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Princesa sin trono. Heredera de una antigua casa real de Italia, lleva una vida de viajes, lujos y eventos exclusivos de moda

Pertenece a una rama de la Casa Real de los Borbones que está vinculada con la mayoría de las monarquías europeas, como las de Bélgica, Dinamarca, Luxemburgo y España. Sin embargo, aunque por ...

Pertenece a una rama de la Casa Real de los Borbones que está vinculada con la mayoría de las monarquías europeas, como las de Bélgica, Dinamarca, Luxemburgo y España. Sin embargo, aunque por sus venas corre sangre tan azul como la de otras princesas reales, María Carolina de Borbón-Dos Sicilias (20) –quien además es duquesa de Palermo y de Calabria– no podrá ser reina.

Es la heredera de un reino que ya no existe porque fue disuelto por la unificación de Italia en 1861. El último rey de las Dos Sicilias (que nucleaba a Nápoles y Sicilia) fue Francisco II, tatarabuelo de María Carolina. El linaje de la princesa le llega por vía paterna: su padre es el príncipe Carlos de Borbón-Dos Sicilias y duque de Castro (primo segundo de Juan Carlos, el rey emérito de España) que, aunque Italia sea una república, todavía reclama aquel trono perdido. Su madre, Camilla Crociani, no es de la realeza, pero sí es millonaria: su papá es el poderoso industrial italiano Camillo Crociani.

La familia de María Carolina se completa con la princesa María Chiara (18), la hermana menor –duquesa de Noto y de Capri–, quien comparte con ella el gusto por la moda, los viajes y los grandes eventos internacionales, además de una muy activa vida en las redes sociales. Las jóvenes Borbón-Dos Sicilias alternan sus días entre París, Montecarlo y Roma, aunque tienen su corazón en el sur italiano, donde están sus raíces. El 25 de junio pasado, María Carolina celebró su 20° cumpleaños en público, en la divertida y tradicional Fiesta de los lirios que se realiza cada año en Nápoles, y fue vivada por la multitud, mientras ella dibujaba corazones con sus manos desde un balcón.

UNA AGENDA AGITADA

La princesa real se mueve en un mundo glamoroso y registra todo en su cuenta de Instagram, en la que tiene cien mil seguidores: sus looks, sus paseos y también su actividad social porque, a la par de sus estudios (cursa Artes Dramáticas), trabaja en la fundación de su madre por la igualdad de género, el cambio climático y el cuidado de los océanos.

La heredera de la casa de Borbón-Dos Sicilias habla seis idiomas (inglés, francés, italiano, español, portugués y ruso) y puede estar un día en Hungría, reunida con Katalin Novák, la presidenta de ese país, al siguiente en Montecarlo, en la tierra de sus pares, los Grimaldi, codeándose con el piloto de F1 Max Verstappen, o deslumbrar en el Festival de Cannes, una alfombra roja de la que, hace años, ya son habitués con María Chiara.

Este año, no bien subió las fotos de sus lookazos en Cannes, las redes explotaron y sus seguidores les dieron un fervoroso like a sus estilos, que ella suele acompañar con tiaras de gran valor, como la Jasmine Diamonds, de oro blanco con diamantes. En su agenda hay también lugar para sus pasatiempos, porque esta romana fanática del Napoli (su familia alienta al club en los campeonatos de fútbol) practica tenis, danza, natación, atletismo, gimnasia, monoesquí acuático, wakeboard, vela y windsurf.

LA PELEA POR EL REINO PERDIDO

María Carolina tiene otra misión, y es la de ayudar a su padre a recuperar los derechos monárquicos, aunque se siente incómoda con el conflicto que el duque de Castro mantiene desde 1960 con su primo Pedro, duque de Calabria, por constituirse en la cabeza de la casa real. “Es un poco absurdo: nos peleamos por un título y por unos derechos de familia cuando ni él ni yo tenemos un trono (…); me da un poco de vergüenza”, manifestó la princesa, que navega entre un perfil alto y fashionista, sus deberes de su linaje y sus misiones de bien público.

“Antes las royals no trabajaban, pero ahora lo hacemos como todo el mundo… y tenemos que hacerlo muy bien. Tenemos la responsabilidad de pasar las tradiciones a las siguientes generaciones”, dijo en una entrevista. Si bien es cierto que ella es la heredera de un reino que ya no existe, para los sicilianos y napolitanos igualmente es su reina de corazones.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/revista-hola/princesa-sin-trono-heredera-de-una-antigua-casa-real-de-italia-lleva-una-vida-de-viajes-lujos-y-nid08072023/

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