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Un pueblo inglés tomado por el California style

STOW-ON-THE-WOLD.– La noche anterior a la visita a este pueblito inglés que se parece a todo pueblito inglés de la pantalla (en la zona se filmaron desde los asesinatos del Father Brown de la s...

STOW-ON-THE-WOLD.– La noche anterior a la visita a este pueblito inglés que se parece a todo pueblito inglés de la pantalla (en la zona se filmaron desde los asesinatos del Father Brown de la serie basada en Chesterton hasta las banales idas al mercado de Downton Abbey, pasando por el romance intenso entre Cameron Díaz y Jude Law en The Holiday, El Descanso), esta redactora salió a comer con amigos estadounidenses que ahora viven en Londres.

Muy generosos, la invitaron a su cottage de piedra y hiedra en la campiña para tener la experiencia de sumergirse en un universo de jarras staffordshire, vigas a la vista, cortinas con diseños de William Morris, exteriores Tudor. Pero previnieron con una sonrisa que en la zona, llamada los Cotswolds, “ahora somos todos gringos”.

Efectivamente, al llegar, lo primero que llamó la atención fue la bandera de los Estados Unidos ondeando en la gentil brisa matinal desde lo alto de un… deli. Su dueño es un ítalo-norteamericano de Brooklyn que se jacta de hacer sándwiches Reuben (de carne de conserva y chucrut) “tan grandes como los de Katz’s”, el célebre delicatessen del Lower East Side de Manhattan.

A pocos kilómetros abrió SoHo Farmhouse, la versión rural de SoHo House, el sofisticado club privado de la Gran Manzana en cuya pileta las protagonistas de Sex and the City trataban de colarse en uno de los episodios más emblemáticos. “Botox y barro– ironizaron los medios– para urbanitas que quieren sacarse selfies con los chanchos”.

Porque, claro, hay muchos que no están contentos con la transformación del lugar. “Los Cotswolds se volvieron los Hamptons”, es el latiguillo recurrente de quienes prefieren que las referencias inmediatas no sean a Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha sino, por ejemplo, a Lewis Carroll. El autor de Alicia en el país de las Maravillas pasó mucho tiempo aquí acompañando a su amigo, el reverendo Edward Litton, y, de hecho, fue la hija de Litton quien le sirvió de inspiración para su creación más famosa, el personaje de Alicia.

Al caminar por los senderos que recorrían Carroll y Litton a mediados del siglo XIX, a través de un paisaje bucólico de pastizales con ocasionales florecitas de colores, es fácil imaginarse en la novela. Hasta que uno entra en las tiendas y, además de botas para caminos empantanados, suéteres de lana gruesa y vestidos que parecen diseñados para fiestas de la cosecha circa 1840, hay buzos con lentejuelas que gritan “Yoga Bunny!”, botas cortas texanas y calzas flúo estilo Y2K

Paris Hilton a la usanza asociada con el otro lado del Atlántico.

Según la ultracool revista digital Air Mail, a los locales “les gusta su comida como su campera Barbour: marrón, pesada y que no cambian desde 1970″. Pero ahora las opciones en los pubs se anuncian como ligeras, saludables, con kale y semillas chía. El epicentro de todo esto es la granja Daylesford, donde su dueña, la baronesa Bamford (todo muy Downton Abbey, pero edición 2023) fundó un imperio de comida orgánica y bienestar que maneja a la perfección la tensión entre una oferta California style y las demandas de mantenerse como un emblema de la Inglaterra rural. Si ocurre que, como Alicia en el País de las Maravillas, luego de pasear por el campo se quiere ir a tomar el té, en Daylesford esperan los scones (orgánicos), con crema (orgánica) y dulce de frutillas (orgánico). No hay necesidad de lidiar con el Sombrerero Loco como en el clásico de Carroll –aunque sí con considerables influencers posteando todo maniáticamente alrededor. El dato quizá menos esperado es que en el spa en las tierras de Lady Bamford acaban de instalar canchas de pádel abiertas a la comunidad. Nuestros compatriotas son conocidos como campeones en dicho deporte, por lo que en cuanto se divulga su nacionalidad, tanto británicos como estadounidenses los buscan como compañeros para ganar. En el seno de algunas pequeñas guerras culturales, al final, los que resultan con un cierto privilegio son los argentinos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/conversaciones-de-domingo/un-pueblo-ingles-tomado-por-el-california-style-nid07072023/

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