Serie A: Paulo Dybala seguirá con su idilio en Roma, mientras que Ángel Di María y Leandro Paredes cerraron un capítulo gris en Juventus
Fue una semana de emociones fuertes para Paulo Dybala y Roma. El miércoles, el cordobés marcó el gol en la final de la Europa League y aguantó hasta que pudo, ya que no estaba plenamente recupe...
Fue una semana de emociones fuertes para Paulo Dybala y Roma. El miércoles, el cordobés marcó el gol en la final de la Europa League y aguantó hasta que pudo, ya que no estaba plenamente recuperado de una lesión en un tobillo. En el final, con el triunfo de Sevilla por penales, Dybala rompió en llanto de tanto descontento. Sensaciones opuestas.
Este domingo, en la última fecha del calcio, el estadio Olímpico de Roma ardió, por más de un motivo. En primer lugar, desde las tribunas siguió la escalada contra el inglés Anthony Taylor, árbitro de la final de la Europa League, duramente cuestionado por José Mourinho después del partido en Budapest. Ese día se difundieron imágenes del entrenador portugués profiriendo gruesos insultos contra la terna arbitral y las autoridades de la UEFA en el estacionamiento del estadio.
Los hinchas tomaron la posta de Mourinho en las tribunas, donde colgaron una bandera insultante: “Taylor fucking shame” (puta vergüenza). También hubo un apoyo irrestricto al equipo con otras banderas: “No hay derrota que pueda dañar nuestra fe. ¡Vamos Roma Vamos!”. “143 minutos de batalla... Honraron a Roma y a nuestra camiseta. Gracias…”. “Mou, Roma está contigo”.
La caldera volvió a activarse durante el encuentro, especialmente en el final, cuando Dybala marcó un penal a los 45 minutos del segundo tiempo, para el 2-1 sobre Spezia, que con la derrota descendió. El agónico triunfo le significó a Roma la clasificación para la Europa League de la próxima temporada. Con el último suspiro le quitó el pasaje a Juventus, que, pese a superar 1-0 a Udinese, deberá conformarse con la Europa League.
Tras una salida de Juventus que en un principio lo afectó anímicamente, Dybala volvió a sentir estímulos positivos en Roma, hasta completar una temporada satisfactoria. Mourinho lo pidió y lo respaldo desde el primer momento. Los tifosi le dieron una bienvenida que solo está destinada para los elegidos. La conexión se estableció desde el comienzo. A pesar de que los planteos de Mou no son muy ambiciosos en ataque, la Joya conformó un triángulo ofensivo sincronizado y eficaz con Lorenzo Pellegrini y el inglés Tammy Abraham.
El momento de más incertidumbre fue cuando, a poco más de 60 días para el Mundial, sufrió un desprendimiento muscular que parecía poner en duda su participación en Qatar, donde finalmente llegó y hasta marcó un penal en la definición de la final ante Francia.
En Roma completó un curso con 12 goles en 25 presencias por Serie A; cinco en 11 por Europa League, y uno en dos por Copa Italia. El idilio inicial con los hinchas se reforzó durante la temporada. Este domingo festejó el gol y la clasificación de cara a la tribuna. Tras el encuentro, respondió a la pregunta sobre su continuidad: “¿Que si me voy? Tengo dos años más de contrato aquí, no hay mucho que decir. Los hinchas son increíbles. Incluso hoy, después de perder una final, es difícil apoyar al equipo, pero estuvieron con nosotros, como todo el año. Se merecían celebrar esta clasificación a Europa”. Es la décima temporada consecutiva que Roma ingresa en una competencia continental.
Para retener a Dybala (29 años), Roma debe activar la cláusula de aumento de sueldo anual de 3,8 millones de euros a seis. En caso contrario, Dybala podría irse si un club italiano oferta 20 millones de euros por su pase, o 15 millones si es del extranjero.
También parece despejada la continuidad de Mourinho, que no estuvo en el banco de los suplentes por una suspensión. Tras el final, el director técnico ingresó al campo y dio una vuelta con gestos a la tribuna que se interpretaron como una permanencia.
“𝐈𝐎 𝐑𝐄𝐒𝐓𝐎 𝐐𝐔𝐈”
“𝐘𝐎 𝐌𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐃𝐎 𝐀𝐐𝐔𝐈́”pic.twitter.com/v6peJNnEzz
Ángel Di María y Leandro Paredes ingresaron en el segundo tiempo del triunfo 1-0 de Juventus sobre Udinese, en la última fecha del calcio. Si bien todavía no hay anuncio oficial, es un hecho que ninguno de los dos continuará en la Vecchia Signora. Fideo no renovará el contrato que había firmado por un año; el volante, vencido el préstamo, regresará a Paris Saint Germain.
El balance es regular para Di María, y malo para Paredes. Tampoco Juventus tuvo una temporada favorable, con los sobresaltos por las irregularidades contables que finalmente le costaron un descuento de 10 puntos en la Serie A. En la Champions, no pasó la etapa de grupos y en la Europa League fue eliminado por Sevilla en semifinales. También se quedó en el camino en la Copa Italia.
Ninguno de los dos argentinos campeones del mundo sintonizó bien con el entrenador Massimiliano Allegri. Peor en el caso de Paredes, que arrancó muchos partidos en el banco de los suplentes (fue titular solo en ocho de las 25 presencias). Disputó solo 966 minutos y en algún momento de la temporada hizo trascender su malestar por la escasa consideración.
Di María tuvo más participación, aunque en una función poco habitual, de media-punta, en una posición centrada, detrás del atacante más adelantado. Por todas las competencias oficiales acumuló 39 cotejos, con ocho goles y siete asistencias. Tampoco compartió algunos de los criterios del entrenador.
Ahora ambos deberán buscar club. Di María tiene interés específico en continuar en un club europeo, y hubo algunos indicios de parte de Benfica -su club de entrada a Europa, donde jugó tres años, entre 2007 y 2010-, y Galatasaray. De regreso a Francia, Paredes se sentará a negociar con Paris Saint-Germain, que no lo tiene en los planes para la próxima temporada.