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Barto y Jeta Castagnola: los hermanos que conquistaron Palermo por primera vez y se llevaron todos los premios

Hace rato que el mundo del polo posa sus ojos sobre ellos. Son dos de los máximos exponentes de la nueva generación de jóvenes que anda por el mundo a todo galope golpeando una bocha con un taco...

Hace rato que el mundo del polo posa sus ojos sobre ellos. Son dos de los máximos exponentes de la nueva generación de jóvenes que anda por el mundo a todo galope golpeando una bocha con un taco. Puro talento y fuerte personalidad para destacarse dentro de la cancha. Ya no les caben más elogios a su juego ni les entran más trofeos en las vitrinas, y eso que sus carreras apenas arrancan.

El domingo, en Palermo, los hijos de Lolo Castagnola y sobrinos de Adolfito Cambiaso acapararon la mayoría de los premios repartidos. Camilo, que es Jeta, se consagró goleador del Abierto con 38 tantos, una cifra que lo ubica al tope de la tabla anual, tras ser también el más efectivo artillero en los otros dos certámenes de la Triple Corona: Hurlingham y Tortugas. Y Bartolomé, que es Barto, recibió dos galardones muy buscados, altamente valorados y difícil de conseguir por los polistas: el del jugador mejor montado de la final y de todo el torneo.

Barto es más locuaz, menos introvertido. Y una vez pasada la gran euforia de la entrega de la copa en el podio, habló de la soñada tarde que acababa de vivir. “Ser distinguido como el jugador mejor montado de la final y de todo el Abierto representa un orgullo enorme. Traje muchas yeguas de afuera para Palermo; la verdad, es un orgullo tremendo. Y quiero agradecerle a todos los que trabajan conmigo, han hecho una gran labor”, remarcó.

Su visión del partido fue clara: “Sabíamos que iba a ser un partido duro y que iba a ser para cualquiera. Es La Dolfina el que está enfrente y cuesta ganarle, hay que estar bien. Y creo que jugamos bien. Veníamos bien hasta el séptimo chukker, donde nos quedamos un poco, pero por suerte tuvimos cabeza y salimos de eso. En el octavo chukker volvimos a lo que estábamos haciendo y tuvimos la suerte de que se nos dio”.

Al lado de Barto se sacaban fotos y saludaban a amigos y familiares, Facundo Pieres y Pablo Mac Donough, los grandes del equipo, los refuerzos de 2023. ¿Qué aportaron, ellos? “El aporte de ellos fue fundamental. Sumaron una gran experiencia, muchos caballos y una buena onda increíble… Personalmente les estoy muy agradecido.”

Un poco más allá, la fiesta de La Natividad seguía. Lolo Castagnola ya pensaba en donde festejar esta noche: “¿Te parece por acá?”, consultaba con un amigo. “¿Y en Cañuelas?”, le sugerían. “Grande, Lolo”, le gritan. “¡Gracias Papá, ganamos con huevos!”, respondía al tiempo que buscaba a Jeta con la mirada. Jeta habla en la cancha, con hechos, con jugadas, con goles, pero también habla afuera. Al menos, en esta ocasión, no le quedaba escapatoria.

“Al partido lo viví con mucha intensidad y muy concentrado, porque al mínimo detalle lo podías perder. Por suerte supimos mantener la paciencia en el momento malo que pasamos en el séptimo chukker y pudimos ganarlo en el octavo. No creo que haya pasado nada especial en el séptimo, es que del otro lado de la cancha estaba La Dolfina, y en cualquier momento se nos iban a venir y se nos vinieron. Por suerte el equipo se mantuvo en ese momento y pudimos sacar el partido adelante en el último chukker”, analizó.

Jeta siempre derrochó optimismo acerca del equipo formado para esta temporada. “Obvio que me imaginaba terminar así el año. Cuando llegaron Pablo y Facu el objetivo era apuntar a Palermo y bueno, pudimos ganarlo. Pero bueno, no es fácil. En el medio hay un montón de cosas, hay que llegar bien con los caballos… Y por suerte, lo pensaba cuando llegaba a Palermo, se hicieron las cosas bien, así que quedaba entrar a la cancha, que cada uno hiciera lo que tenía que hacer y disfrutar el partido. ¿Si se puede disfrutar una final? Sí… Es que si no la disfrutás… Obviamente hay que estar concentrado, pero tenés que disfrutar. A mí me gusta divertirme en una cancha y creo que hoy (por ayer) lo pude hacer. El número 2 que arrancó de 1 en Hurlingham, dice que el número en la camiseta es sólo eso, un número: “Muchas veces quedo de 1, otras de back… En este polo no hay tantas posiciones fijas, andás por toda la cancha… La verdad es que tengo unos compañerazos y aprendí mucho.”

Bartolomé, que es Barto, y Camilo, que es Jeta, en su hora más feliz. Hoy por hoy, las dos grandes figuras jóvenes del polo mundial.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/polo/barto-y-jeta-castagnola-los-hermanos-que-conquistaron-palermo-por-primera-vez-y-se-llevaron-todos-nid03122023/

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