El juez de garantías de la Plata Federico Guillermo Atencio es un veterano de mil batallas, que supo tener casos de alta exposición pública, de los cuales salió inmdenme aunque más de una vez las balas le picaron cerca. Ahora es el juez a cargo de investigar al puntero del PJ Julio “Chocolate” Rigau, detenido con 49 tarjetas de débito ajenas, y la punta para echar luz sobre el financiamiento ilegal de la política desde la Cámara de Diputados boanerense.

Atencio tiene 74 años y a pesar de los casos de alto perfil que protagonizó siempre se esforzó por pasar inadvertido, tanto en sus formas como en sus modos, y hasta incluso en su vestimenta. Más introvertido que charlatán, más parco que locuaz, lo describen quienes lo trataron. Fumador convencido y afecto al mate, vio desde su juzgado pasar gobiernos peronistas de todos los colores y también al de Juntos por el Cambio, que encabezó María Eugenia Vidal.

En el caso de “Chocolate” Rigau el juez venía apoyando la actividad de la fiscal Betina Lacki para avanzar en la producción de prueba a pesar de que los camaristas platenses Juan Alberto Benavides y Alejandro Gustavo Villordo, habían declarado nula la causa. La fiscal avanzó con disponer la apertura del teléfono, pero la defensa de Rigau buscó evitarlo a toda costa, pues los grupos de WhastApp de ese celular son capaces de dinamitar una candidatura, dijo una fuente judicial a LA NACION.

Los letrados de Rigau desplegaron toda una batería de recursos anoche despues de las 22 para evitar que se abriera ese telefono radiactivo: a las 22.18 interpusieron un recurso de apelación ante Juzgado de Garantías de Atencio contra su decisión de mantener el peritaje; a las 22.25 interpusieron una solicitud de avocamiento ante la Sala III de la Cámara para que los jueces Benvides y Villordo, que ya habíana anulado el caso, intervinieran para evtar el peritaje, y a las 22.32 pusieron en conocimiento de la fiscal Lacki todas estas medidas y la copia del recurso de apelación para lograr la suspensión.

Lo lograron, pues el juez Atencio entendió que la apelación permitía hacerlo. Sin embargo, en la justicia platense hay quienes ven esta decisión como inesperada, pues recuerdan que en esta instancia del proceso, las producción de medidas de prueba no es recurrible. En todo caso, una vez realizada se podría plantear la nulidad. Pero esto no ocurrió, y la causa que venía con gran impulso de la fiscal, de pronto se paró.

Quienes no lo quieren señalan que Atencio “tiene un accionar errático” y ponen como ejemplo las últimas decisiones del caso Rigau.

Antecedentes y un cruce con Cristina

Atencio investigó casas de alta sensiblidad política como las inundaciones en la La Plata de 2013, cuando se cruzó con Cristina Kirchner. Es que Atencio había dicho que nunca se iba a poder deteminar a ciencia cierta la cantidad de muertos que dejó esa tragedia. La entonces presidenta lo cruzó: “Son palabras tan terribles y definitvas como la muerte misma”, le dijo Cristina Kirchner. Es que Atenció había afirmado que su tarea no era contar los cadáveres sino encarcelar a los responsables. Según el juez, para tener certezas sobre el número de fallecidos se debería haber hecho “un censo ese día y otro al día siguiente”, declaró luego en diálogo con una radio. Y repitió que “nunca se podrá determinar” ese número.

Luego salió a decir que recibió la visita de una enviada de la presidenta para aclarar el entredicho, a lo que Crsitina Kirchner le contestó que ella no había mandado a nadie. “My God. Una lee todos los días mentiras varias. Personajes variopintos. Inventando y difamando a sabiendas sin que se les mueva un pelo”, dijo entonces Cristian Kirchner.

Fue esa causa la que determinó el jury del juez César Arias que tuvo una controversia con Atencio al disputarse quién debía intervenir en el caso, y legisladores de Juntos por el Cambio lo denunciaron a él.

Cree que la medicina y el derecho “tiene que ver con la esquizofrenia que se necesita para ejercer tanto una como otra profesión. La esquizofrenia viene a ser el desdoblamiento de la personalidad a un grado medianamente normal como para poder soportar situaciones terribles de ambas profesiones”, le dijo a Perfil.

Se recibió de abogado en Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, en 1975. Es, además, doctor en Ciencias Penales y Criminológicas por la Universidad del Salvador (1985), y Máster en Derecho Penal, de la Universidad Católica de La Plata (1995).

Comenzó a trabajar en 1976, como gestor de expropiaciones de la Fiscalía de Estado de la provincia de Buenos Aires. Fue Secretario Penal en Lomas de Zamora, y luego en La Plata. Pasó a ser secretario de la presidencia de la Cámara Penal de La Plata, y juez en el Juzgado N°5, y en 1998, cuando se sancionó la Reforma del Código de Procedimiento Penal y se creó el cargo, se convirtió en juez de garantías.

Hincha fanático de Estudiantes de La Plata, fue vicepresidente del club en entre 1999-2002, y es padre de dos hijas ya mayores y profesionales.

Atencio fue el juez al que le tocó el caso del crimen del subcomisario Omar Gutiérrez, ejecutado de un tiro en la nuca en un vagón de tren en 1994 cuando investigaba la aduana paralela. La policía bonaerense y la federal encubrieron el crimen, según denunció el CELS que cuestionó su actuación. La causa penal avanzó por “la intensa actividad (a pesar de los obstáculos legales y de hecho con los que se encontraron) de los familiares”, dijo la ONG.

Señaló que el juez si bien identificó uno de los responsables materiales del homicidio, “la presión de las fuerzas policiales por desviar la pesquisa y encubrir fundamentalmente el móvil del crimen tuvo fuertes efectos y puso en evidencia las deficiencias graves de la actuación judicial”. Dijo que a pesar de que había indicios de un coautor, el juez elevó a juicio el caso con un acusado y “no avanzó en desentrañar los motivos del asesinato de Gutiérrez”. El acusado fue absuelto. La familia apeló ante la Suprema Corte bonaerense, pero esta le inició un sumario al juez Atencio, que se mantuvo abierto 18 años.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos mandó a hacer un nuevo juicio. “El tribunal considera que la investigación y la causa penal realizadas con motivo de la ejecución extrajudicial de Jorge Omar Gutiérrez estuvieron plagadas de irregularidades y omisiones por parte de los agentes estatales encargados de las mismas en la recaudación de prueba, en el seguimiento de líneas lógicas de investigación y en el análisis de los hechos del caso”, dijo el tribunal en 2013.

Finalmente el 1° de junio de 2022, casi 28 años después del asesinato del subcomisario Jorge Gutiérrez, la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata condenó a prisión perpetua a los expolicías Alejandro Santillán y Francisco Mostajo.

Detuvo al hijo de Pérsico

Otro caso que hizo ruido fue la detención del hijo del ex subsecretario de Comercialización de la Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Emilio Pérsico, por tenencia de estupefacientes para la comercialización, ocurrido en 2009.

Colaborador con columnas de opinión en el diario El Día de La Plata, Atencio señala que entiende que “es un deber aclarar a la opinión pública el tema de la seguridad, que me preocupa muchísimo”.

“No tengo ningún tipo de aspiración política ni mucho menos… sólo busco dimensionar de alguna forma, de qué manera hoy por hoy la Justicia tiene incidencia en la seguridad, cosa que siempre se consideró que no tenía”, señaló en una entrevista.

En su recorrido por la provincia se enfrentó con el gobierno de Juntos por el Camvbio cuando denunció que lo coaccionaron para que renuncie. Es que había una causa abierta en la que se los acusaba de cobrar sobornos. El caso se cerró, el juez no renunció y dijo que desde el Gobierno de María Eugenia Vidal lo presionaron para que se jubile.

Otra causa de alto perfil que investigó fue la conocida como el cuádruple crimen de La Plata o la masacre del barrio La Loma. Al caso se lo menciona también como el del karateca Martínez, Alli fueron juzgados Osvaldo Martínez y Javier Quiroga por homicidios de Micaela Galle de 11 años, su madre Bárbara Santos de 29, novia de Martínez, su abuela Susana De Barttole, de 63 y una amiga de aquélla, Marisol Pereyra de 35 años.

Atencio mandó a los dos a juicio, pero durante el proceso, los peritos confirmaron la culpabilidad de Quiroga y ratificaron la inocencia de Martínez. El 18 de julio de 2014, Quiroga fue condenado a la pena de reclusión perpetua.