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Lionel Scaloni sin Lionel Messi: esté o no el 10, cómo el DT reemplaza nombres sin modificar el plan de juego de la selección

Hubo un tiempo en que era foco de análisis -con tono preocupante- cuando, sobre todo en las últimas etapas de Alejandro Sabella, Gerardo Martíno, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli, la selección de...

Hubo un tiempo en que era foco de análisis -con tono preocupante- cuando, sobre todo en las últimas etapas de Alejandro Sabella, Gerardo Martíno, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli, la selección debía jugar sin Lionel Messi. Más allá de que la Argentina contaba con futbolistas desequilibrantes ninguno eclipsaba la figura de Leo. Y la dependencia, ya sea por el imán que traccionaba o el desequilibrio individual que generaba, era notoria. Algo parecido sucedió también en el comienzo del ciclo de Lionel Scaloni, aunque el interrogante desapareció luego de que la selección ganara muy bien la Copa América 2021 en donde Messi hizo su aporte, claro, pero el equipo estuvo lejos de ser Messi-dependiente. Todo lo contrario: desde lo individual hubo figuras que se lucieron más que el capitán.

Lo más complejo en esta etapa de Scaloni es mantener el hambre de gloria en un grupo que viene de ser campeón del mundo, que tocó el cielo con las manos en Qatar 2022 y por eso se lo vio tan enérgico a la hora de vivir estos amistosos con Australia (2-0) e Indonesia (2-0), dando indicaciones de principio a fin como si se trataran de la final con Francia.

La primera buena noticia para la selección es que Scaloni no se duerme en los laureles que supo conseguir, que fueron muchísimos. La frutilla del postre fue la Copa del Mundo, pero también estuvieron la Copa América, la Finalíssima ante Italia con baile y goleada 3-0, la seguidilla de 36 partidos invicto, y dos títulos invisibles: demostrar ser superior individual y colectivamente a los combinados europeos y enamorar a los hinchas argentinos con su juego de equipo.

A raíz de eso, el primero en saber que la renovación puede ser paulatina y sin apuros es el propio Scaloni. ¿Por qué cambiar un equipo que funciona? Pero, al mismo tiempo, sí les va dando pequeñas dosis de espacio a lo que tiene en el radar del futuro. Lo observado desde lo futbolístico en los dos amistosos ante Australia e Indonesia marcan la confirmación de sellos característicos de un equipo que intenta jugar igual esté o no Messi.

Cómo jugó la selección sin Messi ante Indonesia

¿Quién jugó de Messi ante Indonesia? Nadie en particular, fue el equipo. Porque a diferencia del 4-4-2 utilizado ante Australia, con Messi y Mac Allister como falso 9 (sin delanteros de referencia específicos), la selección jugó 4-1-4-1 con Dibu Martínez; Molina, Romero, Pezzella y Facundo Medina; Paredes; Buonanotte, Palacios, Lo Celso y Nico González; Julián Álvarez. La única referencia ofensiva puntual fue el delantero de Manchester City, aunque su trabajo no se reduce solo a definir jugadas, sino a generarlas desde la presión insoportable para los defensores adversarios, siendo el primer defensor del equipo. Esté o no Messi, Julián Álvarez puede ser segunda punta o volante externo, pero juega así.

De los habituales titulares, se ausentaron Messi y Di María (liberados) y estuvieron en el banco Otamendi, De Paul, Tagliafico, Mac Allister y en ese grupo también hay que anotar a los lesionados Lautaro Martínez, Lisandro Martínez y Joaquín Correa.

Desde lo estratégico y las formas de atacar y de defender, la selección se comporta igual esté o no Messi. Y esto es unas de las respuestas de por qué ya no se pone el foco en cuando falta Messi. Claro que no se trata de prescindir del 10 ya, pero como el propio nuevo jugador de Inter de Miami le puso plazo a su futuro, no está mal seguir soltando al equipo para ver cuán cerca puede estar en rendimiento y resultados de cuando juega Messi.

Hubo intenciones muy parecidas en ambos casos: posesión de la pelota en campo rival y con la proyección de los laterales que le dan amplitud al juego interior, porque –como hacía el River de Gallardo- la selección sube a los laterales pero siempre encuentra a los demás ofensivos cerrados para darle superioridad numérica a ese juego interior, en los tres carriles centrales. Y si es un externo ofensivo el que está pegado a la raya (delantero o volante, Buonanotte y Nico González), el que hace la diagonal hacia adentro es el lateral. Entre las similitudes también está la intención de presionar ante la pérdida en campo rival, no darle espacios para que el rival genere un contraataque. Los externos también tratan de tirar paredes para volver a pasar la línea de la pelota y quedar perfilados para controlar y quedar de frente al arco.

Más allá del cambio de esquema y que ante Australia jugó con dos delanteros que nacieron como enganches, estuvo Di María arrancando nuevamente por la derecha. El zurdo que comenzó jugando ante Indonesia fue Buonanotte, otro a perfil cambiado para facilitar lo que se marcaba antes y quedar desde la mejor ubicación para asistir con un pase filtrado o rematar directamente, como intentó el exCentral. O terminar la jugada como 9, como en la acción de baby fútbol que no finalizó en gol por poco.

En defensa, Romero y Otamendi o Romero y Lisandro Martínez o Romero y Pezzella se animan a disputar sin temor ni errores los duelos individuales. Nico González confirmó que, desde las características, fue el jugador que más pudo sufrir la selección en momentos puntuales del Mundial: puede jugar en 5 puestos diferentes, tiene gol y hasta tiene un buen cabezazo para defender.

La mejor virtud que mantiene la selección de Scaloni es que puede cambiar los intérpretes pero tiene varias maneras de llegar al gol: ante Australia e Indonesia marcó dos de pelota parada (y de cabeza) y dos con remates desde afuera del área. Pero también puede convertir de jugada colectiva y bien elaborada, con varios toques o con avances directos de contraataque. Y logra ser desequilibrante frente a equipos que lo atacan y también contra los que se le cierran defensivamente en el bloque bajo, cerca de su arquero. Siempre encuentra una llave estructural para el gol.

En esa estructura de equipo intentan seguir siendo relevos confiables Palacios, Paredes, Gio Simeone, Thiago Almada, Guido Rodríguez; se buscarán sumar establemente Garnacho, Ocampos, Medina, Balerdi y Walter Benítez, hasta se le dibujó una sonrisa a Scaloni cuando se le preguntó si se había quedado con ganas de convocar a Alejo Véliz, el 9 de Rosario Central. Está bien que Scaloni no se relaje, pero -con o sin Messi-, la selección campeona del mundo tiene presente. Y futuro.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/lionel-scaloni-sin-lionel-messi-este-o-no-el-10-como-el-dt-reemplaza-nombres-sin-modificar-el-plan-nid20062023/

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