El mercado laboral está en plena transformación: en un entorno cada vez más complejo, exige el desarrollo de nuevas habilidades. La creciente demanda de estilos de liderazgo más colaborativos e inclusivos refleja un gran cambio respecto al enfoque de gestión en décadas anteriores. Esto requiere no sólo trabajar con nuevas reglas, sino además conocer y entender a la nueva generación de talentos que crece en una era de información veloz, con una necesidad constante de diferentes estímulos, sobre todo si se tienen en cuenta las transformaciones de los negocios impulsadas por el cambio digital.

Según el psicólogo organizacional Adam Grant, autor y docente de la Escuela de Negocios de Wharton, un buen líder es aquel que “posee la capacidad de despertar en los demás la inspiración, motivándolos a ir más allá de lo que creían posible”. Además, comprende la importancia del aprendizaje constante, impulsando a su equipo a adquirir nuevos conocimientos y habilidades para enfrentar los desafíos con confianza.

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Pero va por más: los nuevos liderazgos no sólo inspiran y educan; también animan a la acción. Quien lidera se convierte así en un catalizador de crecimiento y transformación, guiando a su equipo e impulsando a quienes lo integran a convertirse en las mejores versiones posibles de sí mismos.

Para ser líder hoy no basta sólo con ser, también hay que parecer. Si queremos motivar a las nuevas generaciones para que sigan nuestros pasos y se sientan inspirados, no alcanza con que tengamos habilidades de liderazgo: también tenemos que mostrarnos auténticos.

El cambio de paradigma impuesto por la pandemia dejó una serie de factores que inciden en un mercado laboral en transformación que plantea grandes desafíos

Ser y parecer líderes nos ayuda a transmitir confianza, integridad y pasión por lo que hacemos, y capta el interés de aquellos que están empezando su camino. Cuando nuestras acciones y palabras están en sintonía, generamos un impacto positivo en quienes nos rodean y creamos un ambiente propicio para el crecimiento y el desarrollo.

El cambio de paradigma impuesto por la pandemia dejó una serie de factores que inciden en un mercado laboral en transformación que plantea grandes desafíos. Esto incluye desde preferencias laborales cambiantes y un contexto económico signado por una mayor incertidumbre, hasta el avance de la transformación digital y la particularidad de transitar un año electoral.

En este escenario, nos encontramos frente a un nuevo liderazgo en constante evolución, que debe responder a las demandas de un entorno altamente cambiante y que implica flexibilidad, influencia positiva, brecha de habilidades y escasez de talento, trabajo híbrido, habilidades blandas, relevancia entre los vínculos empleador-empleado y que ubica, sobre todo, a las personas -y los equipos- en el centro. Estamos frente a nuevos líderes para nuevos tiempos. Quienes quieran ser protagonistas, deberán reunir -si no todas- gran parte de estas habilidades.

El autor es director general de Protección de Cultivos de Syngenta para Latinoamérica Sur