Juan Schiaretti se subió a un avión que lo lleva a un gira oficial a Medio Oriente junto a Martín Llaryora, que lo sucederá el 10 de diciembre en la gobernación de Córdoba. Durante los próximos 10 días el tiempo y la distancia lo ayudarán a definir con calma su próxima jugada de cara al balotaje del 19 de noviembre.

“Podemos ser el fiel de la balanza”, sostiene una fuente central del “cordobesismo”. Los 7 puntos -casi 1.800.000 votos- que cosechó Schiaretti el domingo son un tesoro codiciado por Sergio Massa y Javier Milei. El gobernador y candidato de Hacemos por Nuestro País tiene tres cartas en la mano y, según sus allegados, meditará cuál tirar a la mesa cuando regrese al país, la primera semana de noviembre: no descarta apoyar a Massa, a Milei o declararse neutral en una pelea ajena.

La mirada de Schiaretti, Llaryora y las figuras principales del proyecto que terminó en cuarto lugar en las elecciones es que el balotaje va a ser extremadamente parejo, más allá de que Unión por la Patria arranca con la ventaja de 6,7 puntos que obtuvo el domingo. “Hoy es muy difícil hacer un pronóstico. Cuando baje la espuma del triunfo de Massa tal vez nos encontremos con una paridad total, en la que los 7 puntos de Juan pueden ser decisivos”, explica uno de los socios de Schiaretti.

En Córdoba, territorio antikirchnerista por excelencia, las mediciones que mandó a hacer el gobierno provincial dieron una ventaja 2 a 1 a favor de Milei, todavía con muchos electores indefinidos. Es un factor que pesa fuerte en cualquier decisión que deba tomar el gobernador.

¿Puede pensarse en una negociación con Milei, en el marco del acuerdo que el libertario trabaja con Mauricio Macri, Patricia Bullrich y el ala dura del Pro? No es algo que descarten en su entorno. “No tenemos miedo a nadie, ni a Milei ni a Massa. Si vienen a buscarnos vamos a discutir nuestra agenda: producción, baja de retenciones, redistribución federal de los subsidios, obras de infraestructura para el desarrollo del interior”.

Schiaretti podría aportarle a Milei el sello de la experiencia de gestión y de “seriedad”. Los debates presidenciales le dieron una visibilidad nacional positiva a partir de resaltar esos rasgos: a eso le atribuyen el crecimiento de 880.000 votos entre las PASO y las generales.

Pero también tendría mucho para ofrecerle a Massa, en caso de que la contiende se presente pareja. “Sergio necesita desactivar todo lo posible la campaña antikirchnerista que le van a plantear Milei y Macri. Mostrar que él es otra cosa. Sumar a un dirigente que durante 20 años expresó posiciones claramente diferentes a Néstor y Cristina puede ser de un enorme valor simbólico para su campaña”, añade una de las fuentes.

A Massa le podría resultar valioso también que Schiaretti se declare neutral, una opción que tendría menos costo a nivel provincial para el gobernador actual y su sucesor en caso de que evaluaran que el ministro de Economía representa la mejor opción de futuro.

Además de la influencia sobre el electorado de Córdoba, donde obtuvo el domingo 665.000 votos (29%), Schiaretti será el referente político de un bloque de al menos 8 diputados nacionales que podrían resultar clave para formar mayorías en un Parlamento fragmentado. Entre ellos está Florencio Randazzo, su candidato a vice, que ha tendido puentes con el campamento de Milei antes de las generales. En el Senado, tiene una banca, la de su esposa Alejandra Vigo.

Por el momento, los contactos desde los comandos de Massa y de Milei han sido informales, a nivel de segundas líneas. Schiaretti aprovecha la coincidencia (o no tanto) de su gira internacional para estudiar con frialdad el escenario, mirar encuestas y analizar opciones políticas.

La implosión de Juntos por el Cambio abre un enorme interrogante sobre el efecto que tendrá en la opinión pública la jugada de Macri y Bullrich con Milei. Otro motivo para desensillar hasta que aclare.