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No está terminado y ya trae problemas: una virtud inesperada del 6G que será un dolor de cabeza militar

En la Argentina estamos a las puertas de la inauguración del 5G, si las operadoras que brindan servicio en el territorio nacional participan de la ...

En la Argentina estamos a las puertas de la inauguración del 5G, si las operadoras que brindan servicio en el territorio nacional participan de la licitación a la que llamó el Gobierno a fin del mes pasado (algo que sigue en duda, porque no están de acuerdo con los pliegos). Pero en el resto del mundo, el 5G ya es una tecnología de conectividad móvil establecida: las primeras redes comenzaron a funcionar en Corea del Sur a principios de 2019. Así que ya están pensando en la versión superadora: la sexta generación de conectividad móvil (el 6G), y llevan unos años trabajando en esta tecnología.

La intención es que esté terminada para 2028 (es decir, ocho o nueve años después de que se comience a usar el 5G a nivel mundial). Por supuesto, entre sus virtudes está un mayor ancho de banda y una menor latencia para habilitar el uso del metaverso y otros servicios de realidad virtual. Y también (pero como algo inesperado, claramente) la detección de submarinos sumergidos.

Al menos, eso asegura el South China Morning Post, citado por el medio especializado Interesting Engineering. Según ese medio, un grupo de investigadores chinos demostró cómo se puede usar una antena 6G portátil para detectar las vibraciones minúsculas que genera en el agua un submarino sumergido, irradiando la superficie del mar con ondas de radiofrecuencia que se ubican en los terahertz, a mitad de camino entre las microondas y las frecuencias infrarrojas. Es decir, frecuencias muy altas: la AM transmite en kilohertz, la FM en megahertz, el 4G/5G y Wi-Fi en gigahertz, el 6G en terahertz; entre una categoría y la otra se multiplica por mil la cantidad de oscilaciones por segundo, lo que va reduciendo la potencia de las frecuencias más altas, pero aumenta su capacidad para transportar información (por eso la AM tiene baja calidad de audio, pero mucho alcance, e inversamente el 5G requiere de más antenas porque tiene menos alcance, pero puede transmitir más información).

El uso de dispositivos que emiten señales de radio a esa altísima frecuencia ya se usan en aeropuertos como alternativa a los rayos X para detectar objetos bajo la ropa; ya hay varias demostraciones que confirman que frecuencias más bajas (las del Wi-Fi, por ejemplo) se pueden usar para detectar una persona a través de una pared. En todos los casos, lo que los sistemas miden es cómo las ondas de radio son afectadas por una interferencia (como una persona o la estructura de un submarino), y reconstruyen el tamaño y posición del objeto a partir de esas interferencias.

En este caso, un submarino bajo el agua genera “ruido” que se propaga por el agua y llega a la superficie marina; puede ser invisible al ojo humano, pero sensible para las antenas de un transmisor creado para esta tarea; según los investigadores, el dispositivo fue capaz de diferenciar una ola de las olitas creadas por la brazada de una persona. La tecnología 6G (o, al menos, la transmisión de información en radiofrecuencias que se midan en terahertz) también permitiría, según estos investigadores, las comunicaciones submarinas entre naves, con vínculos directos entre las embarcaciones.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/tecnologia/no-esta-terminado-y-ya-trae-problemas-una-virtud-inesperada-del-6g-que-sera-un-dolor-de-cabeza-nid06092023/

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