Puede que sean de la realeza, pero viajan en clase turista y sin escoltas a la vista. Se trata de Zara y Mark Tindall, la primera, hija mejor de la princesa Ana de Reino Unido. La pareja viajaba desde Niza al aeropuerto londinense de Heathrow cuando los demás pasajeros notaron quiénes eran, y las fotos no se hicieron esperar.

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Los viajeros notaron la presencia del matrimonio incluso cuando todavía no habían abordado el avión. Los Tindall estuvieron en Francia para la celebración del Gran Premio de Mónaco. En una de las imágenes se pudo ver a la nieta mayor de la difunta reina Isabel II sentada en un asiento con la cabeza apoyada en el respaldo, mientras su esposo usaba el teléfono celular.

Una vez que abordaron, hubo más fotos. La exdeportista olímpica y el exjugador de rugby fueron fotografiados cuando ubicaban sus asientos dentro del avión. Zara procuraba encontrar su lugar, mientras que Mike se encargaba de organizar el equipaje de mano y colocarlo en los compartimientos superiores de la nave.

De acuerdo con la opinión que The Sun recogió de algunos viajeros presentes, les sorprendió que el matrimonio hubiese elegido viajar en clase económica, cuando bien podrían pagar por asientos más exclusivos. “Todo el mundo dejó que se ocuparan de sus asuntos. Hablé con Mike, fue muy amable, aunque estaba un poco cansado, probablemente por una fiesta posterior a la Fórmula 1″, dijo un pasajero, mientras que otro expresó que “alcanzó a tomarse una selfie con él antes de que subiera al avión”, según consignó el diario.

Lejos de ocupar un lugar importante en la línea de sucesión al trono, la vida diaria de los Tindall es tranquila. A diferencia de sus primas Beatriz y Eugenia (las hijas del príncipe Andrés y Sarah Ferguson) que tienen títulos nobiliarios, Zara no tiene ningún rango y no es una alteza real y sus tres hijos tampoco. Todo es producto de una decisión de la princesa Ana, quien renunció a que tanto a su hija como a Peter (su hermano) se les concediera ningún título, aunque tenían derecho a ello al ser nietos de la reina.

La renuncia a sus títulos reales les permitió, en opinión de la hija de Ana, poder desarrollar vidas normales. De hecho, Zara siempre ha expresado su felicidad por esta decisión de su madre, y en varias oportunidades explicó que le ha dado la oportunidad de ser libre y de demostrar de lo que es capaz sin necesidad de que la gente se fije en su apellido.

“Tengo mucha suerte de que mis padres decidieran no usar el título. Crecimos e hicimos todas las cosas que nos dieron la oportunidad de hacer”, sostuvo Zara en una oportunidad.

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Actualmente, muy atrás quedaron los rumores de infidelidad que rondaban a la pareja hace poco más de una década, cuando apenas comenzaban su vida como esposos. Desde entonces, el matrimonio es uno de los más estables y aparentemente felices de la familia real inglesa.

Tanto Zara como Mike estuvieron presentes en la coronación de los reyes Carlos III y Camilla, a principios de este mes en Londres.