La policía apresó al dueño del Volkswagen Gol gris que usaron los autores del homicidio del empresario Gabriel Esteban Izzo, ocurrido en la madrugada de ayer en su casa de San Antonio de Padua, durante un sangriento asalto, en el que también resultó herida de gravedad su esposa, Silvana Petinari.

Durante el operativo, la policía también identificó a dos hombres, uno de ellos hijo del propietario del vehículo. Ambos sospechosos quedaron como aprehendidos, con el objetivo de ser identificados y establecer si poseen antecedentes, según informaron fuentes de la investigación.

El dueño del automóvil, habría sido identificado como Walter Rodríguez Sierra, de 53 años y nacionalidad uruguaya: Fue detenido cuando salía de la casa de su hijo, situada en Juan Martínez al 2400, entre Cuyo y Hortiguera, de Ituzaingó.

Al revisar la vivienda, la policía encontró 80 municiones calibre .40; 151 municiones calibre 9 mm, y seis municiones .380. Algunas de esos proyectiles coinciden con las marcas y calibres de las usadas durante el tiroteo registrado en la casa de la víctima, en Italia al 1000.

Rodríguez Sierra, será indagado a partir de las 16 y, por ahora, está acusado como presunto coautor del homicidio de Izzo por haber sido el facilitador del automóvil que usaron los autores del homicidio que, ayer a la madrugada irrumpieron en al casa de la víctima, luego de romper una persiana de gruesos listones de madera.

El Volkswagen había sido encontrado en Gervasio Pavón 3525 de Castelar, frente a un kiosco llamado “Mandale mecha”. En su interior, los efectivos secuestraron una manopla, una barreta, un cortador neumático tipo cizalla (corta candado), y herramientas que serán sometidas a peritajes para tratar de establecer si fueron usadas en el sangriento asalto.

Mientras tanto sigue la búsqueda de los autores del homicidio de Izzo y del ataque contra la empresaria Silvana Petinari, quien seguía internada en grave estado.

Izzo sufrió cinco heridas, provocadas por los balazos que les dispararon los asaltantes, y dos puntazos que le asestaron. Murió en el acto. Su cuerpo fue hallado, ensangrentado, en el pasillo distribuidor de ambientes. El empresario había enfrentado a los delincuentes tras escuchar el ruido provocado por la irrupción en su hogar.

A su lado tenía el revólver calibre .38 y un poco más lejos, los investigadores hallaron la pistola 9 mm con la que intentó defenderse primero. Pero debido a que el proyectil quedó trabado, descartó la pistola y tomó el revólver. Los allegados a Izzo reconocieron que ambas armas pertenecían a la víctima y que era legítimo usuario, informaron fuentes de la investigación.

La esposa de la víctima mortal fue apuñalada en el ojo derecho y la cadera.