Jorge Almirón afrontará esta noche, ante Palmeiras, uno de los partidos más importantes en su carrera como DT. El entrenador que alcanzó su punto máximo de reconocimiento cuando ganó los títulos con Lanús, en 2016 y llegó a la final de la Copa Libertadores 2017, ahora puede relanzar su carrera si llegara a clasificar a Boca a la final de la Copa Libertadores o... por el contrario, condicionar su futuro en la entidad de la Ribera para 2024.

Boca, obsesionado por obtener su séptima Copa Libertadores, al punto que por ese motivo puso suplentes en el último superclásico que perdió el domingo ante River por 2-0, visitará esta noche a Palmeiras en San Pablo en el partido revancha de las semifinales en el que pondrá en juego prácticamente toda la temporada. Luego de haber empatado sin goles en La Bombonera la semana pasada, Boca irá en busca de un éxito que lo deposite en la final a partir de las 21.30 en el estadio paulista Allianz Parque.

Cada decisión que tomó Almirón en Boca lo pudo acercar al éxito o a la derrota. Pero tratándose de una situación especial, esta vez el entrenador les confirmó el equipo a los jugadores cerca de las 13.15. Habitualmente lo suele hacer cerca del arranque de los partidos, dentro del vestuario, pero esta vez Almirón entendió que necesitaba darles confianza a los futbolistas. Los veía tensos, algo nerviosos antes del almuerzo. Y allí fue cuando decidió darles a conocer el equipo, para que se vayan a descansar a las habitaciones ya “imaginando” los eventuales cruces que en el desarrollo podrían darse.

Así fue que, de boca de Almirón, el plantel escuchó la formación en un esquema 4-4-2: Chiquito Romero; Luis Advíncula, Jorge Nicolás Figal, Marcos Rojo y Frank Fabra; Cristian Medina, Pol Fernández, Equi Fernández y Valentín Barco; Miguel Merentiel y Edinson Cavani.

Se trata del mismo equipo que empató sin goles en la Bombonera ante el conjunto brasileño, que hizo un buen partido y que mereció ganar. Sólo le faltó el gol. Y si bien eso debería ser un apoyo para que el entrenador no sorprenda y se tome como lógica la decisión de repetir el equipo de la primera semifinal de la Copa Libertadores, tratándose de Almirón nunca se sabe. En sus 36 partidos como DT xeneize, había utilizado 35 formaciones distintas. La única vez, hasta esta noche, en la que había repetido el equipo fue ante Racing y Colo Colo.

La lupa estará puesta sobre todo en las realidades de Figal y Rojo, quienes no llegan a este encuentro en las mejores condiciones físicas. Por eso no habría que descartar que en algún momento ingrese Nicolás Valentini, el central de muy buen rendimiento, que pasaría a ser una especie de jugador número 12. Lo mismo para Bruno Valdez, en caso de que deba ingresar un central diestro por Figal.

Jorge Almirón es mirado de reojo no sólo por los hinchas de Boca sino también por el Consejo de Fútbol comandado por Juan Román Riquelme por las decisiones y volantazos que fue tomando en las últimas semanas, sobre todo, cambiando de esquemas tácticos y nombres constantemente, con un malestar que se profundizó con la derrota del domingo en el superclásico con River (2-0). Es cierto que el clásico le cayó en el medio de la serie con Palmeiras por la Copa Libertadores, pero Almirón recibió muchas críticas por su planteo.

La gran apuesta de Boca será pasar a la final, donde ya espera Fluminense, que este miércoles eliminó a Inter (equipo dirigido por Eduardo Coudet) al imponerse como visitante por 2-1 sobre el final. En el partido de ida, habían igualado 2-2 en Porto Alegre.