Elecciones 2023; Córdoba, la provincia con más votos disponibles y que puede jugar un papel decisivo
CÓRDOBA.- El gobernador y excandidato a presidente Juan Schiaretti se mantuvo prescindente frente al balotaje, aunque en las últimas semanas criticó fuerte a Sergio Massa. Eligió el punto que, ...
CÓRDOBA.- El gobernador y excandidato a presidente Juan Schiaretti se mantuvo prescindente frente al balotaje, aunque en las últimas semanas criticó fuerte a Sergio Massa. Eligió el punto que, en esta provincia más que en ningún otro lugar, el postulante se esfuerza por evitar: “el gobierno kirchnerista del ministro”. Del libertario Javier Milei, no habló. Aunque hay dirigentes del peronismo cordobés que se pronunciaron por Massa, la estructura no se movió y el mandatario provincial electo, Martín Llaryora, terminó por aceptar la neutralidad de Schiaretti.
Contra todas las previsiones, el cordobés logró 1,7 millones de votos en todo el país en octubre -duplicó lo alcanzado en las PASO- y la cifra le dio significancia en el escenario político. Además, la provincia que gobierna es la que más “votos huérfanos” acumula en la Argentina (53% de los positivos en la última votación). Por eso, tanto Massa como Milei la privilegiaron. Schiaretti primero se fue al exterior en un viaje oficial y, al regreso, se dedicó a la gestión y a criticar al oficialismo nacional.
Hizo oídos sordos a las críticas sobre su posición que recibió durante la campaña. Ni siquiera respondió a las de su exaliado Juan Manuel Urtubey, quien dijo que “le cuesta soltar la relación traumática” que tuvo con el kirchnerismo. Schiaretti está convencido de que construyó su capital político en base a gestión y por su oposición a los K. Con Massa nunca tuvo buen vínculo, pese a haber compartido espacios; considera que no es confiable.
El rol que juega el gobernador impacta tanto en la interna cordobesa como en el contexto nacional. Puertas adentro, podrá mantener un rol clave después de abandonar el gobierno y, al menos en los primeros tiempos, “contener” a Llaryora. Hacia afuera, se convierte en un interlocutor válido, cualquiera sea el ganador del balotaje, y también dejó bien posicionado a su sucesor para las negociaciones de las provincias con la Nación.
En el círculo chico de Schiaretti especulan con que podría ser candidato a diputado nacional en 2027. El dirigente prefiere no alentar expectativas. En los últimos días también corrieron versiones de todo tipo respecto de algunos cargos que le podrían ofrecer -tanto Milei como Massa- si llegan a la Casa Rosada.
El massimo y La Libertad Avanza no solo intentaron romper la prescindencia de Schiaretti, sino que incluso profundizaron el intento con su sucesor. Massa le mandó mensajes públicos, los que no obtuvieron respuesta de Llaryora. “Con quien sea Presidente habrá vínculo institucional”, es la respuesta que repite el mandatario electo por estos días.
Desde el 10 de diciembre, cuando Llaryora llegue al poder, habrá un reperfilamiento local. “Más cordobesismo” es la definición que explica cómo ganan espacio en el reparto de puestos en el próximo gabinete los dirigentes de Pro y de la UCR. Por supuesto, hay heridos en el peronismo local, por lo que, si gana Massa a nivel nacional, algunos dirigentes pueden emigrar.
La estrategia del sector de Llaryora pega fuerte a nivel provincial en Juntos por el Cambio, que más allá de las fotos y declaraciones conjuntas luce deshilachado. Pedro Dellarrossa, exintendente de Marcos Juárez, el “kilómetro cero” nacional de la alianza en 2014, será ministro de Producción (es diputado nacional electo), a la vez que también Darío Capitani, expresidente delPro, también se sumaría a la administración provincial. La vicegobernadora electa, Myrian Prunotto, es radical y el viceintendente electo de la ciudad capital, Javier Pretto, es de Pro.