Unión mostró carácter en Reserva y mereció más en Primera ante Río Grande.
El “Canario” zapalino volvió a demostrar su identidad competitiva: ganó 2-1 en Reserva con una gran remontada, pero en Primera se quedó con un empate con sabor amargo tras dominar todo el partido.
Unión de Zapala vivió una jornada con emociones opuestas frente a Río Grande. En Reserva, el conjunto juvenil volvió a mostrar su temple y se quedó con una ajustada pero merecida victoria por 2 a 1, con goles de Eze Vera y Lautaro Arratia. El equipo supo revertir el marcador con actitud y manejo del juego, imponiendo su ritmo y golpeando en los momentos clave.
En Primera División, la historia fue distinta. A pesar de ser el claro protagonista del encuentro, Unión debió conformarse con un empate 2 a 2 que dejó gusto a poco. El equipo dirigido por el cuerpo técnico “canario” generó las mejores situaciones, se puso en ventaja con un tanto de Germán Sáez y otro en contra tras una fuerte presión ofensiva, pero el rival encontró el empate en tiempo adicional.
El partido estuvo marcado por la tensión y la polémica arbitral. La jueza Muriel Lillo tuvo una actuación cuestionada, con múltiples amonestaciones y decisiones discutidas que, según los locales, terminaron desvirtuando el desarrollo del juego.
Más allá del resultado, Unión volvió a dejar una buena imagen: propuso, jugó y dominó. El punto sumado no refleja la superioridad mostrada en la cancha, pero confirma que el equipo sigue siendo protagonista del torneo.
