
El silbato que hizo historia: Zapala ya tiene su árbitra FIBA
Se trata de Patricia "Pato Vivanco", quien es una de las dos mujeres en actividad todo el país en obtener la licencia internacional FIBA. Su historia, sus objetivos, en la siguiente nota.
Con casi diez años de trayectoria dentro del arbitraje, la zapalina Patricia “Patito” Vivanco acaba de marcar un hito en el deporte patagónico al convertirse en la primera mujer de la región en obtener la licencia FIBA, que le permitirá representar a Argentina como árbitra en torneos internacionales.
Su camino hacia este logro comenzó en 2022, cuando fue invitada a participar del campus FIBA. “Me preparé para cuando me llamaran poder estar lista”, contó en una entrevista a Radio Nacional Zapala. A principios de 2023 rindió una exigente serie de exámenes en inglés y pruebas físicas, cuyo resultado se oficializó recientemente con su incorporación al listado oficial de árbitros FIBA hasta el año en curso.
Aunque consiguió la licencia el año pasado, decidió tomarse un tiempo para procesarlo. “No me sentía preparada para comentarlo. Era un gran impacto para mí. Me informaron que debía renovar la licencia y eso implicaba mantenerme. Ahora me siento más firme en lo que estoy haciendo”, aseguró, por lo que al aprobar nuevamente se le extendió su status internacional hasta el 2027.
Este paso le permitirá participar en competencias formativas internacionales y, si su desempeño continúa en ascenso, podrá ser designada en sudamericanos o clasificatorios de mayor jerarquía. “Siento mucho orgullo en lo personal, en mi colegio, en mi familia. Mucha gente me acompañó cuando estuve mal, cuando quise dejar, y hoy veo que valió la pena”, comentó.
Vivanco dirige actualmente desde categorías mini hasta mayores tanto en masculino como femenino a nivel local, y en el plano nacional ya participó en instancias decisivas de la Liga Federal (tercera categoría del país).
Sobre el final de la entrevista recuerda sus primeros pasos en el mundo de la pelota naranja: “Acompañé a una amiga a básquet, luego estudié Educación Física y más tarde hice un curso de árbitro en Mariano Moreno. Al principio era un hobby, hoy es una profesión”.
Con este logro, “Patito” no sólo pudo romper una serie de barreras personales, sino que también sirve para abrir el camino a más mujeres del sur argentino que sueñan con dejar su huella.