Lo confirmó Mark Zuckerberg en la mañana del viernes: 36 horas después de su debut, Threads, el clon de Twitter desarrollado por Meta y montado sobre la plataforma de Instagram, tiene 70 millones de usuarios registrados, y según expresó, el número está “muy por encima de nuestras expectativas”.

La popularidad inicial de la plataforma es un espaldarazo para Meta y para Zuckerberg, que hace tiempo que no tiene un hit entre sus manos, después de la compra de Instagram hace once años, la de WhatsApp hace nueve años, o la de Oculus, el desarrollador de anteojos de realidad virtual, en ese mismo 2014. En 2021 Zuckerberg anunció el cambio de nombre de la compañía, de Facebook a Meta, y puso al desarrollo del metaverso como objetivo de largo plazo.

Entre medio presentó varios productos nuevos que no prosperaron, como Libra, una criptomoneda para pagos en su plataforma; Facebook Gaming, para competir con Twitch y otros; M, el asistente personal al estilo Siri, Alexa o Google Assistant; o Portal, su parlante inteligente capaz de hacer videollamadas.

Para Meta, la apuesta por destronar a Twitter (o, al menos, hacerle sombra) es clave para el futuro de la compañía, que en octubre de 2022, por ejemplo, reportó ganancias un 50% menores que en 2021, y en los primeros meses de este año echó a casi 21.000 empleados en varias oleadas, lo que equivale al 24% de sus empleados de entonces.