Patagonia: por qué de la ópera chilena programada por el Cervantes apenas llegó el “perfume” al Centro Cultural de la Ciencia
A las 20 del viernes pasado, en la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes, no hay actividad. Hasta hace dos semanas, dicho espacio era el lugar para el estreno de la ópera de cámara P...
A las 20 del viernes pasado, en la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes, no hay actividad. Hasta hace dos semanas, dicho espacio era el lugar para el estreno de la ópera de cámara Patagonia en la que se narra el encuentro entre los aonikkenk (tehuelches, en castellano) y los conquistadores españoles de la expedición de Hernando de Magallanes. Estrenada en 2022 en el sur de Chile, el montaje de Sebastián Errázuriz, Rodrigo Ossandón y Marcelo Lombardero, con dirección musical de Errázuriz sería la primera producción operística del país transandino en estrenarse en Buenos Aires. Desde la perspectiva del Cervantes, era el único estreno previsto para esa sala María Guerrero en lo que se refiere a la temporada internacional. Pero nada de eso terminó sucediendo. Sin que mediara explicación, las autoridades del Cervantes –que depende del Estado nacional– trasladaron el montaje de Patagonia al auditorio del Centro Cultural de la Ciencia, C3, de Palermo. Como claramente el ámbito no es el adecuado, ya que el espacio no está pensado para un montaje de este tipo, se presentó en versión de concierto, pero con el elenco original.
Ese viernes, una gran cantidad de público (muchos de ellos llegados de Chile) esperan ingresar a la sala. En el hall del imponente centro cultural hay varias mesas destinadas para algo así como una feria de la ciencia (en definitiva, el ADN del lugar). En el medio de ese ámbito también hay una pantalla en donde se ven imágenes de Patagonia en su versión original y unos maniquíes con el vestuario de los seis intérpretes de esta ópera de cámara sin cartel indicativo.
Minutos antes de la función, sube a escena Marcelo Lombardero, exdirector del Teatro Colón y del Argentino de La Plata, que se encargó de la dramaturgia y la puesta en escena. “Será una muestra parcial de la ópera, una versión en concierto. Como es una música dramática, claramente no la podemos entregar solamente en concierto. Por eso queríamos dar un perfume de la idea de puesta en escena que les va a dar a ustedes la posibilidad de imaginar este mundo que hemos querido recrear”, apunta, tratando de aclarar la traslación entre lo prometido y lo real. “Y como no hay programa de mano” –según añadió– se encargó él mismo de presentar a los once músicos y a los seis intérpretes, entre cantantes y actores llegados del país vecino.
Días antes de esta versión de Patagonia, con todo el elenco en Buenos Aires y todo lo necesario para montar la obra a disposición, LA NACION le consultó la dirección del Cervantes, que preside Gladis Contreras junto a Jorge Dubatti, por el cambio de escenario y de formato. “Por el éxito de Salvajada se extendió la temporada, lo cual se reprogramó Patagonia al auditorio del C3, sala que no permite contener la versión original de la ópera, pero sí la versión de concierto”, fue la respuesta oficial. Y ante la búsqueda de mayores precisiones, se aclaró desde el Cervantes que desde el lunes último hasta el jueves 12 están programados el montaje, un ensayo, y otras funciones de distintos organismos estables (de hecho, este viernes Emiliano Dionisi estrenará Comunidad, a cargo del Ballet Folklórico Nacional).
La explicación oficial hace pensar que el (merecido) éxito de Salvajada tuvo un costo importante para el estreno local de esta ópera de cámara coproducida por el Teatro del Lago y Teatro Bío-Bío que recibió el premio del Círculo de Críticos de Arte de Chile como mejor montaje de ópera de la pasada temporada; y el premio Ópera XXI, de España, como mejor nueva producción latinoamericana, entre otros. En 2024, Patagonia tendrá destino europeo en grandes salas del continente. Claro, en su formato original.
Músicos, cantantes y actores dieron lo mejor de sí para que el público porteño pudiera apreciar esta propuesta de enormes resonancias. Y aunque sala de C3 no está preparada para la puesta de luces necesaria ni tampoco para albergar a las estructuras escenográficas de la puesta original, los talentosos músicos y los intérpretes lograron imponer la carga dramática de una trama cargada de traiciones, idiomas (el tehuelche se articula con el castellano con o sin acento español), amor, usurpaciones y la defensa del territorio y las costumbres del pueblo originario basada en hechos históricos de 1520 de inquietantes ecos en la actualidad y de un fuerte contenido político. Al final de esta versión de concierto, que fue apoyada con proyecciones del paisaje patagónico como sucede en el original, músicos, cantantes y actores se ganaron un merecido aplauso por parte del público.
Patagonia hizo funciones hasta el domingo en el Centro Cultural de la Ciencia (o el llamado C3). Durante esas tres noches, en la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes no hubo actividades abiertas al público.