Locales

Cadena solidaria: fabricó pies de suero para los hospitales y su acción se multiplicó

Un vecino fabricó nueve pies de suero que donó a los hospitales de Buta Ranquil y Zapala. De a poco, todos se sumaron a su acción solidaria.

Jorge Horacio Córdoba es un trabajador del Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN) de Zapala que también tiene un pequeño taller metalúrgico. Cuando vio el pedido en redes sociales no lo dudó ni un segundo: con los materiales que tenía, puso manos a la obra y fabricó tres pies de suero que donó al hospital de Buta Ranquil

Su acción se difundió rápidamente y de inmediato le fueron llegando más pedidos de ayuda. Así, fabricó otros seis pies de suero para el hospital de Zapala, con colaboraciones de materiales y pintura de otras personas, y no pasó mucho tiempo hasta que le pidieron lo mismo desde Las Lajas.

“Lo hice de corazón y sé que de a poco hacemos mucho entre todos. Yo estoy feliz de haber podido colaborar con esto”, confió Jorge en diálogo con LM Neuquén. En Buta Ranquil, luego, recibieron otros cuatro pies de suero por parte de otros dos vecinos.

El hombre reconoció que, aunque muchos lo felicitaron, otros tantos lo criticaron por no hacer la donación inicial para su localidad. “Por mi trabajo conozco toda la provincia y sé que Buta Ranquil es una población que no tiene las mismas comodidades que Zapala. Acá somos 50 mil habitantes, hay más gente para colaborar”, señaló el vecino.

Aún así, respondió ante el pedido del hospital local y nuevamente puso sus manos en acción. En esta ocasión, una mujer y una pinturería donaron los materiales y él fabricó seis pies de suero que fueron entregados este jueves.

“Tengo un tallercito de 5x4, soy un laburador y vivo de lo que hago. Tengo piso de tierra, no tengo un mega depósito. Lo hice con amor. Si tengo que hacer más lo voy a hacer, pero esto de ser solidario tiene que ser contagioso”, insistió Jorge, quien contó que ahora desde Las Lajas le habían pedido diez pies de suero para el hospital, pero no cuenta con todos los elementos para armarlos. Según estimó, si tuviera que vender cada pie de suero, cada uno costaría entre cuatro mil y cinco mil pesos.

Una de las trabajadoras del hospital de Buta Ranquil, Belén Zúñiga, aseguró que “nadie estuvo preparado para recibir semejante enfermedad” y que la cantidad de pacientes con coronavirus que reciben en el pequeño centro de salud los tomó por sorpresa.

“Tenemos una cantidad de gente asistiendo que en la vida creímos que íbamos a tener. No es que no teníamos pies de suero en el hospital. Teníamos, pero no estábamos preparados, como nadie estaba preparado”, consideró la mujer, quien hace 26 años trabaja en el sistema de salud.

“En esta pandemia la miseria humana se vio mucho pero también se vio la solidaridad de la gente. La solidaridad es el mejor remedio para esta pandemia. Lo principal es la vida”, marcó Belén.

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