ZAPALA Las “palizas” que usan como prácticas de tortura en U32.
La tortura sistemática en los servicios penitenciarios se sostiene y se la encubre.
El pasado miércoles 21 de agosto, en horas de la noche, integrantes del servicio penitenciario de la U32 de Zapala llevaron adelante prácticas de violencia física y psicológica contra personas privadas de su libertad, al estilo de los cometidos en centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar.
Adam Matías Quiñiñir, estudiante del CEPI N° 1 y víctima de esta situación, denunció en la fiscalía local el accionar del servicio penitenciario con una solicitud de atención médica. Entre los hechos denunciados se detallan dos momentos en los cuales se realizan los actos de “paliza” esposado y encapuchado con su misma ropa.
El primero sucede en el patio trasero de la unidad, en medio de la nieve, recibiendo golpes de puño, rodillazos en cabeza y golpes en la cien con borceguís reglamentarios, sumado a los insultos y tormentos psicológicos.
El segundo se desarrolla en una sala de aislamiento conocido como “el triangulito”, donde además de los golpes se suman saltos sobre los tobillos de la víctima, hechos ocurridos delante del oficial a cargo de la guardia, oficial de seguridad interna de unidad y el agente a cargo de enfermería, todos supervisores del desarrollo del accionar represivo que viola los derechos humanos y se encuentran penados por los artículos 144 bis, 144 ter del Código Penal y el propio Régimen Policial de la Provincia.
A casi dos meses de lo ocurrido, el pasado martes 29 de octubre, la Unidad Pública Fiscal, realiza un primer intento de archivar la causa argumentando no tener elementos concretos para formular cargos. Afirma que hay denuncias cruzadas, ya que los agentes del servicio penitenciario intentan atribuir lo sucedido a un “ataque de ira, gritos y autolesiones”, incluso consignando información falsa en documentos oficiales.
A esto se suma, la no asignación de un defensor que represente a la víctima y la aplicación de sanciones internas con el fin de castigar el acto de denuncia, perdiendo de esta manera sus salidas extraordinarias (de acercamiento familiar).
Según la fiscalía este es el segundo caso denunciado en la U32.
Fuente: prensaobrera.com