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Copa Argentina: Boca se hace especialista en los penales, esa cornisa que “Chiquito” Romero transforma en una ancha pasarela triunfal

Boca se hace adicto a la definición por penales hasta cuando tiene todo servido para vencer con amplitud a un rival (Almagro) que es 16° entre los 19 equipos de su grupo en la Primera Nacional, l...

Boca se hace adicto a la definición por penales hasta cuando tiene todo servido para vencer con amplitud a un rival (Almagro) que es 16° entre los 19 equipos de su grupo en la Primera Nacional, la segunda división. Como si sintiera atracción por el riesgo y la adrenalina, dilapidó un 2-0 tras el primer tiempo y tuvo que encomendarse otra vez a la intuición y a la gigantesca figura de Sergio Romero para evitar la eliminación en la Copa Argentina.

El arquero sigue engulléndose a más de un ejecutante rival. Es como si bajara un cortina sobre la superficie del arco. Mantuvo su impresionante dosis de dos penales atajados de la serie de cinco, como ocurrió ante Nacional (Uruguay) y Racing, por la Copa Libertadores. Con un pie desvió el remate de Nahuel Basualdo y con los brazos tapó el de Agustín Maidana para darle triunfo a Boca por 4-3, tras el 2-2 en los 90 minutos. Para el conjunto de Jorge Almirón convirtieron Exequiel Zeballos, Darío Benedetto, Jorge Figal y Marcos Rojos, mientras que el remate de Miguel Merentiel dio en el travesaño.

Clasificado para los cuartos de final, Boca se medirá con Talleres (Córdoba), en la fecha FIFA de octubre para los seleccionados, en escenario a determinar (podría ser Córdoba o Santiago del Estero). Mientras, “Chiquito” Romero sigue agigantando su condición de especialistas en los penales. Desde que está en Boca, le remataron 18 y atajó 10. Más del 50 por ciento, una enormidad. Cuatro de siete en tiempo regular y seis de 11 en las definiciones.

Cuando Boca empata y hay que consagrar a un ganador, Romero tiene la última palabra para cantar victoria y festejar. Una influencia decisiva para colorear positivamente resultados que son un tanto más desteñidos, ya que Boca solo ganó uno de sus últimos ocho encuentros, racha en la que pudo colar tres clasificaciones (dos en la Libertadores y una en la Copa Argentina).

El resumen de Boca 2 (4) - Almagro 2 (2)

Romero cumple hasta cuando no tiene la suficiente información sobre sus rivales, de la que se ocupa Fernando Gayoso, entrenador de arqueros, con la colaboración de Javier García, arquero suplente. Quizá Boca no contemplaba llegar hasta tal límite contra Almagro. “Hoy era más difícil. No quise arriesgar tanto diciéndole a mis compañeros que iba a atajar dos penales. Les prometí uno, el primero, que siempre es el más importante. Y aunque me pasé en la volada, la pude sacar con el pie”, expresó Romero, que al igual que Almirón se refirió al intenso calor en La Rioja como un factor que perjudicó el rendimiento general.

Los penales volvieron a llevarse toda la atención, pero antes hubo un partido. El planteo defensivo, con un 4-5-1, le sirvió a Almagro para no recibir remates durante los primeros 20 minutos. Extender por más tiempo esa solvencia exige una concentración, resistencia atlética y atributos individuales que el conjunto de José Ingenieros no tiene. La comparación con Boca lo deja expuesto. Y no porque el equipo de Almirón haya sido un reloj suizo en el primer tiempo, cuando también incurrió en algunos desacoples y desatenciones. Pero tener el monopolio de la pelota (80 por ciento en los 45 minutos iniciales) fue la vía para desequilibrar por la calidad superior de sus jugadores.

Boca intentó abrir el cerrado esquema adversario con Zeballos y Janson recostados sobre las rayas. Por el lado del ex-Vélez, apoyado por las proyecciones de Fabra, Boca orientó mayormente sus avances. Había muchos cambios de frente, mientras Cavani entraba y salía, pivoteaba en su función de centro-delantero.

Los primeros remates al arco fueron de Almagro, producto de malos controles de Boca en la construcción del juego. De tanto tener la pelota, el equipo de Almirón parecía empachado por momentos, o sin las ideas necesarias para romper el cerco rival. Si en algo no incurría, era en apuro o impaciencia. Esperaba su ocasión y la tuvo, porque a Almagro le iba a resultar imposible mantenerse sin fisuras. Y la grieta apareció entre los zagueros centrales, estáticos para defender el centro cruzado de Janson para Bullaude, que acompañaba a Cavani como doble N° 9 para definir con un cabezazo. Un ratito antes, Janson no había podido empujar la pelota a dos metros del arco.

El gol podía tener un efecto de desmoronamiento para el plan de aguante que instrumentó Almagro. Blondel se animaba a escalar y probar de media distancia. Encontraba espacios que Almagro dejaba descubiertos en su táctica de repliegue. Un primer remate del ex-lateral de Tigre fue rechazado por el arquero Aracena. En el segundo intento, el derechazo se transformó en el 2-0. Dos de los refuerzos recién llegados ampliaban la oferta goleadora.

Boca se iba al descanso con un ventaja importante, sustentada fundamentalmente por el peso específico de algunos de sus jugadores. Cavani. en su sexto partido, no pudo incrementar su cuota de gol, que sigue con el único tanto marcado a Platense. Tras un tiro libre que remató por arriba del travesaño, fue reemplazado por Benedetto.

Quizá pensando más en darle minutos a algunos jugadores que en las necesidades del equipo, Almirón sustituyó a Janson por Merentiel, que se ubicó como wing derecho, posición en la que no está cómodo y se le notan más los defectos que las virtudes. De una pérdida de Merentiel en campo propio vino el descuento de Almagro. Un toque de atención que Boca no tomó del todo en serio, más allá de un tiro libre de Fabra en un poste, porque al ratito dejó despejado todo el carril central para que Maidana corriera a placer y despachara el derechazo del 2-2.

Fue a la carga Boca y estuvo cerca del gol del triunfo con una media vuelta de Benedetto que tapó el arquero. Llegaron los penales, esa cornisa que “Chiquito” Romero transforma en una ancha pasarela triunfal.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/copa-argentina-boca-se-hace-adicto-a-los-penales-esa-cornisa-que-chiquito-romero-transforma-en-una-nid10092023/

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