¿Qué pasa si no hay ganador claro de la elección la noche del domingo?
En las elecciones presidenciales no hay empates. Y estas elecciones presidenciales de segunda vuelta, según los sondeos previos, prometen ser reñidas y definirse por pocos puntos porcentuales. Po...
En las elecciones presidenciales no hay empates. Y estas elecciones presidenciales de segunda vuelta, según los sondeos previos, prometen ser reñidas y definirse por pocos puntos porcentuales. Por eso es que a la incertidumbre que generan estos comicios se suma la de saber qué pasara si la noche del domingo no hay claridad acerca de quién será el próximo presidente.
Esa carga la realiza el Correo Argentino y los votos del escrutinio provisorio son procesados por la empresa de capitales españoles Indra, contratada por la Dirección Nacional Electoral (DINE), que depende del Poder Ejecutivo, mediante una licitación. Los fiscales partidarios también fiscalizan ese proceso de carga de los telegramas y su difusión.
Esa carga la realiza el Correo Argentino y los votos del escrutinio provisorio son procesados por la empresa de capitales españoles Indra, contratada por la Dirección Nacional Electoral, que depende del Poder Ejecutivo, mediante una licitación. Los fiscales partidarios también fiscalizan ese proceso de carga de los telegramas y su difusión.
La noche del domingo se difunden todos los telegramas que se envían al centro de cómputos. En general ese escrutinio provisorio se detiene cuando se alcanza 98,5 por ciento de las mesas escrutadas. Esa carga se realiza toda la noche y hubo casos que siguió hasta las 7 de la mañana del lunes. Se llega al 98,5 por ciento de los datos y no a la totalidad de los datos porque el resto de los telegramas no llegan al centro de cómputos a tiempo o tardan mas en ser transmitidos, explicó una fuente de la justicia electoral.
Aún si hay un resultado ajustado pasada la medianoche o mas allá y la carga no pasa del 98,5 por ciento de los votos, se puede considerar que aunque haya un ganador por décimas, “puede ese resultado estar dentro del margen de error”, explicó el funcionario.
Es decir que se puede dar el caso que por lo ajustado del resultado no se sepa a ciencia cierta quién ganó, aún cuando se cargue el 100 por ciento de las mesas.
En ese caso, explicó el funcionario, “hay que esperar hasta que se realice el escrutinio definitivo”. El escrutinio definitivo no lo realiza el Poder Ejecutivo sino la justicia electoral a través de las juntas nacionales electorales que funcionan en cada provincia el día de la elección.
El escrutinio definitivo comienza a realizarse el martes siguiente a las elecciones a las 18 y finaliza cinco días después, es decir el domingo siguiente. En consecuencia, en el caso de un resultado ajustado, por décimas, sin que exista un ganador claro en el escrutinio provisorio de la noche del domingo, hay que esperar una semana, para conocer los resultados el escrutinio definitivo.
En general los resultados del escrutinio definitivo y los del escrutinio provisorio coinciden, pero puede haber una diferencia de alguna décima, que puede ungir a un ganador. Por ejemplo en el caso de las PASO para las elecciones legislativa de 2017 el escrutinio provisorio para senadores nacionales en la provincia de Buenos Aires le dio mas votos a Esteban Bullrich, de Cambiemos, que a Cristina Kirchner. Sin embargo, el escrutinio definitivo le dio mas votos a la hoy vicepresidenta. Pero cuando se dieron las elecciones generales, fue Bullrich quien logró un nítido triunfo.
En ese período entre el escrutinio provisorio y el definitivo las agrupaciones políticas pueden aceptar el resultado o plantear impugnaciones a determinadas mesas o colegios y pedir la apertura de las urnas correspondientes a determinados centros de votación.
Es la junta nacional electoral de cada distrito la que decide que hacer en cada caso. Esa junta está integrada por un juez federal con competencia electoral, un camarista federal y uno de los jueces del superior tribunal de esa provincia. La decisión de la junta nacional electoral de cada distrito es recurrible a la Cámara Nacional Electoral y en última instancia a la Corte Suprema de Justicia.