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Muerte en el Delta: los acusadores pidieron condenar al único imputado, que le echó la culpa al conductor de la lancha embestida

Expectantes, decenas de familiares y allegados de ambas partes colmaron el auditorio de los tribunales de San Isidro para presenciar los alegatos del juicio por la tragedia ocurrida hace siete año...

Expectantes, decenas de familiares y allegados de ambas partes colmaron el auditorio de los tribunales de San Isidro para presenciar los alegatos del juicio por la tragedia ocurrida hace siete años y medio en el Delta del Paraná, cuando el choque de dos lanchas produjo la muerte de Manuel, el hijo del dirigente radical Federico Storani; de la madre del chico, María de los Ángeles Bruzzone, que viajaban en la embarcación embestida, y de Javier Gotti, que iba de la embarcación comandada por Pablo Torres Lacal, el único acusado por el hecho ocurrido en las aguas de Tigre la noche del 31 de marzo de 2016.

Se dio el contrapunto que se esperaba. El Ministerio Público y la familia de las víctimas coincidieron en calificar el hecho como un “triple homicidio con dolo eventual”. La fiscalía pidió 12 años de prisión para Torres Lacal y la querella, 13.

La defensa, en cambio, pidió la absolución de Torres Lacal al considerar que no cometió ningún delito. No solo eso: cargó la responsabilidad del hecho sobre el conductor de la lancha en la que iban Manuel Storani y su madre, de quien dijeron que había sido “negligente” en la navegación y en sus maniobras ante la incidencia.

En primer turno, el fiscal Diego Callegari, en una exposición efusiva, afirmó que “no hay dudas de que Torres Lacal es el autor penalmente responsable”, que navegaba “a máxima velocidad, con poca visibilidad” y que tuvo una “conducta criminal y un desprecio por la vida”.

Consideró que “Torres Lacal tuvo alertas antes del siniestro y no le importaron”, por lo que pidió que se le aplique una pena acorde al “triple homicidio con dolo eventual”.

Remarcó: “El accidente se evita, y acá Torres Lacal embistió, no fue un imprevisto”. Y continuó: “Tenía conocimiento de que podía matar a alguien; él no sufrió el dolor, él lo provocó. En su aventura homicida mató a dos personas”. Y agregó: “Este hombre no tenía idea de cómo navegar de noche, es un inexperto”.

Contrariando lo sostenido por la defensa, el fiscal sostuvo que el conductor de la lancha Mad II, Lucas Sorrentini, “no venía por mala vía, él intentó prevenir el abordaje, navega hace 40 años, es patrón de yate”, y agregó: “La Shark II iba a 60 kilómetros por hora, eso no es una velocidad segura de navegación con poca visibilidad”.

La querella pidió la detención

A su turno, los representantes legales de Federico Storani en la querella pidieron, además de la condena a 13 años de prisión, la inmediata detención de Torres Lacal, por el riesgo de fuga.

Los abogados Carlos Acosta, Juan Cruz García y Martín Tipitto enfatizaron que en los siete años y medio que el juicio tardó en realizarse se enfermaron y murieron testigos y peritos de la causa. Responsabilizaron a la defensa: “Quisieron que la gente se canse, que bajen los brazos”. Y afirmaron: “En este juicio oral se enriqueció la prueba”.

Sobre el hecho, y sobre la forma en la que navegaba la lancha conducida por el acusado, Acosta argumentó: “Venían endemoniados, fue absolutamente imprevisible. Torres Lacal mintió al decir que venía despacio, mintió al decir que había arreglado su lancha y que no había hecho zigzag. También lo hizo con la visibilidad y su intoxicación. Se cansó de mentir y de enmascarar las cosas. Torres Lacal no hizo vigilancia visual y auditiva durante su navegación”.

El letrado reveló que “en su historial médico, el acusado reconoció que tomaba dos botellas de vino por semana y consumía cocaína y marihuana”. Y sostuvo que “Torres Lacal no podía desconocer que las conductas que tomó matan. Sabía que lo que iba a hacer mata. Asumió el riesgo y los posibles resultados. No quiso matar Torres Lacal, pero aceptó que podía matar. Es el único responsable, condujo de manera irracional”.

En tanto, para explicar la maniobra de Sorrentini de cambiarse de carril previa al impacto, Acosta sostuvo: “El misil les apuntó, y el instinto humano es huir de la agresión”.

Los dardos de la defensa

La defensa, a cargo de Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, puso el foco, precisamente, en el derrotero de la otra lancha y en las acciones que tomó su timonel, Lucas Sorrentini, que era pareja de María de los Ángeles Bruzzone y conducía la embarcación Mad II de regreso de una cena por un festejo de cumpleaños en una isla del Delta cuando se produjo el letal choque en el canal vinculación del Río Luján.

“Negamos rotundamente las acusaciones. No hay responsabilidad penal de Torres Lacal. El choque se da porque la lancha Mad II estaba en mala vía. Debía estar en su mano en un inicio y haberse tirado a su derecha. No detuvo su marcha al ver el imprevisto y tampoco hizo señales sonoras o lumínicas. La conducción de Lucas Sorrentini no fue segura, y estaba obligado a tomar medidas que no tomó. Fue negligente, no respetó las normas RIPA”, enfatizaron.

“La decisión justa es incómoda”, expresaron ante el tribunal. “Nos han estigmatizado: no representamos al demonio. Se construyó un monstruo”, sumó Rusconi.

“El dolo es planificación, eso es imposible, en este caso, no se puede forzar la ley”, argumentó el defensor, que acusó a la querella de “tergiversar los tiempos y las distancias” del siniestro. “Se seleccionó un culpable y no hay pruebas suficientes”, sostuvieron, para pedir la absolución de Torres Lacal y oponerse al planteo de la eventual prisión preventiva.

“Torres Lacal estuvo a derecho. Rige el principio de inocencia y el arraigo a su familia implica que el riesgo de fuga no existe”, opinaron.

Al momento de tomar la palabra, Pablo Torres Lacal dijo, con voz quebrada: “No soy lo que describen. No me fugaría, amo a mi familia”. Luego, se realizó masajes en el pecho, sobre su corazón.

Los jueces Alberto Ortolani, Sebastián Urquijo y Gonzalo Aquino, del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de San Isidro, especificaron que la resolución justa requiere un análisis integral de la prueba, donde la interpretación de la reconstrucción del hecho será una de las claves. Y adelantaron que darán a conocer el veredicto el 17 de noviembre próximo, a las 13.

Al término de los alegatos, Federico Storani dijo a LA NACION: “Es una personalidad compleja la del acusado, mintió mucho”.

Y cuando se le preguntó qué opinión le merecían las últimas palabras de Torres Lacal, dijo: “No hizo ninguna alusión a las víctimas, nunca las mencionó y tampoco me pudo mirar a los ojos”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/seguridad/muerte-en-el-delta-los-acusadores-pidieron-condenar-al-unico-imputado-que-le-echo-la-culpa-al-nid10102023/

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