Zarpó La Nave, una audaz aventura creativa en Escobar
“Cuando nos mudamos acá me decían: claro, a esta edad te tenés que achicar… Y me daba vergüenza explicarles lo que era esto”, dijo con humor días atrás la galerista ...
“Cuando nos mudamos acá me decían: claro, a esta edad te tenés que achicar… Y me daba vergüenza explicarles lo que era esto”, dijo con humor días atrás la galerista Gachi Prieto durante la inauguración de La Nave, en Escobar. No se refería solo a los 200m2 que ocupa el taller de su marido, el artista Andrés Waissman, en un espacio antes destinado a una cancha de paddle, sino también a residencia de estilo toscano y once habitaciones rodeada por un jardín de 5000 metros con plantas autóctonas, árboles frutales y una huerta orgánica, además de una casa de huéspedes y un quincho, en el barrio El Cazador.
Junto al hogar de ambos, donde reciben a sus hijos y nietos los fines de semana, La Nave zarpó días atrás cuando Waissman rompió una botella de champagne contra sus paredes, en medio de los aplausos de decenas de invitados. Cercano a Malba Puertos, la sede del museo que abrirá este año, se estrenó así como “un punto de encuentro para el pensamiento y la conversación conversación entre voces y prácticas plurales” que incluirá programas de invitados nacionales e internacionales, residencias, activaciones interdisciplinarias, pop-ups, charlas, ciclos de lecturas y música al aire libre, talleres y experiencias culinarias.
El debut de este tipo de iniciativas colectivas será del 8 al 10 de diciembre, cuando se reúnan allí 34 directores de la Red Quincho de residencias artísticas de todo el país, con apoyo del Cceba. Y en febrero llegará el artista paraguayo Wolfgang Krauch, con todo pago durante un mes. “Consideramos La Nave como un dispositivo con agenda propia para la construcción de comunidad”, dicen sus impulsores.