Los obreros a cargo de un nuevo emprendimiento inmobiliario ubicado a la vera del denominado Camino de los Remeros, en el municipio de Tigre, protagonizaron un episodio particular cuando al remover la tierra para avanzar con sus trabajos hallaron al menos cuatro ojivas enterradas. Tras el descubrimiento, intervino en la investigación del hecho la División Explosivos de la Policía Bonaerense y la Justicia Federal.

El hallazgo tuvo lugar en un predio ubicado a un lado del Club de Campo Hacoaj, en el cruce de la ruta 27 con uno de los caudales del río. Al parecer, el sábado se encontró parte del armamento y ayer un par de ojivas más.

Desde la comuna indicaron a LA NACION que hace unos 45 años, aproximadamente, funcionaban en esa zona instalaciones de las Fuerzas Armadas donde se hacían ejercicios de guerra con los uniformados. Solía ser “común” que cuando cierto armamento dejaba de ser útil fuera escondido varios metros bajo tierra.

Por el hecho se inició una investigación que encabeza el juzgado Federal de San Isidro en turno y que fue caratulada como hallazgo de explosivos. El armamento de guerra habría sido descubierto por trabajadores de la empresa constructora CyE.

La Justicia dispuso la clausura del lugar con consigna policial hasta tanto se avance en la causa. Trabajó en el área personal de Explosivos, quienes perimetraron la zona para manipular el armamento con precaución y ponerlo a disposición del juzgado.