Sol Pérez se casó con Guido Mazzoni: todas las fotos de la emotiva unión civil
Llegó el día tan esperado para Sol Pérez y G...
Llegó el día tan esperado para Sol Pérez y Guido Mazzoni. La pareja dio el sí este miércoles, a las 17.15, en una ceremonia realizada en el registro civil ubicado en la calle Uruguay, en ciudad de Buenos Aires. La periodista Pía Shaw fue una de las testigos por el lado de la novia, quien posó radiante para los flashes y quien le dio un efusivo beso a su marido.
Sol lució un vestido largo blanco, ceñido al cuerpo, el cabello suelto peinado hacia un costado y un ramo de colores discretos. Guido, en tanto, eligió un elegante saco gris, camisa blanca y un pantalón negro, con lentes negros como accesorio.
La panelista y el abogado habían realizado previamente una ceremonia íntima de la que formaron parte familiares de ambos y cuyas imágenes compartió la propia Sol en sus redes sociales.
“Sí, acepto. Una partecita de lo que fue la bendición. Fue algo súper íntimo con los papás de Guido, mis papás, hermanos y un testigo de cada parte. Preparándonos para lo que va a ser el casamiento el 25/11″, apuntó la ex “chica del clima”, en alusión al festejo que se llevará a cabo el sábado, a partir de las 17.30, en el country La Reserva de Cardales.
Para la primera ceremonia, Pérez optó por un look sobrio, como ella misma compartió con sus fieles seguidores: “Estoy en pijama, ya me hice el pelo, me maquillé y este vístete conmigo es para ir a casarme”, comenzó diciendo en relación a su sección, y añadió: “Hoy es un día que tenemos que ir a la iglesia para recibir la bendición. Es como muy familiar, nuestras familias y un testigo de cada parte. Hace mucho calor, así que algo sencillo, pero de color blanco”, contó la panelista, quien conoció al abogado y dueño de una cadena de gimnasios en 2019.
“Él me escribía por Instagram desde 2016 y me invitaba a que fuera a entrenar a su gimnasio y como nunca le contestaba, me ‘chamuyaba’. Con el tiempo empezó a hacer chistes y ahí sí le contesté, porque no estaba muy conforme con el entrenamiento que estaba haciendo en ese momento y acepté su invitación de ir a entrenar a su gimnasio para probar y ver qué onda”, le contó Pérez a LA NACION durante una entrevista en la que mencionó a la periodista Sandra Borghi como celestina: “Fue como un Cupido entre Guido y yo. Mucho de mi relación con mi novio se lo debo a ella, porque empezó a entrenar en el gimnasio y yo le decía que él me encantaba, y ella iba y me averiguaba qué onda y me decía que Guido me iba a invitar a salir. ¡Una genia!”, expresó la ex panelista del debate de Gran Hermano.
Sin embargo, Pérez contó que inicialmente Guido parecía no prestarle atención. “Yo iba a entrenar con todas las ganas porque él me encantaba, pero no me daba bola”, recordó Pérez en el programa Flor de equipo.
“Me insistió mucho para que fuera a entrenar a los gimnasios que tiene con sus hermanos, pero nunca quise porque siempre entrené sola, hasta que un día fui y me re copó el entrenamiento. Guido nunca se me tiró, aunque me gustaba y nos llevábamos muy bien. Hasta que un día me mandó un mensajito a las tres de la mañana y rompió la barrera profesor-alumna. Yo estaba en un lugar de la costanera comiendo, muy tarde, en un boliche y le mandé una foto con un amigo. Me parece que eso lo puso un poquito celoso”, reconoció la ganadora de The Challenge.
A partir de ese momento, empezaron a pasar muchas horas del día disfrutando de la compañía mutua: “Fueron dos meses de un entrenamiento personal diario en el que inevitablemente compartíamos mucho tiempo juntos, y nos empezamos a conocer bien. Después de la primera cita, las cosas fluyeron. Estamos juntos casi desde el día del primer chape y a los dos meses empezamos a convivir”, contó Pérez sobre la celeridad con la que se desarrolló el vínculo que hoy se formalizó.
Por otro lado, Pérez también fue muy sincera respecto a una crisis que lograron superar y esa reconciliación llegó cuando debieron vivir bajo el mismo techo por la cuarentena por la pandemia de coronavirus.
“La convivencia nos unió y juntos afrontamos el desafío de no ver a nuestros padres por precaución. Al pasar tanto tiempo juntos, nos conocimos bien y cada uno descubrió en el otro su verdadera identidad. Porque cuando te mostrás de una manera que no sos, en la convivencia se nota y ese no fue nuestro caso. Tenemos una relación sana, no nos invadimos, no nos hacemos escenas de celos, no tenemos conflictos. Y no discutimos. Si hay alguna mala contestación, se arregla en el momento”, amplió Sol y agregó: “Guido fue mi puntapié para empezar a hacer terapia porque quería una relación en serio, llevarme bien. Disfrutamos mucho de la pareja y tenemos ganas de ser padres algún día”.