Las tres licitaciones de energía que se piensan lanzar en el verano.
La Secretaría de Energía de la Nación prepara una serie de medidas para fortalecer el sistema eléctrico.
En los próximos dos meses está previsto lanzar tres licitaciones para fortalecer el sistema que implican inversiones de miles de millones de dólares.
La primera de ellas será para instalar un conjunto de baterías de almacenamiento eléctrico por cerca de 400 MW para inyectar en el pico de consumo estival que se da en las primeras cuatro horas de la tarde en simultáneo con la temperatura máxima del día.
El dispositivo requiere de una inversión cercana a los 1.000 millones de dólares y apunta a fortalecer nodos críticos del AMBA, en un acuerdo entre privados donde Cammesa actuaría como garante de última instancia.
Una figura similar ocuparía la mayorista eléctrica en la licitación de redes de transmisión eléctrica, donde si bien nuevamente se impulsa un acuerdo entre privados, se reconoce que el marco todavía requiere del Estado para reducir el riesgo de la inversión.
Más energía
En este caso, ya no aplicará un sistema de cargo fijo o estampillado como se pensaba en un primer momento. En vez de pagar la obra con antelación y en un plazo de tres años, se incrementará este período para que el impacto en tarifa sea menor.
La última iniciativa tendría lugar en el mes de febrero y se trataría de un relanzamiento de nueva capacidad de generación térmica, donde el consenso del sistema es que habría que reemplazar unos 3.000 MW de centrales viejas que se encuentran al límite de su funcionamiento, equivalentes al 10% del pico de demanda.
Los tres casos tienen como denominador común el avance hacia un esquema de contractualización entre generadores y distribuidores, para lo cual también se concretará una reconfiguración de las deudas de estas últimas con el Estado (con un fuerte estiramiento de plazos) para mejorar su situación crediticia.
A su vez, se trata de iniciativas que están focalizadas a mediano y largo plazo dado que sus tiempos de construcción y puesta en marcha demandan un mínimo de 12 meses y en algunos casos se llegaría a 24 meses.