En una audiencia de modificación de las medidas cautelares, la asistente letrada Margarita Ferreyra requirió que un varón condenado por un jurado popular por haber golpeado y abusado sexualmente de su expareja en la ciudad de Zapala, continúe detenido.

En noviembre de 2022 y tras cinco jornadas de juicio por jurados, el imputado fue declarado “culpable” por los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género; abuso sexual con acceso carnal -dos hechos-; abuso sexual con acceso carnal -dos hechos- agravado por resultar grave daño en la salud mental de la víctima y privación ilegítima de la libertad agravado por haber sido cometida con violencia y amenazas, en carácter de autor. Luego fue condenado a 22 años de prisión.

Durante la audiencia realizada  y a partir de que la condena aún no está firme, Ferreyra solicitó extender la prisión preventiva del condenado hasta el día 27 de septiembre. La asistente letrada explicó que los riesgos procesales de entorpecimiento e integridad para la víctima se encuentran vigentes. Por último, agregó que si previamente a esa fecha hay una resolución de parte del TSJ, la fiscalía inmediatamente solicitará la audiencia para pedir en que se constituya al condenado en detenido.

Luego de escuchar a las partes, la magistrada hizo lugar a la extensión de la prisión preventiva y rechazó un intento de la defensa para que se aplicara una medida cautelar más leve. Remarcó que no se puede evaluar esa posibilidad porque el riesgo para la integridad de la víctima no se modificó.

La víctima participó vía zoom de la audiencia.

El hecho

La teoría del caso que acreditó el Ministerio Público Fiscal en el juicio es que los hechos ocurrieron el 1 de enero de 2022, a partir de las 2:30 y durante toda la noche. Esa madrugada, la expareja de M.E.E. se encontraba durmiendo en su vivienda junto a sus hijos cuando el acusado ingresó a la casa e inició una discusión, luego la golpeó violentamente, provocándole lesiones en el cuerpo y fracturas en la cara. La mujer decidió bañarse para quitarse la sangre por las heridas que sufrió y en ese contexto se produjo el abuso sexual. Además, el acusado retomó las agresiones y la amenazó. Desde ese momento le impidió salir de la casa, mientras que horas más tarde reiteró los abusos.