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Micro festejos con macro impacto

Hace unas semanas me tocó trabajar con un equipo comercial de una gran compañía que tuvo un año muy complejo. Las grandes metas, los objetivos y planes para este año no se alcanzaron y esto ll...

Hace unas semanas me tocó trabajar con un equipo comercial de una gran compañía que tuvo un año muy complejo. Las grandes metas, los objetivos y planes para este año no se alcanzaron y esto llevó a un clima de desmotivación y frustración en profesionales que, a pesar de haber trabajado duro, se toparon con una coyuntura global y local muy desfavorable. Clientes más hostiles, una cadena de pagos y de ventas trabada y un contexto en el que la incertidumbre es quien manda, fueron la moneda diaria. Pero el equipo trabajó y trabaja duro, intentó e intenta nuevas estrategias y se juntó a reflexionar para tomar envión para el año que viene ¿No les parece que aún sin los resultados esperados hay mucho por celebrar y agradecer? ¿Pueden ser esas celebraciones momentos para valorar y reconocer su esfuerzo especialmente en tiempos turbulentos?

Los límites de nuestra experiencia personal

La complejidad económica, política y social reinante, nos tiene a millones de personas alrededor del mundo examinando opciones sobre cómo invertir nuestro tiempo, energía y capital social. Además, buscamos obtener más valor de nuestros trabajos. Gartner llama a esto “The Human Deal”, algo así como el “trato humano” que esperamos conseguir tanto de nuestro desarrollo profesional como personal, que va mucho más allá del reconocimiento económico justo. Gartner marca cinco componentes de ese valor: conexiones más profundas, que significa sentirse comprendido a través de conexiones familiares y comunitarias, no solo relaciones laborales. Flexibilidad radical, que es sentirse autónomo en todos los aspectos del trabajo, no sólo en cuándo y dónde se realiza. El tercero es crecimiento personal, sentirnos valorados a través del crecimiento como persona. Cuarto, bienestar holístico, sentirnos cuidados, que se persiga un bienestar integral y finalmente, que haya un propósito compartido, que es sentirse involucrado en la organización al tomar acciones concretas e intencionadas, no solo a través de declaraciones corporativas. “La intención de dejar o permanecer en un trabajo es sólo una de las cosas que la gente cuestiona como parte de la historia humana más amplia que estamos viviendo”, dice Caitlin Duffy, directora de investigación de Gartner. “Se podría llamarlo la ‘Gran Reflexión’. Es fundamental ofrecer valor y propósito e ignorar este cambio es una actitud miope. Muchos han desarrollado un nuevo sentido de autoconciencia y valor, y no olvidarán fácilmente si se han sentido infravalorados.

Aún en tiempos turbulentos, o justamente en el medio de ellos, tener micro festejos, celebraciones, reconocimientos y expresarlo puede tener un macro impacto en quien lo recibe. No podemos torcer una coyuntura asfixiante, pero tenemos el poder de convertir el metro cuadrado que nos toca en un lugar más amable. Lo necesitamos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/micro-festejos-con-macro-impacto-nid14102023/

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