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Preocupante: la tasa de indigencia por poco no se duplicó en medio año en Neuquén.

Catorce de cada cien neuquinos viven en la indigencia, mientras la pobreza alcanza al 36 por ciento de la población. El golpe a los ingresos.

Las estadísticas empiezan a reflejar impactantes efectos de la crisis de la economía sobre los niveles de pobreza e indigencia en la población. En Neuquén la pobreza creció seis puntos y la indigencia por poco no se duplicó respecto a los registros del segundo semestre del año pasado.

Incluso hubo un desmejoramiento notorio de la situación en torno a la producción de Vaca Muerta. El mayor golpe en la economía local lo sintió el sector más vulnerable de la pirámide social. La movilidad resultó negativa para gran cantidad de pobres que cayó en la indigencia, pasó de tener problemas para llevar adelante la casa a tener problemas para comprar la comida básica.

En Neuquén y Plottier la pobreza llegó al 36,6%. Es la tercera tasa más baja considerando las 24 jurisdicciones del país, casi veinte puntos inferior a la determinada para todo el país. Solamente la ciudad de Buenos Aires con 26,4% y el conglomerado pampeano Santa Rosa y Toay con el 36,2% presentaron indicadores más bajos que Neuquén en esta materia.

A la vez, la indigencia creció hasta un preocupante 14% en Neuquén y Plottier. En este ítem tuvo más jurisdicciones con mejor desempeño: con entre 13 y 14% de indigencia se ubicaron el conglomerado Viedma y Carmen de Patagones; el Gran Paraná, y Río Cuarto.

La zona oeste tiene los asentamientos más pobres.

La zona oeste tiene los asentamientos más pobres.

En Río Gallegos la indigencia llegó al 11,8%, mientras que en Ushuaia y Río Grande alcanzó el 11,2%; en Mar del Plata y Batán tocó al 10,2%; en San Luis y El chorrillo, al 9%, y en la Ciudad de Buenos Aires al 8,5%.

La pobreza e indigencia nacional

El índice general de indigencia a nivel nacional llegó al 20,3%, mientras el de pobreza se ubicó en el 54,9%. En el cuarto trimestre de 2023 la pobreza comprendía al 45,2 por ciento de la población, y la indigencia al 14,6.

Las cifras surgen del análisis de la base de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, a cargo del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina.

El Gran Resistencia es aglomerado con más pobres entre los medidos por la Encueta Permanente de Hogares en todo el país. El 79,5 de los habitantes es pobre y el 38,6 es indigente en la capital chaqueña y los aledaños.

En contraste con el semestre previo

Los datos de pobreza (36,6%) e indigencia (14%) son más grandes que los registrados en el segundo semestre del año pasado. Entonces, el 30,8% de los neuquinos vivía en la pobreza y el 7,6% en la indigencia.

La pobreza e indigencia se miden en función de los ingresos frente a los costos de la vida completa (pobreza) o la sobrevida con la alimentación mínima (indigencia). La fortísima devaluación de diciembre, que redundó en un salto de la inflación mensual del 25%, causó la caída masiva de personas a la pobreza y la indigencia.

En los últimos meses, la avanzada inflacionaria frenó el ritmo, pero hilando fino se notan desequilibrios en los incrementos de precios según la canasta de productos y servicios se elija.

Sebastian Fariña Petersen

En el caso del costo para no ser pobre o indigente en Neuquén, el índice que existe no es oficial. El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) estima la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA) en base al Índice Barrial de Precios, que surge de un relevamiento en los almacenes de barrio.

Una familia neuquina necesitó 989.051 pesos para no ser pobre y 437.633 para no ser indigente en mayo de 2024, un 4,89% más que en abril. La CBT mostró un incremento mensual del 9,74%, significando esto un costo real de $989.051 para una familia promedio de 4 integrantes.

La aceleración de los costos de las canastas del ISEPCi da una idea del proceso que perjudicó a sectores grandes de la población con el desmejoramiento del modo de vida a niveles de pobreza e indigencia.

Más actividad, con crisis del poder adquisitivo

El deterioro del poder de compra de los ingresos de la población se contrapone con el desempeño de la economía provincial, que presenta tasas de actividad, empleo y ocupación de las más altas que ha tenido desde que hay mediciones. En este sentido, el desempeño de la economía de la provincia es mejor que en la Patagonia y el país.

En el primer trimestre de 2024, en el aglomerado Neuquén-Plottier, la tasa de actividad, que expresa la relación entre la población económicamente activa (PEA) y el total de la población registró un valor de 50,9%.

La tasa de empleo -es decir personas ocupadas en relación a la población total-, se ubicó en 47,6%. En cuanto a la tasa de desocupación, personas que no tienen ocupación, están disponibles para trabajar y buscan empleo activamente dentro de la PEA, marcó 6,4%.

Otro espejo

El comportamiento del consumo da pelos y señales del impacto de la crisis: en mayo, las ventas de los supermercados de Neuquén a precios constantes perdieron 5,7% respecto a las del mismo mes del año pasado. Los clientes de las cadenas supermercadistas hicieron su propio ajuste por quinto mes consecutivo en la provincia.

En términos constantes, el ticket promedio presentó una caída del 6,6% respecto al del mismo mes del año anterior. Cayeron las ventas de carne un 3,6% y las de verduras un 3,8%. Los electrónicos tuvieron ventas 36% más acotadas que hace un año y las bebidas 17% más pequeñas.

La debacle del consumo en el inicio del año era previsible para el conjunto de los analistas económicos, incluso en Neuquén, que tiene un diferencial histórico en materia de demanda de comida y demás procutos ofrecidos por los supermercados.

La duración de la recesión del consumo era discutida cuando se concretó la devaluación de diciembre del año pasado, recién asumido el gobierno nacional libertario liderado por el presidente Javier Milei.

El paso de los meses y la producción de datos de los órganos de estadísticas confirman que al menos hasta el quinto mes del año no había señales claras de la demanda sobre una potencial recuperación en marcha.

Los números interanuales siguen siendo negativos. La variación a la baja acumulada en los primeros cinco meses llegó al diez por ciento. Es decir, vendieron los supermercados nueve pesos de cada diez que habían facturado el año pasado de enero a mayo, inclusive.

Fuente: LM NQN

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