Somos como niños. Creemos que el siglo en el que vivimos es toda la realidad, que las cosas siempre fueron como son ahora. Es cierto que nos han tocado tiempos especiales, de progreso vertiginoso y cambios paradigmáticos. Pero miren el hombre de la foto, vestido como en el siglo XVII para La Gran Jornada de los Disfraces, en Maincy, cerca de París. Suena pretérito, pero es el siglo de Newton y Kepler. Es decir, de la gravitación universal, el movimiento de los planetas, el cálculo infinitesimal y la mecánica clásica. Luego de milenios de observar la realidad con el ojo desnudo, en ese siglo empezamos a usar el telescopio y el microscopio, entre otros gracias a dos grandes: Galileo y van Leeuwenhoek. Más nombres poderosos: Leibniz, Descartes, Pascal, Huygens, Fermat y Boyle. Un tiempo turbulento en el que la civilización se adaptaba nuevas reglas de juego y a nuevos horizontes. Como hoy y tan distinto a hoy.