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Novak Djokovic, campeón en París: un récord que crece y la “relación especial” con el público francés, después de los abucheos

Novak Djokovic transformó en una rutina lo que es un logro enorme para la mayoría de sus colegas del mundo del tenis. El serbio se consagró campeón por séptima vez del Masters 1000 de París, ...

Novak Djokovic transformó en una rutina lo que es un logro enorme para la mayoría de sus colegas del mundo del tenis. El serbio se consagró campeón por séptima vez del Masters 1000 de París, último torneo de la temporada en esta categoría del tour masculino. Lo logró incluso con holgura, al derrotar al búlgaro Grigor Dimitrov por 6-4 y 6-3. El máximo favorito había tenido que sufrir con trabajosos partidos de tres sets en sus encuentros previos -frente a Tallon Griekspoor, Holger Rune y Andrey Rublev-, pero en la definición no tuvo problemas para asegurar su séptima coronación en el Omnisports de Bercy.

Con su triunfo en la capital gala, Djokovic amplió a 40 trofeos su marca como máximo ganador en la categoría Masters 1000, un récord en el que ahora tomó más distancia sobre Rafael Nadal (36), su escolta; mucho más atrás quedaron Roger Federer (28), Andre Agassi (17) y Andy Murray (14). Además, extendió a 18 partidos su invicto desde julio pasado. La derrota contra Carlos Alcaraz fue su última derrota; desde entonces, no perdió. Ganó 30 de sus últimos 31 encuentros.

También llegó a 97 títulos en el circuito ATP, ya instalado en el podio histórico, y empieza a acercarse a los 103 de Federer y a los 109 del máximo ganador, Jimmy Connors. En lo que va del año sumó seis coronas, en Adelaida, Australian Open, Roland Garros, US Open y los Masters 1000 de Cincinnati y París. Y todavía falta el ATP Tour Finals (ex Masters), que comenzará el domingo próximo en Turín.

Con todos estos números, Djokovic quedó a un paso de ser el primer jugador en la historia en alcanzar las 400 semanas como número 1 y para terminar la temporada en lo más alto del ranking por octava vez en su carrera, ya superado el récord de 6 años como líder que había acumulado Pete Sampras en los años noventa.

Dimitrov, el 17° del ranking, había renacido en la capital francesa, pero no pudo darle un final feliz a su gran semana. Con pasado como número 3 del mundo, el búlgaro tiene 8 títulos, pero su último trofeo fue el Masters que ganó en 2017, su mejor temporada, en la que también ganó su única final en un Masters 1000, en Cincinnati, y era conocido como Baby Federer, por algunas similitudes con el juego del suizo. Este domingo se despidió de Bercy entre lágrimas, aplaudido por el público, pero sin contar siquiera con algún break-point frente a un Djokovic intratable, que selló su victoria en una hora y 38 minutos.

“Muchas gracias, son el mejor público del mundo”, bromeó en francés el número 1, en referencia a los abucheos que recibió y el apoyo para sus rivales en esta semana. “La relación ha sido, podemos decir, especial, pero gracias de todos modos. Por esta energía que se creó, hoy estoy aquí”, destacó el serbio durante la ceremonia de premiación.

En la definición, todo iba parejo hasta que Dimitrov dejó un revés en la red. Así llegó el primer quiebre del partido y el único del primer set, lo suficiente para darle al serbio la luz de ventaja necesaria. Djokovic había llegado a París sin actividad en un mes y medio y con un virus estomacal que lo tuvo a maltraer. Pero Dimitrov, que llegaba con todo a la definición después de cosechar excelentes triunfos sobre Daniil Medvedev (3º) y Stefanos Tsitsipas (6º), se vio atenazado frente a un adversario que no tardó en hallar puntos vulnerables sobre su estético revés a una mano. Mientras el serbio no fallaba casi nada, el búlgaro cerraba el primer set con 19 errores no forzados.

Con un Djokovic más eficaz que brillante, y un Dimitrov que no lograba mostrar el mismo nivel alcanzado en los cotejos previos, el resultado de la final se hizo previsible. El número 1 del mundo, que tenía sobre los hombros tres batallas de casi tres horas entre el jueves y el sábado, esta vez no necesitó pisar el acelerador. Los 15.000 espectadores en el Omnisports alentaron a Dimitrov, a la espera de un duelo épico que nunca llegó; del otro lado, el serbio mantenía el juego de los días precedentes, pidiendo más ruido y gritos en su contra.

Dimitrov intentó cambiar la dinámica en el segundo set, pero no encontró resquicios en un Djokovic muy sólido. El serbio quebró más pronto, en el quinto game, y se dirigió sin apremios hacia una nueva consagración. Como ya se hizo habitual en París, Djokovic alzó los brazos como vencedor, y Dimitrov sólo atinó a taparse el rostro con la toalla, sin poder evitar el llanto por un sueño que se le escapó frente al mejor de todos.

“Ha sido increíble poder ganar con todas las circunstancias desafiantes que tuve en esta semana. Básicamente, ganar después de haber estado al filo de perder en tres partidos, el jueves, el viernes y el sábado. Estuve muy cerca, podría haber perdido cualquiera de esos encuentros, pero de alguna manera encontré una energía extra cuando más lo necesitaba”, remarcó el séptuple campeón en París. “La final fue un partido cerrado, como lo indica el resultado, pero es otra gran victoria para mí. Estoy muy orgulloso por lo que he conseguido, considerando todas las dificultades que tuve durante la semana”, agregó Nole.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/tenis/novak-djokovic-campeon-en-paris-un-record-que-crece-y-la-relacion-especial-con-el-publico-frances-nid05112023/

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