El 20 de septiembre, los reyes Carlos y Camilla aterrizaron en Francia en un avión con la bandera británica y el monograma del monarca. Se trató del segundo viaje de Estado de su reinado y, como era de esperar, despertó muchas expectativas. En la pista, la pareja real fue recibida por diversas autoridades y luego se dirigió en un auto oficial al encuentro con el presidente Emmanuel Macron y la primera dama Brigitte para poner una ofrenda floral en el Arco del Triunfo. Más tarde, Carlos y el mandatario francés celebraron una reunión bilateral en el Palacio del Elíseo.

NOCHE ÚNICA EN PARÍS

Un banquete de Estado en un escenario imponente, de eso se trató el cierre del primer día de los Reyes en Francia. La comida se realizó en la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles y además de la pareja presidencial, Carlos y Camilla y autoridades, varias estrellas internacionales participaron de la fabulosa velada. Entre ellos, Mick Jagger, Hugh Grant y Carole Bouquet, actriz y suegra de Charlotte Casiraghi.

En una mesa de 62 metros de largo, los 160 invitados degustaron una entrada ideada por la chef Anne-Sophie Pic, con tres Estrellas Michelin, de bogavante azul y cangrejo con almendras frescas y un toque de gel de menta y coco. El plato principal, realizado por el también tres estrellas Michelin Yannick Alléno, fue ave de corral de Bresse aromatizada con maíz y gratinada con hongos porcini. Como postre, el pastelero Pierre Hermé elaboró una tarta de rosas, lichis y frambuesas. Como no podía ser de otra manera, el recuerdo de Isabel II y Felipe de Edimburgo estuvo presente en el banquete a través del discurso del rey Carlos. “La primera visita oficial de mis padres juntos fue a Francia en 1948, poco después de su boda (…). Según cuentan, causaron sensación bailando hasta altas horas de la madrugada en el glamoroso Chez Carrere, en la calle Pierre Charron, con la serenata de Edith Piaf. Sospecho que me causó una profunda impresión, incluso seis meses antes de nacer. La Vie en Rose sigue siendo una de mis canciones favoritas”, señaló el Rey.

UN DÍA LLENO DE ACTIVIDADES

La segunda jornada de Carlos y Camilla en el país galo tuvo una agenda apretada para ambos. El Rey dio un discurso en el Senado en el que destacó la amistad entre Francia y Reino Unido y su preocupación por el cambio climático, entre otros temas. Por su parte, la Reina presentó, acompañada por Brigitte Macron, un nuevo premio literario franco-británico en la Biblioteca Nacional de Francia. Siguiendo con sus compromisos, los monarcas también visitaron el mercado de las flores de París que lleva el nombre de Isabel II desde que ella lo recorriera en 2014 junto al entonces presidente francés François Hollande. El circuito incluyó además un paso por la catedral de NotreDame, en plena reconstrucción. Allí, los obreros que se encontraban trabajando saludaron a los Reyes y les tomaron fotos. Carlos y Camilla pudieron conversar con algunos de los bomberos que trabajaron la noche en la que se incendió la catedral.

AU REVOIR, FRANCE

El viernes 22 fue el último día del viaje de Estado de los Reyes y, como estaba estipulado, terminó en la ciudad de Burdeos (en el sudoeste de Francia), donde hoy viven cerca de 40 mil ingleses. Allí recorrieron el bosque experimental, que fue diseñado para monitorear el impacto del clima en los bosques urbanos, y se reunieron con trabajadores de emergencia y comunidades afectadas por los incendios forestales de 2022. Claro que, por tratarse de una de las zonas vitivinícolas más importantes del país, Carlos y Camilla además visitaron la bodega Château Smith Haut Lafitte y degustaron buen vino y el mejor queso durante su paso por el festival “Great”, que celebra la cultura y los negocios británicos y franceses, que se realizó en la Place de la Bourse.