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Mujeres por la paz

Apenas tres días antes del atroz ataque de Hamas a Israel, el 4 de octubre pasado, con escasa repercusión pública internacional, miles de mujeres del movimiento feminista israelí Mujeres que lu...

Apenas tres días antes del atroz ataque de Hamas a Israel, el 4 de octubre pasado, con escasa repercusión pública internacional, miles de mujeres del movimiento feminista israelí Mujeres que luchan por la paz (WWP, según su sigla en inglés) y la asociación palestina Mujeres del Sol se encontraron en el mar Muerto en una manifestación histórica que reunió a hebreas, musulmanas y cristianas.

El papa Francisco hizo llegar su mensaje espiritual de apoyo, pidiéndole a Dios que conceda a estas mujeres serenidad, inteligencia y perseverancia. En la bandera de la marcha se leía: “Madres israelíes y palestinas cambiando realidades”, una aspiración compartida respecto de sumar mujeres en la toma de decisiones políticas para trabajar por la paz. Hablamos de una causa claramente feminista pues las mujeres y los niños son víctimas principales de cualquier guerra. El movimiento WWP surgió en el verano de 2014 durante la escalada de violencia entre Israel y los palestinos. A la fecha suma más de 44 mil miembros.

El brutal ataque de Hamas del 7 de octubre conllevó la desaparición de Vivian Silver, una de las fundadoras de WWP, y la muerte de otras. “Cada madre, judía y árabe, da vida a sus hijos para verlos crecer y florecer, no para tener que enterrarlos. Es por eso que, aun hoy, en medio del dolor y sintiendo que ha colapsado la creencia en la paz, extendemos una mano de paz a las madres de Gaza y de la orilla oeste”, rezó el comunicado de la organización.

La canción “Oración de las Madres” de la cantante y compositora Yael Deckelbaum, se estrenó en 2016 cuando 4000 mujeres mujeres judías y árabes se sumaron a la “Marcha de la Esperanza”, desde el norte de Israel a Jerusalén, para congregarse en Qasr el Yahud (en el norte del mar Muerto). Contaron con el acompañamiento de la ganadora del Premio Nobel de la Paz Leymah Gbowee, que llevó a finalizar la Segunda Guerra Civil de Liberia en 2003, con la fuerza conjunta de las mujeres.

Distintas expresiones en estos días se dirigen a recordar a los que aún permanecen como rehenes. En Tel Aviv, el museo de arte exhibió una desgarradora “Mesa de Shabbat vacía” y en las afueras del Parlamento Británico unos 30 cochecitos clamaron por los 30 niños y bebés israelíes aún secuestrados.

La vigencia de la plegaria de las madres se agiganta en estos aciagos días, cuando tantas aguardan noticias de sus hijos y tantos hijos, de sus madres: Un susurro de viento oceánico está soplando desde lejos: “Entre el cielo y la tierra hay personas que quieren vivir en paz. No te rindas, sigue soñando con paz y prosperidad. ¿Cuándo se derretirán los muros del miedo? ¿Cuándo regresaré del exilio? Y mis puertas se abrirán para lo que es realmente bueno. (…) Del norte al sur, del oeste al este, escucha la oración de las madres. Traedles paz. Traedles paz”.

Más que nunca los hombres y mujeres de buena voluntad deben escuchar aquellas voces que claman en medio del dolor y el enfrentamiento. Honremos a estas mujeres y su indiscutido compromiso para hacer de la paz una realidad.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/editoriales/mujeres-por-la-paz-nid06112023/

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