El susto de Pilar Smith tras un diagnóstico preocupante y la operación a la que se sometió
Un susto y tres semanas movidas vivió la periodista Pilar Smith. Tenía un lunar en la espalda que le sangró un poquito, se lo sacaron, le hicieron estudios, se fue de vacaciones y a su regreso l...
Un susto y tres semanas movidas vivió la periodista Pilar Smith. Tenía un lunar en la espalda que le sangró un poquito, se lo sacaron, le hicieron estudios, se fue de vacaciones y a su regreso le dijeron que le habían detectado un melanoma. El jueves pasado le extrajeron, por protocolo, dos ganglios y ahora espera los resultados.
“Tuve mucho miedo y le pregunté al médico si me iba a morir”, le confió a LA NACION. “Esta operación estaba programada desde hacía tres semanas. El tema fue que hace un tiempo me saqué un lunar de la espalda que me sangró y no sabemos si es porque se había lastimado, ya que justo estaba a la altura del corpiño. Después me fui de vacaciones y a la vuelta el patólogo me dijo que tenía los resultados de la biopsia y era un melanoma. Todos los años me controlo los lunares porque soy súper blanca y de chica tomé mucho sol sin protección y muchas veces al mediodía. Mi mamá me decía que no fuera a la terraza y yo no le hacía caso. También hice cama solar, porque estaba de moda en ese momento”, detalló.
-¿Qué sentiste cuando dijeron que era un melanoma?
-Esperaba buenos resultados porque me he sacado otros lunares y todos han sido buenos. Cuando me dijeron que era un melanoma fui a ver al especialista de cáncer de piel en el Alexander Fleming y me dijo que el nivel de malignidad era bastante y me tenían que sacar ganglios. Me asusté mucho, la verdad. Me dijo que podía operarme una semana más tarde o dos y decidí estirarlo tres semanas para prepararme psicológicamente. Hablé con otros cirujanos, amigos médicos, gente que atravesó por lo mismo. Tenía que seguir mi vida normalmente, porque esto fue por prevención. El médico cree que los ganglios no están tomados por el melanoma, pero todavía no lo sabemos. Si llegaran a estarlo, tomo una pastilla y listo. El cáncer de piel tuvo muchos avances. Me dijo que me quedara tranquila y menos mal que me dieron los resultados después de las vacaciones, porque si hubiera sido antes no las disfrutaba.
-¿Cuánto duró la operación?
-Una hora y media, con anestesia total. Ese mismo día me hicieron medicina nuclear para localizar los ganglios que tenían que sacarme. Es una inyección en el lugar del lunar. Colocan una especie de tinta que marca los ganglios que podrían estar tomados por el melanoma. Aparecieron dos y el jueves me los sacaron, uno debajo de cada axila, y también más piel de la espalda, porque era un melanoma muy malo. Me operó el doctor Abel González, que es el Messi del cáncer de piel. Tengo que hacer reposo, no mover mucho los brazos y el lunes ya vuelvo a trabajar en radio La Red, en el noticiero de Telefe y en Gossip, en NetTV. No voy a ir al gimnasio por unos días, solo eso y a seguir mi vida. Lo que pasa es que te asustás cuando te dicen que te tienen que operar, que tenés un melanoma grado 3, bastante maligno y que tienen que sacarte dos ganglios. Me había hecho control de lunares en diciembre pasado y había salido todo bien.
-¿Y qué pasó?
-El lunar mutó y no es algo tan común, pero puede suceder. No sabemos si la sangre fue un aviso porque fue mini. En el noticiero me dijeron que había manchado la remera con un poquito de sangre. Fue un aviso, enseguida llamé a mi dermatóloga, Irene Bermejo. “Lo sacamos”, me dijo. Hice todo rápido y bien. Hay gente que me dice que vive con lunares lastimados en la espalda y cuando van al médico tienen todo tomado. Quiero concientizar porque hice una encuesta en Instagram y el 70% de la gente dijo que no se controla los lunares. Hay que controlarse los lunares dos veces al año, es una pavada. El mío mutó y es una guachada, porque soy muy buena alumna.
-¿Y en la familia hay antecedentes de cáncer de piel?
-Sí, a mi mamá le sacaron un melanoma del brazo el verano pasado. Y mi abuelo paterno tuvo cáncer de piel. Siempre nos gustó mucho el sol en mi familia, pero estoy investigando y me enteré que los lunares tienen que ver con la alimentación y con el exceso de azúcar y de harinas. Eso me lo dijo mi dermatóloga, que me acompañó y me apoyó mucho. Fue a la última que vi antes de la anestesia y a la primera que vi cuando me desperté.
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-¿Cómo te sentías ahora?
-Molesta todavía, pero bien. No tengo que mover los brazos. No soporto estar quieta. Estoy tranquila, pero me asustaron mucho las palabras operación, ganglios y melanoma. Tuve una mochila de plomo durante tres semanas pensando que todo se terminaba. Lo primero que pregunté fue si me iba a morir. De tonta, porque si lo agarrás a tiempo no hay riesgo de vida. Fueron cuatro semanas de calvario que terminaron el jueves y ahora ya estoy livianita y feliz.
-¿Alguna prevención a partir de ahora?
-No puedo tomar sol. Si voy a la playa tiene que ser con protección 60, sombrero, anteojos, túnica y estar debajo de la sombrilla. Amo el sol y la playa, que es mi lugar en el mundo y tengo que aprender a disfrutarla de otra manera.
-¿Tu novio te acompaña?
-¡Sí! Con Rafa cumplimos cuatro años juntos y vivimos cada uno en su casa, con sus hijos y su espacio propio. Nos disfrutamos cuando estamos juntos. Está bueno el noviazgo a los 48.