El activista Facundo Jones Huala padece innumerables problemas de salud producto de la medida de fuerza que inició para repudiar por la extensión de su prisión en Chile. Sus defensores aseguran que ya expiró la pena que le impuso la Justicia trasandina.

La salud del líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) está resquebrajada. La falta de ingesta de alimentos y líquidos desde hace 37 días atenta contra su vida. En junio, cuando se enteró que no iba a quedar en libertad, acudió a una forma de reclamo que, en planteos anteriores, le resultó infructífera.

Facundo Jones Huala ya había guardado todas sus pertenencias en dos bolsos y una valija, en la celda de la unidad penitenciaria donde cumple prisión por el incendio de un fundo en el sur del país vecino y la portación ilegítima de una tumbera.

Cuando fue detenido en El Bolsón, a Jones Huala le restaba un año, 4 meses y 17 días para agotar la pena que le impuso la Justicia chilena. Estuvo detenido en Esquel durante poco menos de un año, por lo que – según los cálculos locales – le restaban apenas unos meses para quedar libre. Almanaque en mano, debería haber quedado libre en junio.

Sin embargo, Gendarmería Nacional de Chile le informó a Jones Huala que recién quedaría en libertad el 8 de junio de 2025. A partir de allí, el “lonko” inició una medida de fuerza para exigir su liberación o, en el peor de los casos, cumplir el año que le resta tras las rejas en una dependencia penitenciaria argentina.

Defensores exigen su libertad

Los defensores del activista, integrantes de la Gremial de Abogados, iniciaron distintas acciones para exigir su libertad. Lo hicieron a través del Juez Federal que subroga en Bariloche, Gustavo Villanueva – quien además encabezó el proceso de extradición – y ante la Justicia chilena, a través de Cancillería. Ninguna de las acciones dio resultados.

La huelga de hambre que inició hace 37 días le generó múltiples complicaciones en su salud, motivo por el que está internado desde hace varios días en el hospital intercultural de Nueva Imperial, en Temuco, cerca de la prisión.

En la puerta permanece Isabel Huala, la madre, quien cuenta con el acompañamiento de distintas comunidades mapuches de la Región de los Ríos y sigue de cerca el estado de salud de su hijo. Es quien dialoga con los médicos, algunos de los cuales pertenecen a las comunidades e incluso aplican sus técnicas medicinales ancestrales.

El parte médico que emitió Catalina Figueroa San Martín, la facultativa que lo asiste, indica que Jones Huala padece una “neumonía bacteriana derecha”, cuadro febril, una probable infección urinaria con presencia de pus en la orina, una deshidratación moderada y una hipoglucemia severa”. Además, según el informe, presenta bajos índices de presencia de sodio y potasio en la sangre.

El machi del Centro de Medicina Mapuche de Nueva Imperial, por su parte, constató daños en su esófago y estómago, posible úlcera estomacal, infección urinaria, debilitamiento de su sistema locomotor, dolor en la columna vertebral y calambres. El caso es de “extrema gravedad”.