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Massa pregunta por Milei

Santa Fe quitó transitoriamente del foco electoral a Unión por la Patria pese a la dura derrota sufrida frente a Juntos, que lo aventajó en las PASO por 35 puntos. La magnitud de la disputa entr...

Santa Fe quitó transitoriamente del foco electoral a Unión por la Patria pese a la dura derrota sufrida frente a Juntos, que lo aventajó en las PASO por 35 puntos. La magnitud de la disputa entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta por la candidatura presidencial es tal que consiguió opacar una probabilidad hasta ahora inédita. Esa coalición opositora podría gobernar el territorio que concentra el mayor número de electores después de las provincias de Buenos Aires y de Córdoba.

A juzgar por el antecedente de Juan Manuel López, ese rasgo de competencia eliminatoria podría repetirse el próximo domingo con la elección del intendente en la ciudad de Córdoba, aunque Bullrich y Rodríguez Larreta respalden a Rodrigo De Loredo, el candidato que podría imponerse al oficialista Daniel Passerini. El jefe del bloque de diputados de Elisa Carrió comparó un eventual gobierno de Bullrich con la libre interpretación de la crisis de 2001 efectuada en una miniserie de televisión.

Carrió realizó una cruda confesión al respaldar a López. “Mi voz ya no se escucha”. Uno de los efectos más negativos de esa polarización sobre una de las aliadas en las que Rodríguez Larreta depositó mayor expectativa proselitista. Y una diferencia significativa con el protagonismo que tuvo en aquellos días retratados arbitrariamente por la ficción. Esa pérdida de la influencia testimonial quedó expresada con el desempeño de la Coalición Cívica en las PASO de Santa Fe, donde compitió por fuera de Juntos. Eduardo Maradona, su candidato a gobernador, obtuvo 30 mil votos.

Muy lejos de los más de 800 mil que sumaron Maximiliano Pullaro y Carolina Losada. Dirigentes radicales vinculados a Pullaro y a Bullrich retomaron ayer el diálogo en el Congreso. A Pullaro se le reconoce haber privilegiado los intereses de cada cacique de la UCR para trabar alianzas que le permitieron ampliar su base territorial. José Corral es uno de esos casos. Pullaro le cedió el primer lugar en la lista de diputados provinciales.

El extitular del comité nacional reporta a Ernesto Sanz, arquitecto del acuerdo con Patricia Bullrich del radicalismo que no responde a Gerardo Morales. Pullaro es uno de los principales dirigentes de Evolución, la corriente que lidera Martín Lousteau. Una transversalidad de intereses que ayudaría a comprender el cuidado recíproco que se prodigaron Bullrich y Pullaro en la campaña. También el esfuerzo de ambos para recuperar a Carolina Losada.

Sus candidatos a intendente se impusieron en las principales ciudades: Rosario, Santa Fe, Rafaela, Reconquista, Santo Tomé, Rufino y Las Rosas. La agenda de Pullaro y Bullrich tiene como prioridad la fiscalización de la elección general. Aunque el gobernador Omar Perotti haya sido el candidato más votado a diputado, históricamente quien resulta elegido gobernador consigue tener la mayoría de esa cámara legislativa. Parece más difícil que el peronismo pierda gravitación en el Senado, cuyos representantes se eligen por departamentos.

El oficialismo sostiene su ilusión de retener el gobierno en las supuestas penurias que las primarias le acarrearía a la oposición. Una instancia de la que está liberado Sergio Massa. Nadie cree que Juan Grabois sea competencia. Algo que convence a sus dirigentes en acelerar la campaña electoral recién después del 13 de agosto, cuando sepan con quién competirá. Al ministro de Economía lo intranquilizaría el devenir de la Libertad Avanza.

“¿Cómo está Milei?” es la pregunta recurrente que efectuó esta semana en sus recorridas. La especulación entre los intendentes es que la merma de votos que sufre Milei es capitalizada por Bullrich. Los sondeos alimentan esa incertidumbre. Un 40 por ciento del electorado no expresa afinidad con ninguna fuerza política y otro 35 por ciento mantiene indeciso su voto. A ese entorno propicio para desvelos se le atribuye la aparición de mesas que promueven la candidatura de Milei en zonas inesperadas del conurbano.

Los intendentes se imputan unos a otros el encomio de sostener ese esfuerzo. En apariencias, una tenacidad más fácil de coordinar que otras. Resulta llamativa la escasez de actos organizados para Massa en la Tercera Sección. El sur y el este del conurbano son bastiones del peronismo. Hasta ahora solo los hubo en La Matanza y Quilmes, municipios que controla Cristina a través de los intendentes Fernando Espinoza y Mayra Mendoza. La dirigente de La Cámpora aseguró que optó por creerle a Massa porque “está en juego el destino” del país. Aunque no se privó de recordarle su promesa de “barrer con los ñoquis” de la Cámpora. La organización que ella integra. Junto a Wado De Pedro, Axel Kicillof, Máximo y Martín Insaurralde, Massa tendría que haber participado el martes de la inauguración de un paso bajo nivel en Lomas de Zamora. Finalmente, ninguno de ellos asistió.

Algunas versiones vincularon las ausencias al malestar provocado por otras en Tigre el 14 de julio, durante la entrega de notebooks que llevó adelante Malena Galmarini. Insaurralde habría merodeado la zona, pero desistió de ir cuando supo que no lo haría Massa. El jefe del Gabinete le arrebató a la Dirección General de Escuelas (DGE) la distribución de computadoras. El titular de esa cartera, Alberto Sileoni, rechazó suplir a Insaurralde, como le pidieron de urgencia los organizadores: el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y Compromiso por Tigre, la ONG que lidera la titular de AySA. Kicillof había advertido que permanecería lejos de Tigre como en toda su gestión. Una muestra de la tensión por la disputa en Tigre entre Massa y Galmarini con el intendente Julio Zamora.

La conducta de Kicillof es extraña. Debería preocuparle que Massa tenga una intención de voto inferior a él. Fue la causa para que suplante a De Pedro como candidato a presidente, que rechazó asumir el gobernador. Un círculo vicioso que vuelve inolvidable el malestar con él de Cristina y de Máximo. El mismo efecto que la resolución 253 del ministerio de Medio Ambiente sobre el incendio que el 9 de julio destruyó el depósito que los cartoneros de Juan Grabois tenía en Villa Fiorito.

Firmada tres días después del siniestro que investiga la UFI N° 3 a cargo de los fiscales Gerardo Loureiro y Santiago Latorre, esa resolución le otorga 30 millones de pesos al municipio de Lomas de Zamora para atender la emergencia del incendio que los cooperativistas calificaron de intencional ante los móviles de televisión. La ministro de Medio Ambiente es Daniela Vilar, dirigente de La Cámpora y estrechamente ligada a la diputada nacional Natalia Zaracho, mano derecha de Grabois en Villa Fiorito.

Vilar es la esposa de Federico Otermín, titular de la Cámara de Diputados bonaerense y elegido por Insaurralde para sucederlo como intendente. Efectivos policiales impidieron que el 9 de julio los cooperativistas agredieran a Emiliano Baloira y Lucas Mordarelli, secretarios de Medio Ambiente y de Seguridad de Lomas de Zamora presentes en el depósito incendiado.

Para la consultora Infocus, Grabois tendría 5 puntos de intención de voto en todo el país. La pregunta sin respuesta todavía es cómo haría para transferirlos a Massa luego de las PASO. “Si cierro el acuerdo con el FMI, soy el único candidato a presidente”, le confió Massa a un intendente tras asumir el ministerio de Economía. El exceso de optimismo que le atribuye su entorno podría condicionar todos los factores de su cálculo. Y, por supuesto, el resultado.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/massa-pregunta-por-milei-nid21072023/

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