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Dibu Martínez: la construcción de un ídolo en tiempo récord, su proyección más allá del tiempo y el valor de ser “un hincha más”

LIMA (Enviado especial).- “Atajo para los 45 millones de argentinos que tenemos detrás. Para darle alegría a la gente, esa es mi mayor satisfacción”, reconoce Emiliano Martínez, después de...

LIMA (Enviado especial).- “Atajo para los 45 millones de argentinos que tenemos detrás. Para darle alegría a la gente, esa es mi mayor satisfacción”, reconoce Emiliano Martínez, después de la batalla ante Países Bajos. Después del 2-0, del 2-2 y de los penales de la efervescencia. Genio y provocador, figura desafiante, Dibu ataja para la posteridad. Logró lo que recién consiguió Leo Messi casi, casi al borde de la etapa final de su carrera: ser amado por todos. Convertirse en el ídolo de los chicos (de los chicos y de los grandes) que apenas 530 días. Otro récord.

Desde 6 de julio de 2021, en Brasilia, unas semifinales de Copa América, a la final de todos los tiempos el 18 de diciembre de 2022. Los penales, como respuesta a todo. Del 1-1 con Colombia al 3-3 con Francia, del 3-2 en la definición en el “mirá cómo te como” que marcó un antes y un después para todo, a la mágica salvada ante Kolo Muani, antesala del inolvidable 4-2, con Gonzalo Montiel en modo héroe silencioso.

Para dos generaciones que nunca habían visto campeón a la Argentina (los menores de 30 años, que son millones), Dibu es Messi. Dibu está a la altura de Leo, por sus bailes, por sus atajadas, por sus risas, también por sus provocaciones y hasta la cara de una popular casa de comida rápida. Pasa en la calle, en los aeropuertos, hasta en esta ciudad. En la caravana rumbo al hotel cinco estrellas, chicos peruanos vestidos de Messi y... de Dibu Martínez. El famoso número 23. De no creer.

Un ídolo en tiempo récord... en tiempos de emblemas líquidos. No parece ser el caso. Puede ser arrogante y hasta demagogo, pero siempre habla con el corazón en la mano. Aquella noche de gala, consagrado como el mejor del mundo en su puesto más allá de Qatar, también en votaciones de escritorio, lo pinta de cuerpo entero. Su otro lado: el más noble, el más humano.

“Este premio es algo muy lindo para mi carrera. Todos saben mi historia y es un orgullo para mi país. Ganar un Mundial para Argentina 33 años después es muy hermoso, más aún hacerlo cuando lo estamos pasando tan mal económicamente. Sentimos mucha conexión con el país y es un orgullo. Mi familia, la gente de la selección que me dejó cumplir un sueño, el Aston Villa, mi mujer siempre estuvo ahí...

“Siempre me preguntan por mis ídolos, o cuál es el arquero que admiraba cuando era pequeño. Siempre respondo lo mismo: admiro a mi mamá y a mi papá. Ella limpiaba en edificios y él se iba a trabajar. Mis ídolos son ellos”, emocionaba Martínez, al mundo entero.

No iba a ser titular en aquella Copa América, hasta que la pandemia y alguna infección traicionera dejó a un costado a Franco Armani. Emiliano Martínez, ahora, campeón de América y del mundo, fue galardonado como el mejor arquero en ambos torneos y sigue rubricando la historia. Su carrera en celeste y blanco lleva apenas dos años y monedas, dos partidos antes de la Copa América 2021. En el triunfo sobre Paraguay por 1-0 alcanzó otro registro asombroso: se convirtió en el arquero con la mayor serie invicta de la historia de la selección.

"MIS ÍDOLOS SON MIS PADRES"

🥲 Emotivo momento en el discurso de Dibu Martínez al recibir el premio THE BEST a mejor arquero.

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— DSports (@DSports) February 27, 2023

Hay que recordar la última vez que recibió un gol. Remontarse hasta el año pasado, cuando el segundo penal de Kylian Mbappé cerró el 3-3 del tiempo regular de la final de Qatar 2022. Mantuvo siete vallas invictas en lo que va de 2023. Con la que sumó en la noche de este jueves acumula 622 minutos sin caídas y superó los 608 que acumuló Germán Burgos (otro personaje) entre 1998 y 1999.

El cariño que recibe desde las tribunas cada vez que sale a la cancha, es un factor que –lo repitió en varias ocasiones– atesora y disfruta, como lo mostró en sus saludos en el calentamiento. “En el primer tiempo faltaba mucho. Pero después, cuando iban 28, 30, me preguntaba, ¿lo cumplí o no lo cumplí? Era algo que tenía dentro. Es difícil no pensarlo. En la cancha casi me cayeron lágrimas de emoción por lo enfermo que soy, cómo trabajo y lo que genero fuera de la cancha. Es un mimo para mí y para mi familia”, decía. Saludos, gritos, devoción, en Ezeiza y en la llegada a Lima. Tiene magia.

Después de la camiseta de Messi, la de Dibu es la más vendida. Los chicos se arrojan al césped o en la arena y gritan “Dibu”: imposible no haber visto uno en los últimos meses. Es el más ovacionado cuando anuncian su apodo, detrás de Leo, tal vez de Lionel Scaloni.

“Siento el cariño de la gente y también veo a los chicos en los cumpleaños, haciendo el baile, con las banderas en la cabeza...me emociona que los chicos quieran usar mi camiseta. Si veo un nene llorando paro, porque no puedo decir que no. Después puedo estar horas, pero los chicos me pueden”, cuenta el hombre nacido en Mar del Plata, que apenas en las dos últimas temporadas se hizo un nombre en el mundo del fútbol. Se puso los guantes, al fin de cuentas, a partir de 2020, después de idas y vueltas por el mundo, de España a Inglaterra. Aston Villa también descubrió un ídolo. Lo adoran en Birmingham.

Tiene la valla invicta en 24 de 33 partidos. Leo también lo adora. Personalidades que no siempre van de la mano. “Siempre se lo dije. Es un orgullo porque era un ídolo cuando miraba a la selección. Ahora es mucho más fácil porque yo sé que si ando bien y tenemos el arco en cero, ganamos el partido. No hay nada más fácil que entrar a la cancha y jugar con uno diferente”, contaba, el hombre que pisa el aeropuerto (en la llegada, en la partida) y desborda sentimientos. “Los amo, doy todo por ellos, soy un hincha más que da todo por ganar un partido en la selección”, avisa. Juega como un hincha: tal vez sea eso uno de los reflectores de su ascendencia entre el piberío.

La comparación con el Pato Fillol es odiosa: nadie ataja en su altar. Sin embargo, su hombría de bien define a la leyenda. Hace poco decía: “Este pibe peleó y luchó mucho para llegar donde está. Él escribió su propia historia con su estilo. Tiene una sabiduría tremenda y una humildad impresionante. Eso habla de su grandeza. No salió a pegarle a nadie cuando en su momento lo mataban. Dignificó el arco argentino”.

Sellado el récord, el Pato, ídolo de otra generación, fue más allá. “Lo de Dibu Martínez es espectacular porque ha batido el récord de la valla invicta. No solo quiero felicitarlo. Hoy por hoy, es el mejor del mundo, sin ningún tipo de dudas. Courtois es un arquero impresionante que, si bien está volviendo de una lesión muy fea, brilla hace muchos años. Está ahí la pelea, pero Dibu tiene el plus del presente y de ser campeón del mundo. Así que sí... el Dibu Martínez es el mejor arquero del mundo. Es argentino, es nuestro, defiende nuestros colores”, analiza Fillol.

Hace rato que Dibu se sienta en la mesa de los grandes. Ahora hay que esperar si se acomoda en la cabecera.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/dibu-martinez-la-construccion-de-un-idolo-en-tiempo-record-su-proyeccion-mas-alla-del-tiempo-y-el-nid17102023/

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