntad de seguir compitiendo. Una señal clara que aumentará la tensión reinante.

En su aparición, que se llevó más atención que la del Presidente, Massa anunció que las escalas del monotributo aumentarán 41%, beneficiando a “más de cinco millones de contribuyentes”. Una medida de impacto directo en los golpeados bolsillos del electorado. Después de allí sumó una foto con el titular de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia. “Los argentinos somos capaces, como lo demostraron los amigos que fueron a allá lejos, a Qatar, y apretaron los dientes y cuando arreciaban las críticas y salieron adelante. Nosotros también: nos la bancamos y vamos a sacar adelante a la Argentina”, dijo el titular de Hacienda en busca de compararse con el seleccionado que obtuvo la Copa en Qatar 2022.

Precisamente Tapia, casi un totem dentro del oficialismo desde diciembre pasado, era con quien iban a mostrarse juntos públicamente la semana pasada Kicillof y De Pedro, lo que finalmente no pudo concretarse aún. Por lo pronto sí se juntaron ellos: el ministro y el gobernador, ambos de extrema confianza de Cristina Kirchner, aunque distintas en lo referente a Máximo Kirchner. Junto a ellos estuvo Malena Galmarini, en una foto de alto voltaje por estas horas.

De Pedro seguirá con su agenda esta tarde en Expo Escobar, donde Massa estuvo temprano. Los caminos se cruzan. Lejos de apariciones públicas, pero con Germán Martínez como jefe de campaña definido, Rossi trabaja en el armado de listas en el interior del país y en los próximos días se reunirá con referentes de 17 provincias. Por lo pronto, el jefe de Gabinete se expidió sobre la postura de los gobernadores. La consideró “un error histórico”.