Montse Tomé asumió como directora técnica de la selección española femenina de fútbol
El maremoto que se desencadenó en el fútbol español tras el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso durante la ceremonia de premiación como campeonas del mundo derivó en la designación de Monts...
El maremoto que se desencadenó en el fútbol español tras el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso durante la ceremonia de premiación como campeonas del mundo derivó en la designación de Montse Tomé como nueva DT de ese equipo nacional, en reemplazo de Jorge Vilda. La asturiana fue presentada este lunes e insistió que se trata del arranque de un nuevo ciclo, después del escándalo institucional en la Real Federación Española de Fútbol: “Comienza una etapa nueva, el contador empieza a cero a partir de hoy. No hay nada atrás. Tenemos muchísimas ganas de contar con estas jugadoras”, dijo Tomé, que además decidió no convocar a Hermoso: “Estamos con Jenni en todo y con todas las jugadoras. Creemos que la mejor manera de protegerla es así . Contamos con Jenni, llevo cinco años trabajando con ella. Hemos coincidido como compañera de profesión”.
En cuanto a las demandas de las actuales futbolistas y el vínculo con ellas, mencionó: “Las hemos escuchado y todas formamos parte de esto. Todas tenemos una nueva comunicación. Iniciamos esta andadura. Me gusta escucharlas, estar cerca de ellas, todo lo que ha pasado estos días está siendo muy desagradable. Nos mostramos con ellas y acompañamos su sentir. También soy alguien respetuosa con el trabajo de los demás”.
En los primeros días posteriores a esta designación, en el país ibérico se siguen preguntando si era ella la elegida para comandar esta nueva etapa de renovación. Si bien la mayoría tomó con alegría el hecho histórico de que por primera vez una mujer sea la entrenadora del seleccionado femenino de España, existen voces que cuestionan su nombramiento. Incluso, dentro del plantel que recientemente se consagró en el Mundial disputado en Australia y Nueva Zelanda.
Entre este último grupo lo que se argumenta, y lo que generó controversia e incluso cierto descontento, es que la asunción de Tomé -mano derecha de Vilda desde 2018- no alteraría demasiado el rumbo respecto a los derechos y equidad de género que exigieron las futbolistas del seleccionado, cuando instalaron como hashtag el #SeAcabó, patentado en su cuenta de Twitter por Alexia Putellas y continuado por sus compañeras y otros referentes del deporte español y mundial. “He trabajado cinco años con Jorge Vilda, pero yo no soy Jorge Vilda. Soy Montse Tomé, una persona diferente, con una personalidad diferente, con mis valores, mi forma de trabajar el fútbol. Las jugadoras me conocen. Sé lo que somos y lo que piensan y no lo podemos esconder”, se defendió Tomé este lunes.
La autora de una nota del diario La Vanguardia consideró: “Las jugadoras creían que en esta ocasión merecían un cambio que les trajera aire fresco y no Montse Tomé”, mientras que la futbolista Verónica Boquete coloca un manto de incertidumbre sobre la nueva conducción. “La destitución de Jorge (Vilda) es acertada. La situación era insostenible por lo que se estaba viviendo. Pero al mismo tiempo, tengo mis dudas acerca de si la designación de Montse es correcta o no”.
Lo concreto es que la asturiana nacida en 1982, que hasta ahora era la entrenadora del Sub 23, fue la designada por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Pedro Rocha, como una de las medidas en este proceso de reconfiguración general del fútbol femenino español. “Me siento agradecida por estar hoy aquí. Es un puesto privilegiado. Sé que lo voy a realizar con el mejor trabajo, humildad. me siento capacitada en el concepto selección. Tenemos muchas ganas de comenzar esta competición”, se ilusionó.
A su favor, ella fue una de las once personas que, siendo parte del cuerpo técnico que aún lideraba Vilda, puso su cargo a disposición de la RFEF en claro apoyo a Jenni Hermoso y al resto de las futbolistas, luego de la postura inflexible de Rubiales a renunciar, a pesar de que la FIFA ya le había iniciado un expediente por su accionar en el podio mundialista. Tomé reconoce una sensación amarga cuando se aplaudió a Rubiales en un discurso en la Asamblea de la Federación. “No me sentí bien ese día. Tuvimos que venir porque nos lo dijeron. Con las cosas que sucedieron ahí, no me sentí parte. Las dos veces que aplaudí fue cuando dijo que todos somos campeones del mundo y cuando me dicen que voy a ejercer de directora técnica. Cuando sentí tranquilidad de verdad es cuando lancé el comunicado. Quizá no lo hubiera tenido que hacer, pero en ese momento lo que pasó, la masa social, aplaudí y así fue como lo hice. Apoyo a Jenni, siento mucho lo que ha pasado en este tiempo, es una jugadora de fútbol profesional y ha trascendido a todos los niveles”.
Además de sus cualidades como directora técnica, Tomé tiene una vasta trayectoria dentro del fútbol. Se inició en las inferiores del Oviedo Moderno y luego jugó en Levante (ganó la Liga en 2007-2008) y en Barcelona, club al que se incorporó en 2010 y en el que jugó dos temporadas antes de regresar al equipo asturiano. Se retiró en 2012. Luego de colgar los botines optó por continuar vinculada al fútbol del otro lado de la línea de cal. Y en 2018 se incorporó al cuerpo técnico comandado por Vilda y se consagró campeona con las categorías sub-17 y sub-20.
El principal temor de aquellas personas que miran de reojo la designación de Tomé radica en algo que también sucede en la sociedad actual: que se nombre a mujeres para puestos jerárquicos no asegura automáticamente que haya una verdadera perspectiva de género y políticas feministas. De hecho, suele ocurrir que tras ese nombramiento, todo lo demás quede en stand by. En este caso, lo que a la nueva entrenadora le juega en contra es haber estado cinco años bajo el ala de Vilda, y con Rubiales como mandamás. En su favor aparece el éxito deportivo de los últimos años de trabajo del seleccionado, coronado en suelo oceánico.
Quienes trabajan cerca de ella suelen describirla como una persona hiperactiva, que está constantemente pensando en cómo mejorar la preparación de un partido o un torneo. De hecho, en varias ocasiones fue ella la que planificaba los ejercicios durante el Mundial. “He vivido el fútbol desde el barro, sé de dónde vengo. Cuando llegué a la Federación hace cinco años no eran la mismas condiciones que ahora. Las jugadoras tenían otras capacidades, otros recursos. pienso que hoy comienza una nueva etapa. La mejor manera de crecer es construyendo. Tenemos ganas de aportar lo que tenemos. A partir de hoy queremos tener un clima de trabajo profesional”.
De voz firme, pero respetuosa, supo ganarse el cariño de cada plantel que le tocó conducir. Sobre todo, porque después de la exigencia llegaba el reconocimiento. “Da gusto verlas entrenar”, les dijo en más de una ocasión a las jugadoras. El único aspecto controvertido en su recorrido radica precisamente en su incorporación al equipo de trabajo de Vilda. Ocurre que en 2018 ella fue nombrada luego de la inesperada destitución de la también asturiana María Antonia “Toña”, Ia, primera mujer en dirigir un seleccionado español y responsable hasta ese momento del Sub 17.
Algunos rumores aseguraron que su despido estuvo directamente vinculado a su popularidad entre las mujeres y sus chances concretas de asumir el seleccionado de mayores, algo que incomodaba a la RFEF. “Hay manos negras que no quieren que siga vinculada al fútbol”, disparó María Antonia en una entrevista con el sitio Relevo.com.
Más allá de las palabras, todo empezará a hacerse más tangible cuando la nueva entrenadora inicie su gestión. Y en ese sentido, el primer gran desafío para Tomé está a la vuelta de la esquina: este viernes, España visitará a Suecia, por la primera fecha del grupo D de la Nations League, que también integran Italia y Suiza. Cuatro días más tarde, las campeonas mundiales recibirán a las helvéticas.