Mientras la cuenta regresiva para los octavos de final de la Copa Libertadores sigue corriendo y el foco parece puesto en un mercado de pases que tiene más movimiento para las salidas que para las incorporaciones, el calendario le marcaba a Racing una siempre complicada cita por la Copa Argentina. Mucho para perder, poco para ganar. Sin embargo, la Academia se hizo fuerte de entrada ante San Martín de Tucumán, en Córdoba. Aunque el resultado terminó apretado, fue un buen triunfo por 2 a 1, con goles de Gonzalo Piovi y Jonathan Gómez, que le sirvió para avanzar a los octavos de final, donde espera al ganador del cruce entre Huracán e Instituto.

Un paso importante para el equipo de Fernando Gago, que llega a los nueve partidos consecutivos sin caídas (cuatro victorias, cinco empates). Después de meses persiguiendo la ya inalcanzable versión de 2022, ahora Racing parece haber encontrado una nueva identidad. Lejos de aquel brillo, con cinco defensores incluso ante un cuadro de una categoría inferior, reencontró ciertos movimientos automatizados con la pelota.

El tanto que abrió el partido fue un zurdazo potente -otro- de Gonzalo Piovi. El marcador central es uno de los motivos por los que la Academia se mantiene a flote en este irregular 2023. Junto a Gabriel Hauche es el goleador del equipo. Marcó siete tantos en 23 partidos: tres de penal, dos de tiro libre y dos de jugadas. Ante San Martín de Tucumán, Piovi jugó como carrilero por izquierda, una función que no es la habitual de él, al igual que la de goleador. Sin embargo, en un equipo plagado de juveniles y sin grandes estrellas, el zurdo ganó en ascendencia. La Academia terminó jugando en Córdoba con Tomás Avilés, Santiago Quirós, Catriel Cabellos, Agustín Ojeda y Tomás Pérez, seis juveniles que debutaron durante el ciclo de Gago.

“La Copa Argentina es muy importante para Racing. En el campeonato quedamos lejos, hay que ser realistas. Seguimos en las Copas. Trataremos de ir a buscar el partido con lo mejor nuestro”, había anunciado Gago. Y cumplió, con los futbolistas que tiene a mano en un plantel diezmado.

Y no podía descuidarse. La Copa Argentina es una competición que le resulta esquiva desde que resurgió en 2012. En esa primera edición la Academia llegó hasta la final. El título fue para Boca. A partir de ahí, en la década que corrió desde aquel subcampeonato, Racing es el equipo grande que más veces quedó eliminado ante rivales que juegan en una categoría inferior a la Primera División.

Fueron cinco. En 2013, el verdugo fue Tristan Suárez (0-1, en San Juan); en 2014 el golpe se lo dio el Argentinos Juniors de Juan Román Riquelme (0-1, en Huracán); en 2018 cayó contra Sarmiento de Resistencia (0-1, en Banfield); en 2019 el batacazo lo dio Boca Unidos por penales; y el año pasado fue la recordada eliminación ante Agropecuario (1-2, en Jujuy). En esta temporada, se sacó de encima a San Martín de Formosa y a San Martín de Tucumán. Ya está en los octavos de final. Y mantiene la ilusión de llegar lejos.

Más temprano, Defensa y Justicia venció ajustadamente y con mucho esfuerzo por 1-0 a Centro Español, que milita en la Primera D, en el arranque de los octavos de final de la Copa Argentina. Rodrigo Bogarín marcó el único tanto del Halcón, en un partido jugado en el estadio de Gimnasia y Esgrima La Plata. Centro Español, que venía de dar el golpe al eliminar en la etapa anterior a Tigre, consiguió incomodar a un rival ubicado entre los mejores de la Liga Profesional. Incluso, pese a jugar con diez por la expulsión de Ezequiel Gayoso, en la segunda parte le generó más de un susto al equipo de Florencio Varela. En los octavos de final, el Halcón espera al vencedor del cruce entre Banfield y Estudiantes de Río Cuarto, que se medirán el jueves 3 de agosto.