Durante muchos años, George Clooney se mantuvo firme en su idea de no querer casarse ni tener hijos. Sin embargo, un día llegó a su vida la abogada especialista en derecho internacional y derechos humanos Amal Alamuddin y se enamoró perdidamente. Según contó alguna vez el ex soltero de oro de Hollywood, años después de su increíble boda celebrada en 2014 en Venecia, decidieron que era hora de que semejante felicidad pudiera “ser compartida”.

Hoy, sus hijos, los mellizos Ella y Alexander, de 6 años, son la perdición absoluta de la pareja. Y, aunque jamás los exponen públicamente, Clooney sí se muestra muy orgulloso cuando cuenta lo divertidos que son, cuánto lo hacen reír y que ya hablan tres idiomas.

Por estos días, la familia completa está disfrutando de unas jornadas de descanso en Italia. El lunes 31, por ejemplo, se los vio a los cuatro muy felices a bordo de una embarcación paseando por el lago di Como, donde Clooney tiene una propiedad. Tal como se puede ver, los chicos salieron parecidísimos a su papá.