Un joven de 27 años que trabajaba como recolector de basura en Maryland logró graduarse de la Facultad de Derecho de Harvard, luego de mucho esfuerzo. Desde chico vivió en condiciones precarias, en las que faltaban los servicios básicos en su casa. Sin embargo, nunca se dio por vencido. Junto a su papá y su hermano mayor hizo todo lo posible para continuar con sus estudios. Entre enfermedades de su familia y la falta de recursos económicos, ahora se graduó con un trabajo asegurado en un estudio de abogados de Nueva York.

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La mamá de Rehan Staton los abandonó cuando él tenía apenas ocho años, por lo que su padre se quedó a cargo de sus hijos, con Rehan y Reggie, según información de la universidad. Para poder mantenerlos tenía hasta tres trabajos a la vez, pero eso no era suficiente para sacar a flote el hogar y a los dos niños. Rehan intentó ayudar desde el deporte, con una carrera en taekwondo y boxeo, pero no pudo continuar por una lesión el hombro.

Aun así, siguió esforzándose en la escuela con la esperanza de sacar a su familia adelante. “Tenía hambre en clase. No tenía comida, calefacción o electricidad en casa”, declaró para la página web de Harvard. Después de terminar el secundario, consiguió un trabajo en una empresa de basura y sus compañeros lo motivaban a seguir superándose. Fue así que entró a la Universidad Estatal de Bowie y luego se transfirió a la Universidad de Maryland.

No obstante, el camino era todavía complicado, especialmente porque su papá tuvo un derrame cerebral y Reggie tuvo que renunciar a su vida para trabajar y hacerse cargo de los gastos de la casa. Al mismo tiempo, Rehan recolectaba basura por las mañanas y después se iba a la escuela. Todos esos esfuerzos tuvieron su recompensa cuando se graduó de la clase de pregrado en Maryland, dado que aplicó a nueve facultades de derecho y en cinco lo aceptaron, incluida la de Harvard.

Además, su historia se hizo viral en ese momento, por lo que cientos de personas quisieron ayudarlo para que pudiera asistir a la prestigiosa universidad. Entre los voluntarios estaba el actor Tyler Perry, quien se ofreció a pagar la matrícula y gracias a eso el joven pudo vivir un proceso universitario más relajado en cuanto a los gastos.

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Ahora, Rehan está agradecido con todas las personas que contribuyeron para que pudiera hacer su sueño realidad. Desde su perspectiva, haberse graduado fue un triunfo compartido con todos sus seres queridos. “Estaba rodeado de personas que se preocupaban lo suficiente por mí. Tenía un jefe que me dejaba salir del trabajo, ir a la escuela y volver. Tenía un primo que me ayudaba a estudiar. Mi papá sacrificó mucho por mí y mi hermano. Podría seguir en esta lista, pero simplemente tuve suerte y la aproveché al máximo”, aseveró.

Ahora que se graduó, fue contratado por un despacho de abogados en Nueva York y es probable que su vida de carencias termine. Sin embargo, siempre estará bien conectado con sus raíces. Por eso, organizó un festejo en abril para reconocer a los conserjes y trabajadores de servicio por mantener su escuela en funcionamiento. Luego fundó la organización The Reciprocity Effect, con el objetivo de honrar a otros trabajadores en universidades e instituciones corporativas.