La mañana de miércoles comenzó convulsionada en la Zona Franca La Plata, en la localidad bonaerense de Ensenada, luego de que un grupo de ladrones armados ingresara a un depósito, redujera a los empleados y robaran varios relojes de la marca Rolex.

Según pudo saber LA NACION, el ataque ocurrió pasadas las 8 de la mañana en un depósito de la empresa Logística Integral de Cargas S.A. (LICSA). Dentro del lugar había tres empleados que fueron abordados por tres delincuentes que ingresaron al establecimiento con armas de fuego, los amenazaron y encerraron en el depósito.

Una vez dentro del lugar, los delincuentes se llevaron relojes de alta gama y objetos de valor de la firma que trabaja en la zona franca desde 1997, según cuenta en su web la compañía que confirmó a este medio que ocurrió el ataque y que ninguno de los trabajadores sufrió heridas.

Los efectivos de la Prefectura Naval Argentina, con asiento en la zona franca, fueron alertados por una de las trabajadoras que logró escapar por una ventana. En tanto, los delincuentes, que estaban ropa similar a la que usan los empleados de la empresa de seguridad del predio, se escaparon en el auto de la encargada del depósito y luego cruzaron el alambrado para continuar su huida.

Tras la alerta, se montó un operativo en la zona para tratar de dar con los delincuentes. El anillo de seguridad incluyó el bloqueo al paso en el acceso principal a la zona franca, ubicado en Perón e Hipólito Yrigoyen.

Ante la consulta de este medio sobre la cantidad y el valor de los objetos robados, las fuentes consultadas dijeron a LA NACION que aún se está inventariando los objetos para poder establecer el total de los elementos sustraídos.

“Al parecer, sabían a dónde iban. Se llevaron relojes, algunas cosas más. Ataron a la gente, la metieron en una cámara, la dejaron encerrada y se fueron en el auto de una de las personas que estaba ahí en el galpón. Se fueron hasta el borde, hasta el alambre y salieron”, dijeron a este medio personal con acceso a los primeros datos de la investigación. Además, explicaron que resultó muy llamativo el hecho porque para entrar a la zona franca hay que pasar por varios controles: Aduana, AFIP, Prefectura y seguridad privada. “La verdad que es un hecho rarísimo”, cerraron.

Ubicada en la ciudad de Ensenada, en un predio de casi 240 hectáreas, es el área franca de mayor movimiento comercial de la Argentina, según indica la web oficial. Esto se debe a su proximidad a grandes centros urbanos de la Provincia de Buenos Aires, donde se concentra una importante densidad poblacional e industrial en la que se procesa más del 50% del comercio exterior del país.

La empresa vandalizada tiene dentro de la zona franca una superficie total de 5500 m2, de los cuales 4100 m2 son de playón, más 1200 m2 de depósito y 200 m2 de oficinas y showroom.