Las historias de cambios de residencia que implican a California y Florida son cada vez más comunes. Una mujer que vivió un evento traumático en el Estado Dorado, se mudó a Florida por el costo de vida y después de comparar el manejo en cada área de la pandemia de Covid. Ahora reside en el Estado del Sol, una mudanza de la que, afirma, “no se arrepiente”, porque se enamoró de su nueva ciudad.

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El estado de California es el más poblado de Estados Unidos. No obstante, en los últimos años, sus residentes han buscado nuevos lugares para establecerse. Uno de los sitos elegidos por los excalifornianos es Florida, que experimentó el mayor aumento de población en 2022, con 319 mil nuevos habitantes, según datos de la Oficina del Censo de EE.UU, de estos más de 50.000 llegaron desde el Estado Dorado.

Vivió en California y ahora está enamorada de Florida

Los Angeles Times realizó a finales de noviembre una serie de entrevistas a exresidentes de ambos estados. Entre las historias destacó la de Krystle Meyer, una abogada de 40 años, que después de vivir en el sur de California durante casi dos décadas, se mudó a Florida por factores como las presiones financieras, la falta de vivienda y una profunda frustración con las restricciones por el Covid-19.

“Mis aumentos salariales no superaban los aumentos de mis alquileres”, comentó. La mujer afirmó que perdía dinero todos los años, una de las razones que motivó su éxodo. En esa línea, una encuesta del Public Policy Institute of California (PPIC) reveló que el 34% de los californianos han considerado seriamente abandonar el estado debido a los altos precios de la vivienda.

Un traumático episodio en California

La abogada recordó también un aterrador encuentro con un vagabundo que empuñaba un machete mientras ella caminaba hacia un cine, lo que la hizo tomar la decisión de cambiarse de departamento a uno en un edificio con mayor seguridad. El costo de su nuevo hogar era de US$5000 al mes. En 2019, Meyer había alquilado un sitio en Marina del Rey, en el condado de Los Ángeles, por alrededor de US$3500 mensuales, lo que significaba una gran diferencia.

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Con su nueva vivienda, la mujer afirmó que el dinero era cada vez más escaso; sin embargo, “el Covid fue la gota que colmó el vaso”. Durante la mayor parte de 2020, siguió con rigurosidad las reglas de salud impuestas en California, pero su soledad y ansiedad se volvieron un problema de salud mental, por lo que abordó un avión para visitar a sus padres.

Al llegar a Florida se enfrentó a otra realidad. “Nadie llevaba máscaras. A nadie le importaba. Todo estaba abierto”. La abogada afirmó que solo pudo pensar en que habían vivido así durante tanto tiempo y no estaban muertos. “Pensé: ‘¿Qué? ¿Qué diablos estoy haciendo?’”.

Los padres de Meyer le ofrecieron su condominio, en el que solo se quedan unas veces al año; en abril de este año, ella se mudó de forma definitiva. Su nuevo hogar está a pasos del Océano y duplica el tamaño de su departamento en Marina del Rey. “Es increíble”, dijo sobre su vida en Florida: “No me arrepiento”.