El 11 de octubre se conmemora el Día Nacional del Asado, un reconocimiento que destaca la identidad y la tradición de la gastronomía argentina. Afirman los expertos de Cabaña Las Lilas que una carne de alta calidad y gran sabor requiere de la conjunción de tres elementos: la genética de los animales, el proceso de maduración y el sistema de trazabilidad para identificar el origen de la materia prima como norma internacional. En este recorrido, ocho parrillas de especialidad que todo amante del asado debe conocer para degustar diferentes cortes y dejarse sorprender por los sabores y texturas.

Picaña Summus

A la hora de hablar de los especiales de la casa, en esta parrilla sobresalen el ojo de bife, el bife de Chorizo, el medallón de lomo, la picaña Summus Rubaiyat, el bife de tira y el de costilla, el asado especial, el T-Bone steak, el vacío, la entraña y los cortes para compartir como el chuletón al fuego (1.300 gr.) flambeado con coñac, con puré de papas trufado (para tres personas) y el Queen Beef (bife de chorizo de 650 gr.) con papas soufflé.

En el corazón de Puerto Madero se erige Cabaña Las Lilas, un restaurant que combina la tradición de las carnes argentinas con la calidez y hospitalidad brasileña. El establecimiento fue inaugurado en 1995 y surgió de la asociación entre Belarmino Fernández Iglesias, propietario de los afamados restaurantes Rubaiyat de San Pablo, y Estancias y Cabaña Las Lilas S.A., compañía familiar de 4ta generación especializada en la cría de los mejores reproductores de Argentina y América.

La selección de la materia prima junto con un impecable servicio hizo que Cabaña Las Lilas sea reconocido internacionalmente y frecuentado por los paladares más exigentes. Tal es así que el prestigioso diario norteamericano “The New York Times” lo destacó como uno de los 10 mejores restaurantes de todo el mundo. Dirección: Alicia Moreau de Justo 516 - Puerto Madero. CABA.

Ojo de bife a punto con hueso

En esta parrilla moderna, con dos sedes en el país y una reciente apertura en España, se pueden probar cortes de la raza Angus Black. Sometidos a un proceso de maduración al vacío en cámaras de refrigeración propias, el proceso asegura la terneza y el sabor de cada plato que llega a la mesa. Para completar, las carnes se asan con carbón y quebracho colorado, lo que suma sutiles toques ahumados.

La sugerencia de Hierro es el ojo de bife de exportación (750 gr), con hueso a cuatro costillas, que madura durante 30 días y se recomienda “a punto” para que no pierda sus jugos. También lo ofrecen en su versión tradicional (350 gr) o madurado por 45 días (500 gr). Se puede complementar con originales guarniciones, todas artesanales, como las zanahorias ahumadas con alioli de ajos asados, almendras tostadas y huevo poché. Direcciones: Costa Rica 5602, Palermo y Boulevard del Mirador 220, Nordelta.

Asado de campo

Sobre la calle Posadas, casi esquina Callao, en el barrio de Recoleta se alza una propuesta gastronómica elegante y diferente. Sí, porque en este restaurante se pueden comer parrilladas de mar y de tierra, junto con sabores típicamente porteños. La cocina tradicional a las brasas complace hasta los paladares más exigentes. La carne madurada se almacena y cuelga en cámaras logrando que su humedad se evapore y así se concentre su sabor natural. Desde las entradas, se puede notar la influencia del universo campestre con el paté de campo, y las achuras hechas en casa como la salchicha parrillera, el chorizo, la morcilla y las mollejas.

El secreto del éxito de los platos con carne se debe a la cuidadosa selección de los cortes y al cauteloso proceso de maduración en seco con hueso que se realiza siguiendo la antigua tradición argentina. ¿La sugerencia de la casa? El asado de campo para compartir con guarniciones abundantes. Aires de casa antigua con techos altos, una araña hecha con cubiertos que cuelga en el medio del salón y un segundo piso que balconea sobre el primero, completan el espacio con una exclusiva terraza. La barra, de mármol y madera, y su piso en damero, le dan el toque de elegancia final a toda la puesta. Dirección: Posadas 1519, Recoleta, CABA.

Costillar de ternera con chutney casero

Este espacio funciona como un speakeasy escondido en el Hotel Mío Buenos Aires. Su propuesta se inspira en el tradicional asado argentino pero a otro nivel, ya que se nutre de originales combinaciones de sabor y técnicas de vanguardia. En su menú, las carnes y los vegetales comparten protagonismo.

El costillar de ternera de 1 kilo de Rufino es imperdible e ideal para compartir. Reposa en una salmuera durante 24 horas, se cocina a baja temperatura por 6 horas más y se sirve con chimichurri, salsa criolla y un chutney casero. La carne queda tan tierna que se desprende de la costilla sin ningún esfuerzo. Para acompañar, se recomiendan los hongos a la chapa con espinacas y almendras tostadas o la coliflor asada con yogur, hierbas y alcaparras, aunque hay muchas opciones más de este calibre. Dirección: Pres. Manuel Quintana 465, Recoleta.

Degustación de bifes de chorizo

Esta casona del barrio de Liniers propone cortes de carne de novillos alimentados a pastura y criados en campo abierto. Detrás del restaurante se encuentra Julio Gagliano, uno de los pocos sommeliers de carnes del país. Todos sus cortes se pueden pedir casi crudos, jugosos, a punto o bien cocidos. Sirven opciones individuales o para compartir y algunas sugerencias son la ceja de bife, el entrecot, el T-bone y el asado especial del centro.

Con motivo de su 8° aniversario y para rendir homenaje al asado en su día, la noche del 11 de octubre Viejo Patrón tendrá un menú de tres pasos con maridaje de vinos de DV Catena a $14.800 por persona. Incluye una humita cremosa con espárragos a la parrilla, una degustación de tres bifes de chorizo (de pastura, de grano y de pastura más grano) con vegetales al rescoldo y flan de dulce de leche con crema y nueces fritas Dirección: Av. Larrazábal 502, Liniers.

Baby beef con vegetales grillados

Una emblemática parrilla porteña con más de 80 años de historia. Su especialidad son los cortes de raza Angus, exclusivas piezas dry aged (maduradas en seco por 30 a 35 días) y carnes de Wagyu, una raza bovina originaria de Japón que se caracteriza por su grasa intramuscular.

La estrella de la carta de La Cabaña es el bife de chorizo que se ofrece en dos formatos: en tamaño individual de 350 gramos o el gran Baby Beef de 1 kilo, para comer entre varias personas, que se sirve con vegetales grillados y soufflé de papa. También sobresale el Ojo del Rey, una porción de ojo de bife de 800 gramos que sale con berenjenas en escabeche y morrones asados. Dirección: Alicia Moreau de Justo 580, Puerto Madero.

Costillar a la parrilla para compartir

Los favoritos del menú de este local son la entraña, el ojo de bife y el asado banderita, pero vale la pena visitarlos de viernes a domingo para probar el costillar entero a la parrilla, que es ideal para compartir entre amigos o en familia. Este restaurante de Villa Devoto se especializa en cortes a la leña, piezas ahumadas y preparaciones braseadas, a cargo de la chef Natasha Salman Dib, experta en carnes y ganadora de El Gran Premio de la Cocina.

El 11 de octubre por la noche, Gula servirá un menú especial en conjunto con la bodega Claroscuro, compuesto por hummus ahumado y pan pita, provoleta ahumada, costillar del medio con puré aligot y mousse de chocolate con crema y frutillas maceradas en vermut, a $12.500 por persona. Dirección: Av. Francisco Beiró 5226, Villa Devoto.

Tomahawk premium

En Parque Leloir, esta parrilla y wine-bar seduce con su ambientación elegante y moderna, sus carnes asadas de excelente calidad y su amplia selección de vinos por copa. Brindan carnes de novillo, con algunas variedades de exportación, cocidas unicamente con madera de quebracho. Este tipo de cocción hace que las grasas se fundan y la carne conserve toda su jugosidad, mientras que la leña aporta un característico sabor ahumado.

¿Qué probar en Malcriadro? El ojo de bife de 500 gramos, distinguido por sus vetas marmoladas de grasa, y el Tomahawk de 1.5 kilo, un corte premium extraído de las costillas delanteras de la res, que conserva el hueso con forma de hacha (por eso, su nombre). Entre las guarniciones, sobresalen las verduras asadas y el puré de papas y cebollas. Dirección: Martín Fierro 3249, Parque Leloir.