En un día soleado y con viento tranquilo, lo mejor que puede hacer un amante de la pesca deportiva es salir de expedición y disfrutar la jornada en medio del mar. Esto fue lo que pasó por la mente de un habitante de Nueva Escocia, en Canadá, el fin de semana pasado, cuando se disponía a buscar su próxima presa sin imaginar que el destino le tenía preparado un encuentro inolvidable con la naturaleza. Pescó un enorme tiburón blanco.

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Rick Austin, un experimentado pescador de lubinas, se había hecho la idea de capturar algunos ejemplares de los peces que habitan esta zona del océano Atlántico, entre Estados Unidos y Canadá. Pero lo que sucedió ese día superó todas sus expectativas. Todo quedó captado en video y fue así como, más adelante, pudo saber de qué se trataba.

En las imágenes se ve que, mientras rema tranquilamente en su kayak, el hombre lanza la caña de pescar con la esperanza de atrapar una lubina rayada, pero de inmediato se percata que lo que muerde su anzuelo no es un pez de tamaño regular. De repente, siente una fuerza descomunal e inusual que tira de su línea.

“¡Esto es bastante grande! Sí, es bastante grande”, exclama el pescador mientras maniobra para controlar su emoción y los instrumentos de pesca. En un fragmento del video se ve cómo la especie se acerca a su embarcación y él se sorprende porque ve el gran tamaño: “Oh, Dios mío. ¡Oh, Jesucristo!”.

Aunque sabía que lo que había pescado era enorme, el residente de la costa de Nueva Escocia tuvo momentos de confusión mientras intentaba identificar al animal que se movía bajo el agua. Por un momento pensó que tenía a un delfín o a una marsopa común, pero eso le generó una gran preocupación dado que la pesca de estos animales está severamente castigada en las aguas canadienses.

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Con la adrenalina al máximo, el pescador se encontraba en una encrucijada: por un lado, no quería cometer una falta al lastimar a un animal protegido, pero por otro, no podía dejar escapar la oportunidad de capturar un espécimen tan raro. Pese a la confusión del momento, Rick dejó de lado la ambición y decidió cortar la línea de pesca para dejar libre al animal marino sin causarle daño.

Días después, todavía con dudas sobre la identidad del animal, compartió las imágenes del suceso con la comunidad de pescadores de Nueva Escocia. Su finalidad era obtener opiniones al respecto y terminó impresionado. Un grupo de biólogos del Acuario de Nueva Inglaterra y del Departamento de Biología Integrativa de la Universidad de Guelph le confirmaron que se trataba de un gran tiburón blanco, una especie rara, pero cada vez más frecuente en las costas de Canadá.

Mientras las lubinas que suelen pescarse en esta región alcanzan un máximo un metro de largo y un peso de cinco kilos, los científicos estimaron que el tiburón que estuvo a punto de capturar Rick Austin medía aproximadamente 2,5 metros y pesaba alrededor de 100 kilos.